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Acuerdo de paz en Colombia

Las claves del 'No' al acuerdo de paz

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Colombianos reaccionan en Bogotá tras escuchar los resultados del plebiscito sobre el acuerdo de paz con las FARC. EFE/LEONARDO MUÑOZ
Colombianos reaccionan en Bogotá tras escuchar los resultados del plebiscito sobre el acuerdo de paz con las FARC. EFE/LEONARDO MUÑOZ

El triunfo del "No" en el referéndum sobre el acuerdo de paz en Colombia abre serios interrogantes sobre lo que puede ocurrir a partir de ahora.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y la guerrilla habían insistido en que no había un plan B y que la ratificación popular de los acuerdos de La Habana eran el único camino. Sin embargo, Santos ha asegurado que no se rendirá y "continuará buscando la paz".

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha reconocido su derrota en el referéndum sobre los acuerdos de paz con las FARC. En una alocución al país tras conocer que el 50,23% de los colombianos habían rechazado los pactos negociados en La Habana con la guerrilla, el presidente ha asegurado que no se rendirá y que seguirá buscando la paz hasta el último minuto de su mandato. Santos ha explicado que convocará a las fuerzas políticas del país para abrir un diálogo nacional y decidir qué camino se debe seguir ahora. El mandatario ha garantizado que se mantendrá el alto el fuego bilateral y definitivo con las FARC.

Por su parte, el dirigente de las FARC Rodrigo Londoño ha asegurado que mantendrán el alto el fuego.

El gran ganador de la consulta, el expresidente Álvaro Uribe, también se ha abierto a una renegociación de los aspectos más polémicos de los acuerdos.

Las claves del "No"

La prensa colombiana destaca en sus análisis los posibles motivos de un resultado que no era el que auguraban las encuestas.

  • Exceso de confianza de la campaña del "SI": Las encuestas pronosticaban una cómoda ventaja (un 60%) para el "Sí", lo que ha desmovilizado a los votantes partidarios de los acuerdos, salvo allí donde las consecuencias del conflicto son visibles día a día. Esto se ha traducido en una alta abstención y en una movilización de los partidarios del "No".
  • Un perdón que llega tarde: en las últimas semanas, los líderes de las FARC han multiplicado sus peticiones públicas de perdón, pero estas han podido llegar tarde para una gran parte de la sociedad colombiana que "odia" a la guerrilla, según la expresión del diario El Nuevo Siglo.
  • Castigo a Santos: Para el presidente colombiano, su gran legado es traer la paz al país después de más de medio siglo de violencia. Sin embargo, su postura en otros terrenos de la política nacional le ha podido pasar factura en su apuesta más importante. Por ejemplo, un enfrentamiento reciente con la Iglesia Católica por los contenidos de los libros de texto ha privado a Santos del apoyo expreso de la jerarquía, que se ha declarado neutral ante la consulta. Muchos votantes religiosos han podido quedarse en casa este domingo para castigar al presidente.
  • La comunidad internacional no vota: Santos ha contado con la mediación internacional, con el apoyo del Vaticano, la ONU y la OEA, y se rodeó de líderes internacionales para escenificar la firma de los acuerdos. Sin embargo, este unánime apoyo externo no ha impresionado a los partidarios del "No". Uribe ha pedido ahora a la comunidad internacional que tenga en cuentas sus reclamaciones.

¿Y ahora qué?

El presidente Santos ha citado para este lunes a los líderes de las fuerzas políticas, con vistas a salvar el proceso de paz. Uribe, por su parte, ha pedido un gran "pacto nacional" que incluya a la oposición, es decir, a él mismo.

Las exigencias de las uribistas pueden resumirse en estos puntos:

  • Que los líderes de las FARC no puedan ser elegidos para cargos públicos
  • Que los dirigentes guerrilleros acusados de crímenes más graves vayan a prisión
  • Obligar a la guerrilla a declarar su patrimonio y a entregar una parte, para que no se incorpore a la política con una ventaja económica respecto al resto de partidos. La guerrilla ha aceptado declarar su patrimonio y dedicarlo a reparar a las víctimas, pero voluntariamente y sin fiscalización.
  • Que se pene el delito de narcotráfico, que en los pactos se considera un delito conectado con la actividad guerrillera y que, por lo tanto, entra incluido en la amnistía.

Una posiblidad para buscar una salida al proceso es la apertura de una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución de 1991, una opción que en el pasado han defendido tanto Uribe como las FARC.

El peligro, no obstante, es que la guerrilla retroceda a posiciones negociadoras más duras o que se produzcan disensiones en su interior.