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El Estado Islámico mata a 22 personas en varios ataques contra el Gobierno y los rebeldes hutíes en Yemen

  • Once soldados yemeníes y cuatro emiratíes han muerto en cuatro ataques suicidas
  • Tenían como objetivo la sede del Ejecutivo y la coalición que lidera Arabia Saudí
  • En la capital, controlada por los rebeldes hutíes, otro ataque ha matado a siete personas
  • La rama del autodenominado Estado Islámico en Yemen ha reivindicado los atentados

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Humareda sobre el hotel Al Qasr, en Adén (Yemen), sede del gobierno provisional. REUTERS
Humareda sobre el hotel Al Qasr, en Adén (Yemen), sede del gobierno provisional. REUTERS

La rama del autodenominado Estado Islámico que opera en Yemen ha matado este martes a 22 personas en una serie de atentados dirigidos tanto contra el Gobierno provisional y la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, que le respalda, como contra los rebeldes hutíes que disputan el poder.

En una primera oleada de atentados cometidos en Adén, 15 soldados de la coalición internacional y milicianos progubernamentales han fallecido en los ataque suicidas dirigidos contra el hotel Al Qasr, que alberga la sede provisional del Gobierno; un cuartel de las fuerzas emiratíes en la zona de Al Briqa, a pocos kilómetros del establecimiento; y una base militar de milicias progubernamentales y fuerzas de la coalición árabe.

Estos ataques han sido reivindicado por la rama del autodenominado Estado Islámico en las provincias meridionales yemeníes de Adén y Abián en un comunicado difundido en internet, en el que el grupo terrorista se ha atribuido "cuatro ataques suicidas contra una concentración de oficiales y militares saudíes, emiratíes y yemeníes en Adén". En este sentido, el comunicado reseñaba un cuarto ataque, esta vez perpetrado con otro vehículo blindado explosivo contra la sede de la administración militar emiratí.

Atentado suicida en la zona controlada por los rebeldes hutíes

En cualquier caso, el primer ministro yemení, Jaled Bahah, y los miembros de su gabinete han resultado ilesos de los atentados, si bien han fallecido once yemeníes y cuatro emiratíes de la coalición internacional, además de causar un número indeterminado de heridos.

Posteriormente, el Estado Islámico ha reivindicado otro atentado suicida contra la mezquita de Al Nour, en Saná, la capital del país, que continúa bajo el control de los rebeldes hutíes. La agencia yemení de noticias Saba, controlada por los hutíes, ha informado de que la cifra provisional de víctimas es de siete muertos y doce heridos.

Los terroristas del Estado Islámico, de credo suní, se oponen tanto al Gobierno provisional, respaldado por la coalición que lidera Arabia Saudí y por Estados Unidos,como a los rebeldes hutíes, de confesión chií.

Un país fragmentado

Sin embargo, hasta la reivindicación del grupo terrorista, tanto el gobierno provisional yemení como la agencia oficial de noticias emiratí WAM habían culpado a los hutíes.

Arabia Saudí lidera la alianza que desde marzo pasado bombardea a los rebeldes hutíes y que está integrada, entre otros países, por Emiratos Árabes Unidos (EAU). A principios de septiembre, un ataque de los hutíes contra una base de las tropas de la coalición árabe causó la muerte a al menos 60 soldados: 45 emiratíes, diez saudíes y cinco bareiníes.

Los insurgentes, que controlan el norte del país incluida la capital Saná, se levantaron en armas el pasado septiembre tras acusar al presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, y a su Ejecutivo de entorpecer la aplicación del acuerdo de reconciliación alcanzado por distintas fuerzas yemeníes.

Un año después de la invasión de los rebeldes hutíes de Saná, el caos sigue reinando en un país arrasado por combates y bombardeos protagonizados por partidarios y detractores de Hadi, que cuenta con el respaldo de la coalición liderada por Arabia Saudí.