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La imagen de un niño herido pone rostro al drama de Alepo

  • Omran Daqneesh, de 5 años, ha sobrevivido a un bombardeo del Ejército
  • Su imagen, desorientado y sentado en una ambulancia, se convierte en un icono
  • La cruenta lucha entre el régimen y los rebeldes asfixia a la población civil
  • La ONU pide una tregua de 48 horas para atender a dos millones de personas

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Un niño herido en Alepo se convierte en el símbolo de la guerra en Siria

La crueldad de la guerra en Siria Tiene cinco años y este jueves salvó la vida de milagro en un bombardeo del Ejército de Bachar al Asad sobre un barrio rebelde de la asedida ciudad de Alepo. Su imagen, sentado solo al fondo de una ambulancia, ensangrentado y polvoriento de la cabeza a los pies, pone de manifiesto la realidad de las miles de personas que siguen atrapadas en uno de los conflictos armados más sangrientos de este siglo.

Nadie está salvo en Siria. Es lo que trata de difundir cada día el Aleppo Media Center (AMC), un grupo opositor al Gobierno sirio que graba las atrocidades de la guerra para que sean observadas por el mundo entero.

En el vídeo en el que aparece Omran se muestra el caos, la desesperación y el miedo por rescatar a los supervivientes antes de que estalle la siguiente bomba. El pequeño es sacado de entre los escombros y trasladado a una ambulancia, desde la que mira a las cámaras desorientado y herido. Se restriega la cara con el brazo intentado quitarse de encima el terror y la sangre, las manchas de la guerra. No habla, no llora. En la ambulancia acaban recogidos también otro niño, una niña y un hombre, rescatados de las mismas viviendas del barrio de Al Qatergui. Omran ha sido atendido en uno de los pocos hospitales que siguen en pie.

Omar se toca la zona de la cara herida en un bombardeo en el barrio rebelde de Al Qatergui, en Alepo.

Omar se toca la zona de la cara herida en un bombardeo en el barrio rebelde de Al Qatergui, en Alepo. REUTERS TV

Sangrienta batalla por el control de Alepo

En Alepo, donde vive Omran, la lucha entre las fuerzas gubernamentales y opositoras es encarnizada desde que los rebeldes consiguieron romper el sitio del régimen de Al Asad. Los barrios orientales, en manos de la oposición, son blanco de bombardeos diarios de la aviación del régimen sirio y de Rusia, en el marco de la lucha por el control de la segunda ciudad del país.

La estrategia de ambos bandos de cercar zonas controladas por sus rivales está asfixiando a la población civil. La situación humanitaria está al borde del colapso, no sólo por los bombardeos, si no por la gran escasez de alimentos y medicamentos, así como cortes de luz y agua.

La ONU ha pedido una tregua de 48 horas para permitir la entrada de ayuda vital. "Pedimos una pausa de al menos 48 horas, insistimos en esto para hacer algo que sea mínimamente significativo para Alepo. Estamos listos para actuar", ha reclamado el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. Rusia ha dicho que está dispuesto a declarar la primera tregua la próxima semana, siempre y cuando tenga garantías de seguridad por parte de Estados Unidos.

Un hombre recorre el bombardeo barrio rebelde de Sakhur, en Alepo.

Un hombre recorre el bombardeo barrio rebelde de Sakhur, en Alepo. AFP PHOTO / AMEER ALHALBI

La ONU pide una tregua de 48 horas

La asistencia humanitaria -asegura Mistura- podría alcanzar a dos millones de personas,  tanto los que se encuentran al este de la ciudad, controlada por grupos rebeldes, como en la zona oeste, dominada por las fuerzas gubernamentales y sus milicias aliadas.

Uno de los conflictos urbanos más devastadores de los tiempos modernos

El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, denunció hace dos días que en Alepo se está dando "uno de los conflictos urbanos más devastadores de los tiempos modernos". Y sin perspectivas de que vaya a terminar.

"Lo que hace ahora la situación más dramática es el sitio, que provoca una falta de acceso de la población a servicios básicos", ha señalado a la agencia Efe el jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el norte de Siria, Carlos Francisco.

Los ocho hospitales que funcionan en los barrios orientales, a seis de los cuales presta apoyo MSF, sufren "una falta de suministros y una sobrecarga de pacientes", ha advertido. "El cerco tiene un impacto en los enfermos críticos que no pueden ser tratados dentro de la ciudad ni evacuados", ha lamentado Francisco, quien ha indicado que en la actualidad solo hay unos 40 médicos para una población de 250.000 personas que sufre a diario los estragos de los bombardeos aéreos, el lanzamiento de barriles explosivos y los ataques con artillería por parte de las tropas gubernamentales.

Un informe del Centro Sirio para la Investigación Política reveló hace unos meses que, según sus cálculos, 470.000 personas habrían perdido la vida desde que empezó la guerra en marzo de 2011, frente a los 250.000 fallecidos estimados hasta hora por la ONU.

Omran se ha salvado de este ataque. La pregunta es si sobrevivirá al siguiente. Hoy, como el pequeño Aylan Kurdi que se ahogó en las costas de Turquía intentado llegar a Europa, se ha convertido, a su pesar, en un icono de la guerra cuya mirada recorre las televisiones, portadas y redes sociales de medio mundo, pero, si nada lo impide, su sufrimiento y el de todo su pueblo se olvidará dentro de unos días.