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La presidenta de Argentina, imputada por el encubrimiento del atentado que denunció Nisman

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La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha sido imputada en la causa que investiga la denuncia presentada por el fallecido Alberto Nisman por presunto encubrimiento de supuestos terroristas iraníes, según el requerimiento que ha presentado el fiscal Gerardo Pollicita este viernes.

En el documento se solicita al juez que se investigue la existencia de "un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní" sospechosos de cometer un atentado en 1994 con coche bomba contra la sede de un centro judío en Buenos Aires. El objetivo es que eludiesen la investigación y se sustrajesen de la acción de la justicia argentina.

Esta "confabulación", según los hechos descritos por el fiscal en el requerimiento, habría sido orquestada y puesta en funcionamiento por las altas autoridades del gobierno nacional argentino. Por lo que también se procede a imputar al ministro de Exteriores, Héctor Timerman, al ex Fiscal Federal, Héctor Luis Yrimia, al diputado Andrés Larroque y a varios dirigentes más.

El presunto delito del que se les acusa es encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la especial gravedad de los hechos y por la calidad de funcionarios públicos de los acusados. Pollicita también considera que los hechos podrían ser considerados como impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Para lograr un acercamiento geopolítico con Irán

El atentado, el mayor cometido contra Argentina, tuvo lugar en la Asociación Mutual Israelíta-Argentina (AMIA) y causó 85 muertos y 300 heridos. En 2007, Interpol dictó orden de arresto contra cinco ciudadanos iraníes como principales sospechosos, a pesar de que Irán siempre ha negado cualquier implicación.

Pollicita parte de la denuncia presentada el pasado mes de enero por el fallecido fiscal Alberto Nisman, en la que se acusaba a la presidenta argentina de tomar personalmente la decisión de encubrir a los imputados para facilitar un acercamiento geopolítico, intercambios comerciales con la República Islámica de Irán y obtener petróleo en condiciones ventajosas.

En el requerimiento, en el que se detalla todo el proceso de la investigación del atentado y la evolución de las relaciones entre los gobiernos de Argentina e Irán, se apunta, que según las pesquisas realizadas por Nisman, el ex presidente Néstor Kirchner, al contrario que Cristina Fernández, sí mantenía una "postura firme" y un claro apoyo a la causa judicial para investigar a los presuntos terroristas.

Las maniobras delictivas para impedir la investigación

Pero a partir de octubre de 2010, el gobierno argentino, ya presidido por Fernández, experimenta un "giro de 180 grados". A pesar de que el acercamiento político con Irán no es objeto de la denuncia -es una cuestión discrecional del Poder Ejecutivo argentino-, sí lo eran las "maniobras delictivas" para impedir a la justicia investigar el atentado en la sede de la AMIA.

La denuncia de Nisman ya apuntaba que el propio ministro de Exteriores, durante los primeros meses de 2011, hizo saber al gobierno de Teherán que las autoridades argentinas estaban dispuestas a renunciar a la investigación del caso a cambio de restablecer las relaciones entre ambos estados.

A partir de este momento, los países comienza una nueva etapa de negociaciones, y es en este momento cuando -siempre según la investigación del fiscal fallecido-, se orquesta el plan criminal: desviar las pesquisas judiciales para desvincular a los imputados iraníes, e incluso intentar suspender las órdenes internacionales de búsqueda y captura.