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Los drones abarcarán en una década el 10% del mercado total de la aviación

  • En España, la Agencia de Seguridad Aérea ya ha registrado 1.249 pilotos
  • El organismo ha abierto 35 expedientes sancionadores por su mal uso
  • Interior alerta del riesgo de drones para la intimidad y edificios oficiales

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El modelo más habitual de drones es del de menos de 25 kilos al despegue.
El modelo más habitual de drones es del de menos de 25 kilos al despegue.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, tiene registrados 1.249 operadores para pilotar 'drones' de menos de 25 kilos al despegue y cinco de ellos por encima de ese peso, según sus datos hasta el 15 de abril.

La directora general de la AESA, Isabel Maestre, ha afirmado que en diez años, este mercado abarcará un 10% del mercado total de la aviación. De hecho, Maestre asegura que su desarrollo es tan rápido, que el registro de los operadores habilitados para manejar aviones no pilotados se actualizan todos los viernes.

No obstante, actualmente el 22% del uso que se está destinando a los aviones no tripulados es para salvamento, ha explicado durante su intervención en la jornada 'Drone Industry Summit', celebrada en la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) en Madrid.

Así, ha puesto como ejemplo el prototipo de dron español, de 80 kilos de peso, dedicado a la vigilancia forestal. Maestre ha aclarado que el modelo más habitual es del de menos de 25 kilos al despegue y, por lo tanto, es el que más se está desarrollando.

Un sector de mas de13.000 millones de euros

En esta línea, el director de relaciones institucionales de Kreab Iberia, Jaime Olmos, ha afirmado que el sector de los drones mueve 15.000 millones de dólares (13.237,3 millones de euros) a nivel global.

El objetivo de España en este mercado debe ser el de convertirse en un 'hub' mundial, ha opinado Olmos, que ha instado a atender las normativas en este ámbito en Bruselas. "Nunca una tecnología había unido tantos ámbitos tan diferentes. Los drones nos van a hacer la vida más sencilla", ha afirmado Olmos.

El objetivo de España en este mercado debe ser el de convertirse en un 'hub' mundial.

Como ejemplo, en España Inaer e Indra se han asociado con la Xunta para desarrollar el polo tecnológico de aviones no tripulados del aeródromo de Rozas, en Lugo, cuya inversión cofinanciada ascenderá a 115 millones de euros, y generará 600 puestos de trabajo directos e indirectos.

Formación de pilotos

También ha señalado que la formación de este tipo de pilotos es "muy importante", por lo que actualmente, hay 65 escuelas u organizaciones de formación (ATOs), que ofrecen cursos para el control de 'drones', así como 89 organismos y fabricantes que ofrecen formación práctica.

La normativa en vigor, aprobada en julio de 2014, recoge que las operaciones con los aviones no tripulados tienen que ser dentro del campo visual del piloto y fuera de espacios aerocontrolados y lejos de infraestructuras.  Los drones deben volar por debajo de 120 metros y a una distancia máxima de 500 metros del piloto.

Hasta la fecha, la AESA ha abierto 35 expedientes sancionadores por el mal uso de estos aparatos por valor de 250.400 euros. Está considerado como mal uso la interferencia en las comunicaciones, poner en peligro el aterrizaje de aviones, sobrevolar centrales nucleares, grabar servicios militares sin permiso autorización o poner en riesgo la vida de los ciudadanos.

Vacío legal

La directora general de la AESA ha señalado que la normativa europea para aviones no tripulados de más de 50 kilos verá la luz dentro de tres años aproximadamente, pero que también se quiere regularizar los de menor peso.

Por ello, países como España o Reino Unido están creando su normativa propia ante el "vacío legal" porque es "una necesidad". También ha puntualizado que tampoco hay mucha normativa a nivel mundial y que España está siendo pionera en este ámbito.

Maestre ha explicado, sin especificar fecha, que el nuevo Real Decreto tendrá unas directrices comunes que estén acordes con las regulaciones que haga Bruselas para que cuando estas últimas vean la luz, la adaptación de la normativa europea sea "suave". Además, la nueva normativa integrará el derecho a la intimidad de la persona.

En la próxima normativa, los aviones no tripulados de menos de 10 kilos deberán volar a un máximo de diez metros del piloto y antes de operarlo tendrán que tener la autorización de la AESA. Por su parte, las aeronaves de más de dos kilos tendrán un estudio de seguridad específico.

Operaciones nocturnas

Las operaciones nocturnas deberán antes haber pasado un estudio de seguridad,  que incluye los posibles riesgos y medidas de mitigación en caso de fallo, por parte de la entidad que quiera gestionarlo y después será la AESA la que hará este mismo proceso.

La futura normativa está promovida por el Ministerio de Fomento, pero en colaboración con otros ministerios, donde se han creado tres comisiones de estudio: la regulación de las operaciones y la seguridad operacional, la vertiente tecnológica y la promoción de la industria, que incluye tanto a los fabricantes como a los operadores.

Riesgo para la intimidad y edificios oficiales

Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha advertido de los riesgos de las aeronaves no tripuladas o drones, entre ellos la invasión de la intimidad de las personas y el ataque a edificios oficiales, y ha abogado por una normativa internacional en la materia.

Martínez que ha clausurado el seminario 'Drone Industry Summit',  ha insistido sobre los "usos criminales" de los drones como ataques a edificios oficiales o a sistemas de seguridad.

En la actualidad existen en España 2.600 aeronaves no tripuladas registradas y 1.212 operadores de menos de 25 kilos.

En la actualidad existen en España 2.600 aeronaves no tripuladas registradas y 1.212 operadores de drones de menos de 25 kilos cuya principal actividad es la fotografía y las filmaciones aéreas.

La filmación de las instalaciones, los ataques con armas o explosivos e "incluso" utilizar un dron como proyectil", son algunos de los posibles ataques que pueden sufrir los edificios oficiales, según Martínez. La capacidad para filmar imágenes, sonidos y señales, y la captura de todo tipo de información y datos, constituyen "posibles amenazas" en la esfera de la intimidad.

La versatilidad para incorporar dispositivos como armas o explosivos a la infraestructura de los drones empleados en el ámbito del terrorismo, es, a su juicio, "un gran desafío en nuestra sociedad". "Un uso negligente y con finalidad criminal supone en la actualidad un riesgo para la seguridad y en particular, para el espacio aéreo", ha añadido durante su intervención, en la que ha subrayado que "es necesario afrontar los retos de los grandes avances tecnológicos".

Martínez ha instado al desarrollo de una normativa internacional para aportar "seguridad jurídica a toda la ciudadanía" al ser un sector "todavía incipiente y provisional" en España.