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David Rubín: "Aurora West es uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cómic"

  • El dibujante publica 'El momento de Aurora West', un Spin-off de 'Battling Boy'
  • "Es un regalo trabajar en un universo tan lleno de vida", asegura Rubín

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Fragmento de la portada de 'El momento de Aurora West'
Fragmento de la portada de 'El momento de Aurora West'

DAVID RUBÍN (Ourense,1977)

Estudia diseño gráfico y se lanza al mundo del cómic, la ilustración y la animación. Con su primera obra larga, 'El circo del desaliento' (Astiberri, 2006) es nominado como mejor autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona y gana el Primer Premio Castelao. Su segunda novela ráfica, 'La tetería del oso malayo' (Astiberri, 2006) es finalista del I Premio Nacional de Cómic, y recibe 4 nominaciones para el Salón del Cómic de Barcelona logrando el galardón al Autor revelación. 'Cuaderno de tormentas' (Planeta DeAgostini, 2008) y 'El Héroe' (Astiberri, 2013) también son nominadas en Barcelona, al igual que 'Beowulf' (2013), con guión de Santiago García, que también es finalista al premio Nacional de Cómic. Además ha codirigido Espíritu del bosque, un largometraje de animación en 3D, y ha adaptado al cómic Romeo y Julieta (SM, 2008), de Shakespeare y 'El monte de las ánimas' de Bécquer. Actualmente dibuja 'El momento de Aurora West'

Paul Pope (Battling Boy, Batman:Año 100) es uno de los grandes del cómic americano actual, ganador de cuatro premios Eisner. Y ahora se ha unido al dibujante español más espectacular, David Rubín (Beowulf, El Héroe), en El momento de Aurora West (DeBolsillo), una inyección de adrenalina y buen cómic que ya es una de las obras indispensables de este 2014 y que está arrasando en Estados Unidos.

Se trata de una precuela de la exitosa serie Battling Boy (DeBolsillo), de Pope, centrada en la joven Aurora West, hija del mayor héroe de la ciudad de Arcopolis, Haggard West, y de cómo se convertirá en una heroína. "Aurora West siempre me acompañará porque porque opino sinceramente que es uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cómic. Y he tenido la suerte de trabajar con ella en sus orígenes”.

"Creo -continúa Rubín- que en el cómic faltan personajes femeninos como Aurora, con carácter y que sirvan para enganchar a nuevos lectores jóvenes. Actualmente parece que el cómic de superhéroes está dirigido a cuarentones y creo que era necesario hacer un llamamiento a nuevos lectores, como ya se empezó a hacer con Battling Boy. Y también intentamos llegar al público adolescente femenino que lee manga, pero no le interesan los cómics europeos o de superhéroes, por falta de costumbre. Hemos intentado hacer un tebeo para todos los públicos, en el mejor sentido de la palabra, y dirigido especialmente a las chavalas".

Creando un nuevo universo

Este mundo está plagado de monstruos, los hombres están corrompidos, y hay un único héroe, Haggard West, que se enfrenta a ellos (por lo menos hasta la llegada del joven Battling Boy). Un fantástico universo en el que Rubín asegura que “Me he sentido como pez en el agua porque Paul y yo tenemos muchos puntos en común. El siempre ha sido una gran influencia para mí. Además, nos gustan las mismas cosas, coincidimos en nuestros gustos musicales, de cómic y de cine... Nos entendemos a la perfección”.

“Y reivindicamos la desmitificación del superhéroe por el lado más vulnerable y humano, para centrarnos en las emociones de los personajes -confiesa-. Aunque este sea un trabajo de encargo, la verdad es que lo siento como si fuera una obra muy personal”.

“Visualmente -continúa Rubín- trabajar en este universo es un regalo para cualquier dibujante, porque sólo tiene 200 páginas de vida (las de Batling Boy) y Paul me ha dado mucha libertad a la hora de añadir cosas, aunque siempre he intentado ser fiel al espíritu. Además, es un universo que no me exige mucha documentación, porque está plagado de referencias que me han acompañado toda la vida, como las primeras películas de Disney; los seriales pulp de los años cuarenta, como Flash Gordon o Doc Savage, o los cómics de superhéroes de los 60 y 70. De hecho esa magia de Kirby o Ditko es la que intentamos recuperar. Eran tebeos mágicos, mucho más desenfadados, y en los que todo era posible. Pero aunque eran historias mucho más locas que las de ahora, a la vez eran mucho más creíbles”.

Los villanos

Los monstruos del cómic son algunos de los más interesantes que hemos leído en mucho tiempo. Se dedican a secuestrar a niños (que desaparecen sin dejar rastro) siguiendo un misterioso plan. “Los monstruos son muy guais -asegura Rubín- por un lado son terroríficos, pero como el tebeo está dirigido a los chavales, tienen que tener ese punto de ser asquerosos pero, a la vez, que den un poco de risa. Ese punto patético que les hace divertidos y entrañables. Conseguirlo es complicado, pero siempre me ha encantado diseñar bichos raros y lo estoy disfrutando”.

“Además -continúa- este cómic me está sirviendo para investigar y añadir cosas a mi catálogo de recursos, que no había usado en cómics anteriores. Por ejemplo, me he inspirado bastante en el trabajo de Carl Banks, el dibujante definitivo de los patos de Disney y creador del Tío Gilito. Su obra me ha servido para lograr fundir ese estilo más caricaturesco, más blandito, con el mío, mucho más duro, y conseguir un término medio muy interesante”.

"Paul me ha dado mucha libertad"

David Rubín destaca la gran libertad que le ha dado Paul Pope: “La única indicación fue que los personajes que ya estaban creados como Aurora o Herbert West tenían que parecerse, igual que algunos escenarios... y nada más. Lo único que hice fue suavizar un poco mi estilo, que es más bestia, ya que los cómics iban dirigidos a un público adolescente”.

“Tuve la suerte -continúa- de que cuando comencé a dibujar este Spin off todavía no se había publicado Battling Boy y no sabía el enorme éxito que iba a tener. Por eso me lo tomé con mucha ilusión, como un proyecto que me apetecía mucho, pero sin el vértigo de saber que estaba trabajando con un éxito de ventas”.

Lo que más esfuerzo le supuso -confiesa- es: "Tener que volver a usar el blanco y negro, porque mis últimas obras (El Héroe, Beowulf) habían sido concebidas en color, y no es lo mismo. Eso me obligó a dibujar mucho más, a meter más detalles en los dibujos, porque luego no iba a disponer de ese complemento del color. Lo tenía que conseguir todo con la tinta. Y tampoco quise tener en cuenta el trabajo de Paul en battling Boy porque no quería copiarle, nuestros estilos ya se paprecen bastante como para encima copiarle".

También pasó de trabajar en el gran formato de Beowulf, a uno mucho más pequeño. "Fue una decision editorial, imagino que para asemejar el tebeo más al manga y entrarle un poco mejor a las lectoras adolescentes que consumen esos cómics japoneses. Creo que ese formato intenta llamar su atención tanto por el tamaño como por el blanco y negro".

"Paul y yo nos conocimos por Internet"

Pero ¿Cómo llegó Rubín a dibujar la serie revelación del año en EE.UU.?: “Paul y yo nos conocimos por Internet hace seis años por una cuenta de flickr. Le gustó mi trabajo y colaboré con él en una portada y un par de ilustraciones. Luego nos perdimos la pista durante un tiempo. Pero cuando saqué El Héroe 1 me escribió diciendo que dónde podía comprarlo, que le gustaría leerlo. Por supuesto se lo mandé y ahí quedó la cosa. Pasó un tiempo y casi me había olvidado, pero cuando estaba en la recta final de Beowulf, en 2013, recibí un mail suyo diciéndome que preparaba Battling Boy, que quería hacer una serie paralela y le gustaría que me encargase de ella”.

“Por supuesto que me apetecía, pero en aquel momento estaba tan a tope con Beowulf que tenía mucho miedo de no llegar con ninguna de las dos cosas. Pero es uno de esos trenes que no puedes dejar escapar en la vida porque no pasan dos veces. Así que mi vida se convirtió en una locura pero lo conseguí”.

Y ese esfuerzo ha merecido la pena porque El momento de Aurora West ha sido todo un éxito en EE.UU. , llegando a aparecer dos semanas en la lista de los cómics más vendidos, al lado de referentes como The Walking Dead y cosechando excelentes críticas allí donde se publica.

Sus proyectos

En cuanto a sus proyectos más inmediatos está el segundo tomo de Aurora West: "Donde se atan todos los cabos cabos sueltos y enlazamos directamente con el primer tomo de Battling Boy -asegura Rubín-, formando una sola historia los cuatro volúmenes. Habré terminado de dibujarlo en marzo y saldrá en EE.UU en octubre del año que viene, un mes después del Battling Boy 2, con lo que terminaremos la historia. En el cómic veremos la madurez de Aurora West y cómo se resuelven las preguntas que se plantean en este primer tomo. Es un auténtico crescendo de aventuras, acción, e intriga. Cómo en este primer tomo pero por partida doble".

"Y de momento no tengo más proyectos con Paul, aunque hemos hablado de seguir colaborando. Pero en 2015 ya tengo completa la agenda con otra miniserie para Boom Estudios y la novela gráfica que preparao con Marcos Prior para finales de año. Se titula Gran Hotel Abismo, la publicará Astiberri y es una especie de golpetazo en los morros a todo el sistema político y social español.Hemos cogido las cosas que nos cabrean de los que nos gobiernan y las hemso metido en un tebeo lleno de acción en el que esos hijos de... van a encontrar su merecido. Es un tebeo nada sutil en el que van a acabar colgados de las farolas".

De momento os recomendamos El momento de Aurora West, un tebeo espectacularmente divertido que nos devuelve la ilusión por los cómics de género, que últimamente se habían vuelto absurdamente trascendentales.

Batman: Año 100

Coincidiendo con este cómic, DeBolsillo y ecc ediciones reeditan una de las obras maestras de Paul Pope, Batman: Año 100. Una miniserie de cuatro números escrita y dibujada por Paul pope y coloreada por el español José Villarubia que podemos considerar una de las obras maestras del hombre murciélago. Y que consiguió dos premios Eisner en 2007, a la Mejor serie limitada y al Mejor escritor/artista. esta ambientada en el año 2039, con la ciudad de Gotham city convertida en un estado policial en el que los ciudadanos no tienen ningún derecho. El único que defiende a la gente de los abusos es un misterioso Batman que, a la vez, tiene que huir de los agentes federales y de El Capitán Gordon, nieto del Comisario Gordon original.

Una obra imprescindible que es casi una película de acción,con un ritmo vertiginoso, de forma que no podemos dejar de leer hasta la conclusión de la historia. Y que devolvió a Batman a la grandeza. Un cómic imprescindible para cualquier aficionado, que ahora está disponible en una edición muy asequible.