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Milicias femeninas contra el Estado Islámico

  • Las Unidades Femeninas de Protección son temidas por el yihadismo radical
  • Fueron creadas por el ejército kurdo para luchar contra el Daesh
  • La tradición kurda implica desde hace siglos a las mujeres en sus batallas

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Cientos de mujeres luchan contra el Estado Islámico en el Kurdistán

No es totalmente cierto que soñaran con una vida convencional de esposas, amas de casa y madres porque la mayoría de ellas han crecido fascinadas por la épica de las batallas, una parte fundamental de la tradición kurda. Ni siquiera es totalmente cierto que sus nombres sean los que figuran grabados en su uniforme porque para las guerrilleras peshmerga es tradición adoptar otro nombre cuando luchan por primera vez en el campo de batalla.

Lo que sí es cierto es que mujeres como Haseba, Mujada, Sazan (o como quiera que se llamen) son una parte importante de la avanzadilla kurda contra el Estado Islámico. "Luchamos como hombres y morimos como hombres", explica la soldado conocida por el nombre de Jamal a un periódico británico.

Esta chica de 23 años forma parte de un batallón de 500 mujeres que se enfrentó al Daesh en la ciudad kurda de Suleimaniya, al norte de Irak, aunque al día de hoy la milicia femenina más célebre es probablemente el batallón de élite de las Damas del Sol, formado por ex esclavas sexuales yazidíes, que luchan contra Daesh en la zona de Mosul, en Irak.

"Luchamos como hombres y morimos como hombres"

En agosto de 2014 el Estado Islámico secuestró a unas 2.000 yazidíes, que fueron violadas reiteradamente, obligadas a convertirse al Islam y usadas como esclavas sexuales. La mayoría de las que pudieron escapar cogieron las armas.

Los yihadistas nos temen especialmente porque saben que si les mata una mujer no alcanzarán el paraíso

“Como kurda, yo no podía aceptar que violaran, torturaran, decapitaran a mis hermanas kurdas así que decidí alistarme”. Se lo cuenta a la agencia Reuters la comandante Haseba, que ha formado un pequeño ejército en Nawaran al norte de Irak. Haseba vivía con su marido en Turquía cuando el Daesh empezó a asaltar las primeras aldeas kurdas. Su marido huyó a Alemania y ella se puso a las órdenes de las fuerzas kurdas peshmerga, que ya llevaban dos años entrenando a mujeres como arma arrojadiza contra los radicales islamistas.

De hecho, las Unidades Femeninas de Protección creadas por el ejército kurdo para luchar contra el Daesh son especialmente temidas porque, como explica Haseba, "los yihadistas saben que si les mata una mujer no podrán ir al paraíso".

Un lucha histórica

La presencia de las mujeres en las fuerzas peshmerga del Kurdistán no es nada nuevo. Los libros de historia las sitúan ya en las luchas contra el Imperio Otomano primero, el Británico después y, más recientemente, contra el Baazismo de Sadam Hussein.

De aquella época son los recuerdos de Hero Ibrahim, una mujer de 67 años, que en los 80 luchó junto a su marido y sus hermanos, miembros de la Unión Patriótica del Kudistán, contra las tropas iraquíes: "Eramos unas cincuenta mujeres, explica, y en teoría todas íbamos acompañando a nuestros maridos...pero también es cierto que a todas nos habían educado en la igualdad entre hombres y mujeres".

El factor igualdad sigue pesando mucho en las milicias femeninas de estos días. La mayoría de las guerrilleras entrevistadas mencionan (cada una a su manera) la dimensión pedagógica de su lucha, no sólo porque vengan a esas otras mujeres sometidas y anuladas por el Daesh sino porque promueve además la igualdad en una región donde a los derechos de las mujeres les queda casi todo por recorrer.

"No van de floreros", asegura Hero, que afirma que son "muy valientes" que conoce a muchas de ellas y afirma que están "más implicadas en la lucha" de lo que estuviaron ellas, "la anterior generación".