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'Nahid', la lucha de una mujer atrapada entre el Irán tradicional y el Irán moderno

  • La cineasta Ida Panahandeh presenta en Valladolid su admirable ópera prima
  • "En Irán el hombre tiene todas las de ganar en los divorcios", dice en una entrevista para RTVE.es

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60 SEMANA INTERNACIONAL DE CINE DE VALLADOLID (SEMINCI)

Las tensiones políticas y titulares de prensa distorsionan (o fijan un sentido unívoco de) la imagen mental que evocan palabras como Irán o Islam. O como mujer musulmana. Por eso películas como Nahid, ópera prima de la cineasta iraní Ida Panahandeh ofrecen al espectador occidental el plus de abrir una ventana a realidades desconocidas. Tras pasar por Cannes, la cineasta ha presentado su obra en la Seminci de Valladolid, donde compite por la Espiga de Oro.

Pero, como sucedía con la extraordinaria Nader y Simin, una separación, de Asghar Farhadi (Oscar a mejor película de habla no inglesa en 2012), la película de Nahid no necesita polémicas añadidas. Es una narración madura sobre personajes complejos, apoyada en una trama que denuncia de paso la situación de indefensión de la mujer en los divorcios iraníes.

La protagonista, Nahid, es una madre divorciada, con un rebelde hijo preadolescente, y en una delicada situación económica. Su nueva pareja, un hombre adinerado, le urge a casarse, pero ella teme que su exmarido aproveche la ley que le permite quitarle la custodia del hijo si se vuelve a casar.

“Me gustaría destacar que, estadísticamente, el número de divorcios en Irán es increíblemente alto. Es tan sencillo como hacer una devolución”, dice Panahandeh en una entrevista para RTVE.es. “Pero el problema principal es que no son divorcios pacíficos sino dramáticos. El problema principal es que en nuestro país el hombre tiene todas las de ganar en los divorcios. El mantenimiento económico del niño recae en el hombre, pero también le dan la posibilidad de decidir. Y si un padre quiere vengarse, se venga”.

Nahid no es una película denuncia, sino un retrato de la complejidad humana y de la naturaleza del amor. “No quería demostrar gran cosa, solamente que dentro de cada ser humano, da igual si es hombre o mujer, existen dos tipos de personalidades que son diferentes y que, por circunstancias de la vida, esas personalidades empiezan a luchar entre ellas".

El personaje protagonista se inspira en su propia madre. “A los 22 años perdió a su marido y tuvo que cuidar de dos hijos, vivir como una monja y renunciar a todo. Por eso imaginé una mujer que fuera lo contrario: que no acepte el sacrificio. Y también porque yo no podría hacer lo que hizo mi madre”.

Nahid es una muestra más de que la cinematografía iraní sigue en la primera división del cine de autor. Tal vez por eso Panahandeh se muestra cansada de que muchas entrevistas viren a la política y de que tenga que opinar de (o directamente explicar) cuestiones que no atañen a su persona o su película. Y se pone la venda antes de la pregunta e insiste en que en Irán hay, proporcionalmente, más mujeres directoras que en EE.UU, y que, aunque el guion deba pasar por un despacho ministerial, no tuvo problemas de censura.

La película retrata las tensiones de la una sociedad tradicional que convive con una sociedad más abierta. “En esa transición pasan cosas extrañas como las que muestro” afirma antes de avisar: “Es curioso cómo funciona la información: En Europa no conocen Irán, pero el pueblo persa tiene información muy completa de lo que pasa fuera”. Una razón más para anotar Nahid en la lista de películas obligatorias de este año.