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Convergència dice que era "habitual" que las empresas con las que trabajaba hicieran donaciones al partido

  • La mujer de Millet no pensó que el Palau pagara sus gastos domésticos
  • Alega, al igual que su hija, que proceden de una familia adinerada
  • También la mujer de Montull creía que las obras de casa las pagaba su marido

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Francesc Sánchez, representante legal de Convergencia, comparece en el Caso Palau

El representante legal de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), Francesc Sánchez, ha asegurado este lunes en el juicio por el expolio del Palau de la Música que considera "normal" y "habitual" que empresas que trabajaban para Convergència hicieran donaciones al partido y ha negado que la institución cultural pagara servicios a la formación.

Sánchez, que el pasado 2 de febrero fue detenido en el marco del caso del 3%, ha comparecido este lunes en el juicio del caso Palau como representante legal de la extinta CDC, con los derechos propios de un acusado, ya que la formación figura como responsable civil a título lucrativo y se enfrenta a una petición de decomiso de 6,6 millones de euros por beneficiarse supuestamente del expolio.

El representante de Convergència ha afirmado, a preguntas del fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled, que veía "normal" que empresas proveedoras que trabajaban para CDC, como Mail Rent y Letter Graphic, hicieran donativos a la formación: "Era habitual que empresas que trabajaban para el partido ayudasen al partido, no era una cosa extraña".

En este sentido, Sánchez ha negado que estas empresas cargaran al Palau de la Música los servicios de buzoneo y montaje audiovisual para las campañas de CDC, como sostiene la Fiscalía y han reconocido ante el tribunal algunos de los representantes de estas proveedoras.

"Nosotros pagamos siempre por lo que hacemos y lo hemos pagado siempre. Si hacemos un acto, lo pagamos. Si la Sindicatura o el Tribunal de Cuentas hubiesen entendido que algunos gastos eran inferiores a la lógica por un acto de este estilo, lo habrían notado, habrían visto cosas extrañas, y en ningún momento las han encontrado", ha alegado Sánchez.

La mujer de Millet desconocía que el Palau pagara sus gastos domésticos

También ha comparecido este lunes en el juicio, Marta Vallès, la esposa de Fèlix Millet, quien ha alegado que desconocía que éste pagara con fondos del Palau de la Música gastos domésticos, ya que son una familia adinerada, y que no cuestionó las reformas en casa, los viajes y bodas porque el saqueador confeso "mandaba y lo hacía todo".

Marta Vallès ha comparecido este lunes como responsable civil a título lucrativo, en una condición a medio camino entre los derechos de un acusado, ya que no estaba obligada a decir la verdad, y el testigo, ya que el tribunal le ha advertido de que tenía que responder a todas las preguntas.

La esposa de Millet, que llegó a estar imputada en el procedimiento, ha afirmado que desconocía que su marido pagara con fondos del Palau de la Música las reformas de lujo en su casa, los viajes e incluso parte de las bodas de su hija.

Según Vallès, en ningún momento se le "ocurrió" que estos gastos estuvieran sufragados con dineros procedentes del Palau: "yo tenía dinero, mi marido también. Teníamos herencias, patrimonio, fábricas, terrenos, solares en Menorca. No teníamos problemas de dinero".

Sobre las lujosas reformas en su casa de L'Ametlla del Vallès (Barcelona), donde Millet se construyó un auditorio, Marta Vallès ha alegado que optó por no discutir con él: "mi marido tiene un carácter 'dificilillo', es una buena persona, pero mejor no discutir con él".

Dar a conocer el Palau

También ha justificado la decisión de que sus hijas se casaran en el Palau de la Música: "mi marido vivía solo para el Palau de la Música, cualquier cosa que podía haber beneficiado al Palau lo comentaba, querían aprovechar la boda para dar a conocer que se podían hacer bodas o actos en la platea, como ha ocurrido ahora con el Mobile World Congress".

Respecto a los viajes que hizo con su esposo con dinero desviado del Palau, Vallès ha alegado que siempre creyó que los pagaba su marido con su propio patrimonio. "Él me decía, tal fecha vamos a este lugar, y ya está. Con él era mejor no discutir, el mandaba y lo hacía todo. Lo lógico es que yo pensara que era nuestro dinero, teniendo dinero como teníamos".

Vallès ha asegurado que, como que en su casa no faltaba el dinero, nunca le preguntó a su esposo cuánto ganaba, no sólo en el Palau, sino en las numerosas empresas en las que formaba parte de los consejos de administración. "Yo no tenía ninguna idea de donde venía el dinero, pero tampoco ninguna idea de que se hiciera mal", ha señalado.

Sobre su participación en las empresas Bonoima y Aysen -que según el fiscal sirvieron a Millet para vehicular el saqueo del Palau de la Música-, Vallès ha afirmado que desconocía que facturaran a la institución cultural y que quien de verdad las administraba era su esposo.

La hija de Millet coincide con su madre

También Clara Millet, la hija de Fèlix Millet que fue directiva del Palau de la Música, ha alegado este lunes que nunca se le "ocurrió" que su boda se pagara con fondos de la institución y asegura que se enteró de esto "por la prensa, como muchas otras cosas del caso. Lo supe -ha dicho- durante una comida en L'Ametlla del Vallès (Barcelona) y me quedé helada".

Clara Millet, que a raíz del escándalo fue cesada como responsable del área internacional del Palau en un despido que la justicia declaró después improcedente, ha declarado en el juicio del caso Palau como responsable civil a título lucrativo del expolio, por lo que estaba obligaba a declarar a todas las partes aunque no a decir la verdad.

Millet ha aprovechado su interrogatorio para arremeter contra la prensa y la "masacre mediática" de que cree está siendo víctima su familia, lo que asegura la ha obligado a irse a vivir a Australia con su marido e hijos para buscar trabajo. "Esta boda parece que sea de interés nacional y estoy cansada de escuchar tantas mentiras", ha protestado Clara Millet, cuyo padre pagó presuntamente el banquete nupcial con fondos del Palau de la Música sin dejar de cobrar a su consuegro la mitad de los gastos.

En ese sentido, Clara Millet ha explicado que su suegro pagó "exclusivamente los 80 comensales que él llevaba, y el disyóquey", lo que ascendía a unos 8.000 euros, "y no a los 40.000 que se han publicado".

Celebró su boda en el Palau por su padre

Según Clara Millet, si aceptó celebrar su boda en el edificio modernista, es porque a su padre, un hombre de carácter "fuerte", le hacía "ilusión", y ella se "enfadó" porque solo pudo llevar al banquete dos mesas de invitados, dado que el resto eran "compromisos" de Fèlix Millet.

La hija de Millet ha añadido que se limitó a coordinar las invitaciones y a elegir el cátering para la boda, sin ver "ninguna factura de la misma", y ha expresado su malestar porque la Fundación del Palau de la Música le exija la devolución de esos gastos: "Me sorprende que me lo reclamen, que se lo reclamen a todos los invitados también, ¿no?", ha añadido.

Clara Millet ha asegurado que pagaba sus gastos domésticos con los ingresos que percibían ella y su marido, aunque ha reconocido que su padre también le daba dinero "en efectivo" para ayudarle a pagar el alquiler de su vivienda, sin que nunca se preguntara el origen de esas sumas, dado que sus padres "han tenido dinero toda la vida".

La hija de Millet ha afirmado que es "absolutamente falso" que ella vaciara la caja fuerte de su padre tras el registro del Palau de la Música y ha dicho que se limitó a hacer llegar a Fèlix Millet un sobre con dinero en metálico, que a su vez le entregó en mano la secretaria del saqueador confeso, pero sin ni siquiera abrirlo.

Clara Millet ha lamentado que, a raíz del escándalo, se le haya metido en el "mismo saco" por ser hija de Fèlix Millet, como si también se hubiera quedado "esos 20 millones que la prensa dice que están desaparecidos. Fuimos masacrados mediáticamente", ha dicho.

También la mujer de Montull creía que el dinero era de su marido

Por su parte, Mercedes Mir, la esposa de Jordi Montull, ha afirmado ante el tribunal que creía que los viajes que compartieron con los Millet los pagaba el entonces presidente del Palau de la Música y que las obras en su casa las pagaba su marido con su dinero.

Mir, que al igual que Marta Vallès también llegó a estar imputada en la causa, se ha desentendido de su papel como administradora de la sociedad Aurea, que supuestamente Montull usó para el saqueo: "Un día me dijo mi marido: ve al notario y firma esto, y lo hice. Y de esta compañía nunca más supe nada".