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Egipto inicia sus elecciones parlamentarias, las primeras tras el golpe de estado que desbancó a Morsi

  • Los comicios se prolongarán previsiblemente hasta el próximo 2 de diciembre
  • Están marcados por la ausencia de los ilegalizados Hermanos Musulmanes
  • La oposición teme un nuevo Parlamento al servicio de Al Sisi

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Arrancan en Egipto las primeras elecciones desde el golpe de Estado

Los colegios electorales de 14 de las 27 provincias de Egipto han abierto sus puertas en el primer día de comicios parlamentarios, que se celebrarán en dos fases y concluirán en diciembre próximo.

La votación ha comenzado a las 9.00 hora local (7.00 GMT), según pudo constatar Efe, en el colegio Al Qaumia al Mushtaraka del barrio cairota de Dokki, donde varios electores esperaban para depositar su voto.

La participación es una de las grandes incógnitas de esta cita electoral, que tiene lugar tres años después de que se disolviera el anterior Parlamento y sin la participación de los Hermanos Musulmanes -declarados grupo terrorista-.

El presidente Abdelfatah al Sisi, en el poder tras desbancar en golpe de estado al islamista Mohamed Morsi el 3 de julio de 2013, ha instado a los egipcios a una votación masiva para designar los representantes del nuevo Parlamento después de tres años sin Asamblea Legislativa.

Unos 27 millones de egipcios están llamados a las urnas en esta primera fase, que dura dos días. La segunda fase se celebrará los próximos días 27 y 28.

Entre las provincias incluidas en la primera etapa electoral figuran Guiza (al oeste de El Cairo), la mediterránea Alejandría y las sureñas de Luxor y Asuán.

Despliegue policial

El Ejército y la Policía egipcias han desplegado para garantizar la seguridad de los comicios más de 180.000 efectivos cada uno.

El nuevo Parlamento será unicameral y llenará el hueco causado por la disolución de la Asamblea Legislativa en 2012 y del Senado en 2013, lo que permitió en este último año al presidente, Abdelfatah al Sisi, gobernar sin contestación y a base de decretos.

De los 596 escaños, solo 120 están destinados a representantes de partidos, aunque estos también presentan a sus miembros para competir por los 448 asientos que ocuparán candidatos individuales. Otros 28 diputados serán designados por Al Sisi.

Los partidos se han unido en nueve grandes coaliciones, entre las que se perfila como favorita 'Por el amor de Egipto', encabezada por un antiguo general del Ejército, Sameh Seif al Yazal, y apoyada por el empresario cristiano Naguib Sawiris.

También destaca la 'Lista de Egipto', liderada por el último primer ministro de la era de Mubarak, el general Ahmed Shafiq, que al igual que la anterior alianza es partidaria de Al Sisi.

Por su parte, la mayoría de partidos izquierdistas y defensores de los valores de la revolución de 2011 concurren con candidatos individuales ante las dificultades para formar una coalición.

La única formación islamista que se presenta a los comicios es el partido salafista Al Nur, que respaldó el golpe militar contra Morsi, pero que solo aspira a lograr entre un 15 y un 20 por ciento de los escaños.

La elección del nuevo Parlamento podrá llenar el vacío de estos últimos tres años en los que no ha estado en funcionamiento y en los que Al Sisi ha gobernado a base de decretos.

Modificar la Constitución

Tras el golpe de estado, Al Sisi y las fuerzas políticas que le apoyaron se propusieron la redacción de una nueva Constitución, que fue aprobada en referéndum en enero de 2014.

La Carta Magna reforzó el papel de las Fuerzas Armadas y otorgó grandes poderes al futuro Parlamento, como aceptar al primer ministro propuesto por el presidente del gobierno o elegir a otro si no es de su agrado.

Sin embargo, el hecho de la posible proximidad de muchos de los diputados al antiguo régimen de Hosni Mubarack ha hecho que Al Sisi se plantee modificar estos artículos y limitar el poder del Parlamento.

Mano dura

En los más de dos años que han pasado desde el golpe militar contra Morsi, Al Sisi (primero como jefe del Ejército y a partir de 2014 como presidente) ha mantenido una dura política de represión contra los opositores, especialmente contra los islamistas.

Así, los Hermanos Musulmanes han sido uno de sus principales objetivos. Esta organización fue declarada grupo terrorista en 2013 y miles de sus miembros y simpatizantes han muerto a causa de represiones policiales en sus protestas o condenados a penas de cárcel o de muerte.

También la política del presidente egipcio ha estado dirigida contra el Estado Islámico y otros grupos yihadistas.