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España fue el segundo país de la OCDE que más bajó la presión fiscal a los trabajadores en 2015

  • Cayó 1,16 puntos porcentuales hasta el 39,6% para un trabajador sin hijos
  • España supera la media en 3,7 puntos para los individuos y en 7,1 para las parejas
  • El diseño del sistema fiscal desincentiva el trabajo femenino, según la OCDE

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El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

La presión fiscal sobre el empleo en España alcanzó de media en 2015 el 39,6% de los costes laborales para un trabajador sin hijos, lo que supone una bajada de 1,16 puntos porcentuales con respecto al año anterior, el segundo mayor descenso entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

De este modo, España se mantiene en decimotercera posición entre los 34 miembros de la organización, aunque 3,7 puntos porcentuales por encima de la media del 35,9% del conjunto de la OCDE, según refleja la última edición del informe anual Taxing Wages.

La bajada de la presión fiscal en España en 2015 fue la segunda mayor entre los países de la OCDE, solo por detrás de la caída de 1,27 puntos porcentuales de Grecia y por delante del descenso del 1% de Estonia.

Durante el año pasado, la presión fiscal subió en 24 de los países de la OCDE, con los mayores repuntes en Portugal (0,86%), Italia (0,76%) y Australia (0,69%), mientras bajó en ocho países y se mantuvo estable en Chile y Hungría.

Mayor presión fiscal en Bélgica

El informe de la OCDE revela las grandes diferencias en la presión impositiva que soportan los trabajadores de los países miembros. En el caso de trabajadores solteros sin hijos a su cargo e ingresos medios, la mayor presión fiscal corresponde a Bélgica (55,3%), Austria (49,5%), Alemania (49,4%) y Hungría (49%), mientras la menor carga se registraba en Chile (7%), Nueva Zelanda (17,6%) y México (19,7%).

En el caso de las parejas casadas con dos hijos y una única fuente de ingresos en línea con la media nacional, la mayor presión fiscal se registró en Francia (40,5%), Bélgica (40,4%) e Italia (39,9%), mientras que la menor correspondió a Nueva Zelanda (4,9%), Chile (7%) e Irlanda (9,5%).

Por su parte, en España, la presión fiscal sobre las parejas casadas con dos hijos y una única fuente de ingresos en línea con la media nacional se situó en 2015 en el 33,8% de los costes laborales, un 1,12% por debajo del dato de 2014, frente al 39,6% de los trabajadores solteros sin hijos a su cargo. La media de la OCDE se situó en el 26,7%, lo que significa que las parejas españolas soportan 7,1 puntos porcentuales más de presión fiscal que el promedio.

El diseño del sistema fiscal desincentiva el trabajo femenino

La OCDE denuncia que el diseño de los sistemas fiscales que favorecen la tributación conjunta sobre la individual desincentivan el trabajo de la persona que aporta ingresos en menor cuantía, en su mayoría mujeres. Eso significa que el segundo contribuyente se ve gravado a una tasa mayor que si hiciera una declaración individual.

El director del centro de política y admibistración fiscal de la OCDE, Pascal Saint-Amans, subraya que "un nivel elevado de presión fiscal sobre los segundos aportadores de ingresos, principalmente mujeres, quita las ganas de trabajar". Añade que "los responsables políticos deberían consideran la igualdad entre hombres y mujeres a la hora de concebir el sistema fiscal", o por lo menos, "tendrían que esforzarse más para que el diseño impositivo no exacerbe la desigualdad existente entre géneros".

La OCDE destaca en su informe que a lo largo de los cinco últimos años, la presión fiscal sobre el empleo ha aumentado en 24 países y bajado en nueve de sus miembros.