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Ascienden a 21 el número de muertos en las protestas contra el Gobierno de Irán

  • Entre los 9 fallecidos hay un niño, un policía y un guardián de la Revolución
  • El líder supremo acusa a "los enemigos de Irán" de instigar los disturbios

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Ascienden a 21 los muertos en las protestas contra el Gobierno de Irán

Al menos 21 personas han muerto en las protestas registradas en Irán en los últimos días contra la política económica del gobierno, según ha informado la televisión estatal iraní. Entre los muertos hay un niño, un polícía y un miembro de los Guardianes de la Revolución. Así, desde el sábado, unas 450 personas han sido detenidas sólo en la capital, Teherán, según fuentes gubernamentales.

Seis de las víctimas mortales de anoche eran manifestantes y han fallecido, según la versión oficial, en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cuando intentaban asaltar un puesto policial en la localidad de Qahderijan, en la provincia de Isfahán, en el centro del país.

Además, un niño de 11 años -que pasaba con su padre cerca de una de las manifestaciones- y un joven de 20 años murieron en la localidad de Jomeinishahr, según la televisión estatal del país, que sitúa en la ciudad de Najafabad la muerte de un policía y, en la de Kahriz Sang la de un miembro del cuerpo militar de élite de los Guardianes de la Revolución. Todos ellos, según esa misma fuente, habrían fallecido por disparos de rifles de caza.

Delitos condenados con la pena de muerte

Durante el fin de semana, el Gobierno ha endurecido su respuesta a las protestas y, ha arrestado a un millar de personas. Sólo en Teherán, se han producido 450 arrestos en tres días. "Doscientas personas fueron detenidas el sábado, 150 personas, el domingo y unas 100, el lunes", ha explicado este martes el vicegobernador de la provincia donde se ubica la capital, Ali Asghar Naserbakht.

Esos detenidos podrían ser acusados de delitos castigados con la pena de muerte, según el presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán, Musa Ghazanfarabadí. "Nosotros ya no los consideramos manifestantes por sus derechos, sino que quieren perjudicar al régimen", ha advertido a la agencia iraní de noticias Tasnim.

Las revueltas, las más intensas desde 2009, empezaron el jueves en la ciudad de Mashhad para protestar contra la política económica del Gobierno iraní del moderado Hassan Rohaní, pero se extendieron rápidamente por todo el país a pesar de que el régimen restringió el acceso a las redes sociales utilizadas por los manifestantes para organizarse.

El ayatolá Jamenei acusa a "los enemigos de Irán"

Ese argumento también ha sido defendido por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien ha acusado a "los enemigos de Irán" de estar detrás de las protestas.

En su página web, y en su primera intervención desde el comienzo de las revueltas, Jamenei ha apuntado este martes que ellos han usado "dinero, armas, política y aparatos de inteligencia para crear problemas a la República Islámica".

Sigue así la línea iniciada este lunes por el presidente Rohaní, que señaló que los disturbios están instigados desde el exterior, por "enemigos" que no han digerido el "el éxito de Irán" en la región.

"Nuestro progreso para ellos era intolerable, nuestro éxito en el mundo de la política ante Estados Unidos y el régimen sionista [en referencia a Israel] fue intolerable para ellos", afirmó Rohaní en su reunión con los jefes de las comisiones del Parlamento del país.

También ha asegurado que su Gobierno está decidido a "arreglar los problemas de la población", sobre todo, el paro.

Además, en un comunicado, el Ministerio de Comunicación ha avisado que "los alborotadores y los instigadores" de las protestas han sido identificados y que "pronto se encargarán de ellos en serio".

Las autoridades iraníes acusan a "agitadores" y "contrarrevolucionarios" armados de infiltrarse entre los manifestantes.

Los medios de comunicación del país informan de que el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Alí Shamjani, ha afirmado que "los hashtags y los mensajes sobre la situación en Irán proceden de Estados Unidos, Reino Unido y Arabia Saudí".

"Lo que se cuenta en las redes sociales sobre la situación en el país es una guerra, una campaña contra el pueblo iraní", ha añadido Shamjani.

Como respuesta a las protestas de los críticos, este lunes se convocaron manifestaciones de apoyo al régimen en varias localidades del país como Rasht, Zanjan, Ahvaz y Takestan.

Las medidas de austeridad como detonante

Rohaní es un clérigo del ala moderada del régimen que fue reelegido como presidente en mayo del año pasado. Durante su mandato, Irán ha salido de su aislamiento y, tras la firma en 2015 del acuerdo nuclear con las seis potencias mundiales, ha visto levantarse las sanciones internacionales impuestas por sus actividades nucleares.

Esa apertura al mundo ha coincidido con un aumento de la presencia de Irán en la región de Oriente Medio, con una intervención decisiva en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico en Siria y, sobre todo, Irak, con el consiguiente rebrote de las suspicacias de sus rivales regionales, especialmente, de Arabia Saudí, con el que se enfrenta de forma indirecta en conflictos como el de Yemen.

Ese cambio en sus relaciones con el mundo llevó a los iraníes a confiar en una mejora de la mala situación económica del país, pero esa remontada no termina de llegar. Los críticos achacan ese retraso a los recursos desviados por la corrupción y a los enormes esfuerzos económicos destinados a la presencia militar en esos conflictos regionales.

"La mayoría de las veces, lo que lleva a los iraníes a salir a la calle son los problemas ordinarios, la frustración por la falta de empleos, la incertidumbre sobre el futuro de sus hijos", ha explicado Esfandyar Batmanghelidj, fundador del Foro de Negocios Europa-Irán, a la agencia France Press.

Según este especialista, los disturbios están desencadenados por medidas de austeridad de Rohaní, como la reducción del presupuesto destinado a gasto social o el aumento del precio de los carburantes.

Washington pide "un cambio" y Moscú cree "inadmisible" la injerencia exterior

Las protestas que vive Irán han provocado distintas reacciones internacionales, como la del presidente de EE.UU., Donald Trump, que ha escrito en su cuenta de Twitter: "El gran pueblo iraní está reprimido desde hace años. Tiene hambre de comida y de libertad. Ha llegado el momento de un cambio".

Por el contrario, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha destacado que la revuelta es "un asunto interno iraní". "Toda intervención exterior que desestabilice la situación es inadmisible", ha advertido el departamento liderado por Sergei Lavrov.

En cuanto a la Unión Europea, la portavoz de la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, ha subrayado que espera que se garantice el derecho de manifestación en Irán.

Respecto a Reino Unido, el ministro de Exterior, Boris Johnson, ha declarado en un comunicado que "debe haber un debate serio sobre las cuestiones importantes y legítimas que reclaman los manifestantes".