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Una exposición prolongada a la contaminación puede aumentar las crisis de niños asmáticos

  • El aumento de los niveles de dióxido de nitrógeno acentúa el asma
  • También la alergia, las infecciones víricas y el frío
  • Lo advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica

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Una doctora aplica un broncodilatador a un niño con asma.
Una doctora aplica un broncodilatador a un niño con asma.

Los niveles altos de sustancias contaminantes en el aire, procedentes del tráfico, pueden multiplicar el número de crisis en niños asmáticos y sus visitas a urgencias si la exposición se prolonga en el tiempo.

Así lo ha advertido la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), cuyos pediatras alergólogos han alertado de que los síntomas de los niños con rinitis y asma pueden empeorar e incluso requerir su ingreso hospitalario porque se multiplica la irritación de las vías aéreas.

Esto favorece que se inflamen estas vías, potencia ciertos alérgenos ambientales, estimula la reacción alérgica, y facilita la acumulación de mucosidad.

En España, según esta sociedad, uno de cada diez menores sufre asma. El problema se acentúa si se exponen a la polución ambiental, la cual incrementa por condiciones atmosféricas como el frío, la falta de viento y la lluvia. Entre otros, aumentan los niveles de dióxido de nitrógeno procedentes del tráfico rodado.

Los niños, más sensibles a la polución

"Los niños son más sensibles que los adultos a este tipo de agentes contenidos en las emisiones de vehículos y otros combustibles", ha asegurado el coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria de la SEICAP, el doctor Javier Torres.

Un estudio español realizado en Barcelona, y publicado en la revista Environmental Monitoring and Assessment, demostró que los niños que circulan por la calle en sillas de paseo están más expuestos a la contaminación del aire y son más vulnerables a los efectos sobre su salud, que los adultos que caminan.

Por otro lado, estos agentes externos también pueden generar un estado de hiperactividad o hiperrespuesta bronquial en los niños con asma.

"Esto implica el agravamiento de los síntomas como la tos, las sibilancias, la sensación de ahogo o de opresión en el pecho que pueden desencadenarse en una crisis fuerte de asma que requiere asistencia urgente e incluso hospitalización", ha añadido el especialista.

Prevención de ataques de asma

Los especialistas de SEICAP para prevenir ataques de asma recomiendan evitar permanecer durante mucho tiempo en las zonas más contaminadas, en la medida de lo posible, no practicar actividades al aire libre, utilizar transporte público, y aumentar la atención de los niños con asma.

Los causantes más frecuentes del asma infantil son la alergia y las infecciones víricas, que a menudo pueden actuar como desencadenantes, así como el ejercicio, el aire frío, la exposición al humo de tabaco, el estrés, la risa, el llanto, los cambios climáticos, los olores fuertes, los humos o los ambientes cargados.

Por otro lado, durante el invierno también es habitual que se generen crisis de asma debidas a los ácaros de polvo ya que en las casas se tiende a acumular más debido a las calefacciones.

Además, la contaminación del aire también puede influir incluso en los niños sanos ya que puede aumentar el riesgo de desarrollar determinadas alergias respiratorias o el propio asma.

Por último, los especialistas insisten en que los niños con asma siempre lleven consigo los broncodilatadores pues el es tratamiento idóneo de rescate en el caso de sufrir un ataque de asma.