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La ONU califica de "genocidio" la represión de los rohinyás en Birmania

  • El comisario para los Derechos Humanos habla de "discriminación sistemática"
  • Denuncia ataques "brutales, extendidos y sistemáticos" de las fuerzas de seguridad

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Refugiados rohinyá en un campo de refugiados de Cox's Bazar (Bangladés)
Refugiados rohinyá en un campo de refugiados de Cox's Bazar (Bangladés)

La represión sistemática y generalizada de la minoría rohinyá en Myanmar (la antigua Birmania) tiene las características de un "genocidio", según la ONU.

Así lo ha afirmado este martes en Ginebra el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, durante una reunión especial del Consejo de Derechos Humanos.

"Teniendo en cuenta la sistemática discriminación; las políticas de segregación y discriminación; y los patrones de violaciones y abusos (...), dado todo esto, ¿puede alguien descartar que los elementos del genocidio están presentes?", se ha preguntado Zeid en un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Zeid ha denunciado los ataques "brutales, extendidos y sistemáticos" contra la minoría musulmana en el estado de Rakáin, donde el Ejército lleva a cabo una ofensiva desde el pasado 25 de agosto.

Anteriormente, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos había calificado de "limpieza étnica de manual" la ola de violencia contra los rohinyá, que carecen de ciudadanía y de cualquier tipo de derechos en Birmania.

El Gobierno de EE.UU. también ha declarado que la violencia y abusos contra los rohinyás "constituye una limpieza étnica".

Campaña de violencia con base étnica y religiosa

La violencia contra los rohinyá tiene una base étnica y religiosa, lo que permite incluirla en la categoría de genocidio, según Zeid. La incitación al odio y a la violencia contra la comunidad es generalizada, y "no ha habido ninguna reacción por parte de las autoridades para evitarlo".

"Los rohinyás han sufrido una progresiva intensificación de la discriminación durante los últimos 55 años, y mucho más en los últimos cinco que en los cincuenta anteriores", ha añadido.

Las autoridades birmanas no permiten a la ONU acceder al estado de Rakáin, por lo que la ONU desconoce el estado actual de la población. No obstante, el éxodo en dirección a Bangladés prosigue.

El alto comisionado ha advertido de que no se pueden organizar retornos de refugiados mientras no cambien las condiciones de represión y discriminación sistemática. Por el contrario, el enviado de Birmania a Ginebra, Htin Lynn, ha asegurado que su país trabaja con Bangladés para asegurar el retorno "seguro" de todos los refugiados.