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Dimite el director de los Mossos a dos meses del referéndum instando al "escrupuloso respeto de la ley"

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Dimite el director de los Mossos por motivos políticos a dos meses y medio del 1-O

El director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, ha presentado este lunes su dimisión a dos meses y medio de la fecha anunciada por el Gobierno catalán para la celebración del referéndum de independencia del 1-O, según han informado a Efe fuentes policiales.

El recién nombrado conseller de Interior, Joaquim Forn, ha aceptado la renuncia de Batlle, que será sustituido por Pere Solerfirme defensor de la consulta independentista y director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat entre 2013 y 2016.

El ya exdirector de la policía autonómica ha remitido un mensaje a todos los agentes del cuerpo en el que ha señalado que "en los actuales momentos de la vida del país", en el que el gobierno catalán plantea esa consulta, la policía catalana "seguirá perseverando" en su "misión de defensa de la seguridad y del bienestar" de los ciudadanos, y que lo hará "como siempre, con escrupuloso respeto y sujeción a la ley", agrega el hasta ahora director de los Mossos.

Batlle, un ex alto cargo del tripartito que siempre ha defendido que los Mossos d'Esquadra deben ser políticamente neutrales e imparciales y que la policía catalana debe cumplir y hacer cumplir la ley, ha renunciado al cargo de director político de la policía catalana, al que accedió el 10 de junio de 2014, en sustitución de Manel Prat.

El nuevo conseller de Interior, Joaquim Forn, dijo el pasado viernes, nada más ser nombrado en sustitución de Jordi Jané, que los Mossos garantizarían la "normalidad" el día de la consulta ilegal.

ERC y la CUP tenían reticencias al dudar de su compromiso con la consulta

Al día siguiente, Forn, que a diferencia de su antecesor Jordi Jané es un conseller nítidamente independentista, desveló que ya había hablado con Batlle, a quien sectores de ERC y la CUP veían con reticencias al dudar de su compromiso con el proceso soberanista, y que no descartaba hacer cambios en la estructura de su departamento.

De hecho, a siete días de la consulta del 9N de 2014, Batlle remitió un escrito a todos los agentes de los Mossos d'Esquadra en el que les recordaba su obligación de "actuar con neutralidad política e imparcialidad", incluso cuando estuvieran fuera de servicio, ante los "acontecimientos políticos y sociales" que vive Cataluña.

Nacido en Barcelona en 1953 y licenciado en derecho por la Universidad de Barcelona, Batlle fue concejal socialista de deportes en el Ayuntamiento de Barcelona y secretario general de Servicios Penitenciarios durante el gobierno tripartito, integrado por PSC, ERC e ICV, que llegó al cargo procedente de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), desde donde 2011 ejerció como director adjunto.

La trayectoria de Batlle, abogado de profesión, ha estado ligada al PSC desde que en 1983 inició su trayectoria política como concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde se dio a conocer especialmente como concejal de deportes, aunque también ejerció labores de urbanismo, turismo, servicios funerarios, educación y servicios sociales.

Catalá afirma que los Mossos defenderán "el interés general" el 1 de octubre

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado que los Mossos d'Esquadra defenderán "el interés general" de los ciudadanos y no obedecerán al mandato de una persona o de un Gobierno de "radicales que quiere incumplir las normas" con la celebración del referéndum.

Catalá, que ha respondido a las preguntas de los periodistas después de inaugurar un curso sobre justicia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), se ha mostrado "seguro" de que los Mossos d'Esquadra, como "servidores públicos que son, están al servicio de la ley y no al mandato de una persona".

Las declaraciones de Catalá se han producido momentos antes de que se anunciara que el director de los Mossos d'Esquadra haya presentado su dimisión.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, considera que la dimisión muestra la "gravísima dinámica" que está tomando el Gobierno catalán. A su juicio, cuando la gente "moderada" se tiene que ir, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras pueden "asumir su fracaso" ahora o hacerlo el 1 de octubre y ha insisitido en que el referéndum "no se va a celebrar".