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Filipinas

El Ejército filipino avanza en Marawi y libera al religioso secuestrado por los yihadistas

  • El Ejército combate desde el 23 de mayo al grupo Maute, afiliado al EI
  • Los soldados han arrebatado varias posiciones a los yihadistas

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Bombardeo aéreo de posiciones yihadistas en Marawi, isla de Mindanao, Filipinas
Bombardeo aéreo de posiciones yihadistas en Marawi, isla de Mindanao, Filipinas

El Ejército de Filipinas ha avanzado posiciones en la ciudad de Marawi, ocupada por un grupo yihadista desde el 23 de mayo, y ha liberado al cura católico que había sido secuestrado.

Teresito Suganob, vicarío general de Marawi, fue secuestrado junto con un grupo de feligreses y liberado este domingo cuando el Ejército entró en la mezquita que el grupo Maute, aliado del Estado Islámico, usaba como cuartel general.

El vicario general de Marawi, Teresito Soganub, en Manila (Filipinas), después de que los militares le liberaran de los yihadistas que le mantenían secuestrado

El vicario general de Marawi, Teresito Soganub, en Manila (Filipinas), después de que los militares le liberaran de los yihadistas que le mantenían secuestrado REUTERS/Dondi Tawatao

Importantes avances del Ejército

Los militares filipinos combaten contra los islamistas en esta ciudad del sur del país y, según fuentes oficiales, han conseguido importantes avances.

Además de la mezquita Bato, usada como cuartel general, los soldados han recuperado el control de la primera universidad islámica de Filipinas y de la Fundación Jamaitul Islamiya Marawi.

"Esta enorme ganancia (militar) ha debilitado aún más al grupo terrorista al quitarles su antiguo cuartel general", indicó este domingo el jefe de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Eduardo Año, en un comunicado recogido por varios medios filipinos y por Efe.

Yihadistas filipinos y extranjeros liderados por el grupo local Maute, leal al EI, se levantaron en armas en Marawi, la capital de la provincia de Lanao del Sur, el 23 de mayo. Los insurgentes capturaron rehenes, quemaron varios edificios gubernamentales y desfilaron por las calles de la población con banderas del EI.

Ese mismo día, el presidente del país, Rodrigo Duterte, declaró la ley marcial en la región y ordenó a los militares liberar la población.

Desde entonces, han muerto en el conflicto 670 rebeldes, 147 soldados y policías y 47 civiles, y otras 600.000 personas han resultado desplazadas.