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Costa presenta un Gobierno para "pasar página de la austeridad" entre las críticas del presidente portugués

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Antonio Costa, durante la ceremonia de toma de posesión como primer ministro en el Palacio Ajuda en Lisboa.
Antonio Costa, durante la ceremonia de toma de posesión como primer ministro en el Palacio Ajuda en Lisboa.

El primer ministro de Portugal, António Costa, que ha sido investido este jueves por el presidente Aníbal Cavaco Silva, ha asegurado que el nuevo Gobierno que encabeza cuenta con total legitimidad y con un programa para "pasar página de la austeridad".

"El Gobierno que hoy aquí toma posesión no es un Gobierno temeroso del futuro (...), que no haya la mínima duda, es un Gobierno seguro", ha dicho Costa en su primer discurso dirigido a la nación como jefe del Ejecutivo.

El primer ministro ha lanzado este mensaje en el Palacio Nacional de Ajuda, en Lisboa, tras la investidura de todo su equipo de gobierno, compuesto por 17 ministros y 41 secretarios de Estado, en una ceremonia presidida por Cavaco Silva.

Una alternativa "realista, cuidadosa y prudente"

En su alocución, Costa ha hecho un llamamiento al fin de la crispación, y ha prometido moderación y respeto por los compromisos internacionales asumidos por el país.

Portugal no avanza con "radicalizaciones", ha dicho, antes de añadir que el nuevo Ejecutivo va a guiarse por la moderación y la aplicación de una política alternativa a la de la austeridad. Y será una alternativa "realista, cuidadosa y prudente", ha asegurado, intentando disipar las dudas de quienes creen que su alianza inédita con marxistas y comunistas no va a ser estable.

[Estos son los puntos del programa político antiausteridad

El propio Cavaco Silva ha pedido al nuevo Gobierno que cumpla los compromisos económicos y ha vuelto a expresar serias dudas sobre la solidez del acuerdo parlamentario que logró con la izquierda radical. Son acuerdos que no incluyen "algunos puntos esenciales como los de estabilidad política y la capacidad para durar en el tiempo", puntos sobre los que las dudas "no fueron totalmente disipadas", ha dicho el jefe de Estado en su discurso en la ceremonia de investidura.

"Se exige al Gobierno el respeto a las reglas europeas de disciplina presupuestaria", ha añadido el presidente en una dura alocución, en la que también ha alertado de que no debe caerse en la tentación de aumentar el gasto público.

Cavaco Silva ataca el programa económico del nuevo gobierno

El jefe de Estado ha dejado constancia de sus dudas en torno a la capacidad de maniobra del Ejecutivo minoritario de Costa, que llegó a acuerdos con el Bloque de Izquierda (aliado en la UE a Syriza y Podemos), con el Partido Comunista Portugués (PCP) y con los ecologistas Los Verdes.

"No se debe caer en la ilusión de pensar que un país como Portugal pueda prescindir de la confianza de los inversores y las instituciones internacionales", ha constatado Cavaco Silva, quien finalmente optó por llamar a Costa para formar Ejecutivo, frente a la opción de dejar al conservador Pedro Passos Coelho en funciones durante varios meses.

El presidente, conservador, ha avisado de que no abdicará de ninguno de los poderes que le confiere la Constitución, aunque ha asumido que, por estar en fin de mandato, no podría disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, como ha insinuado que era su deseo. Y ha citado varios informes de organismos nacionales e internacionales en los que se alerta del peligro que entrañaría un aumento del gasto público, en una alusión al plan económico de la izquierda. Además, ha hecho "un reconocimiento público por los servicios prestados (al Ejecutivo saliente de Passos Coelho) al país en circunstancias muy difíciles".

Portugal tiene nuevo Gobierno 53 días después de las elecciones legislativas del 4 de octubre, en las que los socialistas quedaron segundos, seis puntos por detrás de los conservadores.

Sin embargo, el inédito acuerdo alcanzado con el resto de fuerzas de izquierda les permitió derribar, en su primer paso por el Parlamento, al Ejecutivo de Pedro Passos Coelho, que no duró ni un mes, lo que le convirtió en el más breve de la historia de la democracia lusa.

Un Ejecutivo muy político con comunistas y marxistas

El Gobierno de Costa es el vigésimo primero desde la llegada de la democracia a Portugal, en 1974, y supone el regreso de los socialistas al poder después de cuatro años en la oposición.

Se caracteriza por el marcado carácter político de la mayoría de sus miembros, entre los que se incluye una mujer negra, Francisca Van Dunem, al frente de la cartera de Justicia, y una invidente, Ana Sofía Antunes, encargada de la secretaría de Estado de inclusión de personas con deficiencia. Cuenta además con un matrimonio, el compuesto por el ministro adjunto, Eduardo Cabrita, y la ministra del Mar, Ana Paula Vitorino.