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Álex Santaló refleja su lucha contra el cáncer en el cómic '17. Vivir, revivir, sobrevivir'

  • Un libro en el que narra las dos ocasiones en que ha sufrido esa enfermedad
  • Y que Álex dedica a "los que estuvieron a mi lado en esos momentos"

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Fragmento de la portada de '17. Vivir, revivir, sobrevivir'
Fragmento de la portada de '17. Vivir, revivir, sobrevivir'

El dibujante Álex Santaló (Santa Coloma de Gramanet, 1977) se enfrentó a la muerte, con sólo 17 años, cuando le diagnosticaron un cáncer que estaba bastante avanzado. Tras una larga pelea logró superarlo, pero años después le diagnosticaron otro tumor. Una experiencia que ha decidido compartir en el cómic 17. Vivir, revivir, sobrevivir (Panini), por si le resultase útil a alguien que pase por su misma situación. Una visión realista de la enfermedad, pero siempre positiva e incluso humorística. Y que cuenta con un prólogo del exfutbolista del F.C Barcelona Eric Abidal, que también superó un cáncer y pudo seguir jugando al fútbol.

“El cómic –nos comenta Álex- relata las dos veces que he tenido cáncer. La primera cuando tenía 17 años y la segunda a los 34, y cómo lo afronté en las dos ocasiones. Y de como en ambos casos, los cómics, el cine y la fantasía en general me ayudaron a pasar esos momentos dramáticos de la mejor manera posible. Y sobretodo, el cómic es un agradecimiento a todos los que estuvieron a mi lado: familia, amigos y doctores”.

Una experiencia que ha decidido plasmar, en su primer cómic como autor completo, en parte como terapia. “Fue algo bastante inconsciente y automático –asegura el dibujante-. Si pensarlo mucho me encontré escribiendo mi experiencia y transformándola en un guión. Así que sí creo que algo de terapéutico debe tener, ya que lo hice de forma instintiva y supongo que me lo pedía el cuerpo. Pero durante el proceso, sí que me dí cuenta que tal vez podía servirle a alguien que estuviera pasando por algo parecido o tuviera a alguien cercano enfermo. Podía expresar que, aunque la situación es dramática, siempre hay momentos para la risa y para apartar de la cabeza lo que está pasando y que los días se hagan más cortos”.

Álex también nos confiesa lo importante que ha sido para él que Eric Abidal aceptase escribirle el prólogo: “Yo soy muy aficionado al futbol, y casi desde el momento que decido avanzar con este proyecto, lo tengo a él en mente para que me escriba el prólogo. Y aunque me parecía imposible poder llegar a ponerme en contacto con él, lo conseguí de una forma bastante curiosa. Colaboro ilustrando artículos en la web de Martí Perarnau. Y en la presentación de su libro Herr Pep, estuvimos hablando y le comenté el proyecto y si veía factible llegar a Abidal. Martí hizo todo el trabajo. Le comentó mi historia a Guardiola y éste se la hizo llegar a Abidal, quien se puso en contacto conmigo”.

El cáncer a los 17 y a los 34

Pero… ¿Cómo se vive esta enfermedad a los 17 y a los 34 años? “De forma muy diferente –nos contesta Álex-. A los 17 estás aprendiendo a vivir, es el momento de tomar decisiones y empezar la vida adulta, y de repente tienes un parón que no puedes entender. Sin más explicaciones, te ha tocado la lotería del cáncer y pasas un año en boxes. Por suerte, la familia y los amigos estuvieron allí para hacer que el proceso fuera lo más fácil y cómodo posible. A los 34 ya tienes la vida estructurada, los padres no juegan un papel tan importante, aunque están allí, y el relevo lo toma tu pareja. Y aunque el hecho de haberlo superado una vez, y haberlo detectado antes, hace que el proceso no sea tan complicado; sigues necesitando gente alrededor”.

En el cómic, Álex llega a dibujarse como un zombie porque asegura que se sintió casi como uno de ellos: “Sí. Tras meses de quimioterapia, el cuerpo se agota. Te arrastras y te dejas llevar arriba y abajo. Las últimas sesiones de quimioterapia se han convertido en una nebulosa de habitaciones de hospital en mi memoria, y supongo que así debe ser la vida de un zombie. Sin el apetito por los cerebros”.

Álex ha ganado la batalla en las dos ocasiones, en parte por “La gente que estuvo a mi alrededor –asegura-. También es importante el hecho de tener una rutina diaria basada en radio, tele y lectura de cómics, hizo que los días se hicieran más cortos y más divertidos. La capacidad de poder evadirte y meterte en otras realidades sirve para pensar en otras cosas, para olvidar por esos momentos lo que estás pasando. Y ayuda, muchísimo. Y los cómics de forma especial. Ya formaban parte de mi dieta cultural desde hacía bastantes años, y seguir leyéndolos a diario, era una forma de que las cosas no cambiaran demasiado comparando con cuando no estaba enfermo”.

Dibujando la lucha contra la enfermedad

El cómic incluye algunos extras muy interesantes en los que Álex nos comenta cómo encontró el tono y el estilo para contar su experiencia: “El hecho de que mis cómics anteriores fueran de corte más humorístico, o adaptándome al estilo de otros autores, hizo que me costara encontrar un estilo en el que me encontrase cómodo explicando esta historia. Hice muchas pruebas con estilos más cartoon y con estilos más realistas. Y el solo hecho de ir probando e ir dibujando páginas me hizo llegar de forma casi natural a éste”.

Un proceso en el que también decidió combinar el blanco y el negro con el color: “Durante el proceso de encontrar el estilo adecuado –confiesa-, me quedó claro que la historia tenía que ser en blanco y negro. Creo que aporta el dramatismo visual que tiene que tener una historia así, y permite que contraste con los toques de humor que hay de vez en cuando. Y también me dan la oportunidad de introducir el color en los momentos en los que la imaginación y los mundos fantásticos entran en acción. Dejando claro al lector, dónde está la línea entre realidad y ficción”.

Finalmente hemos preguntado a Álex por sus futuros cómics: “Estoy trabajando en un par de proyectos, de nuevo con guionistas, de los que no hablaré mucho por esta superstición que tenemos los dibujantes de no gafar los proyectos. Y seguir vivo; porque, [spoiler alert] el protagonista del cómic sobrevive a las dos historias con el cáncer”.