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Los viajes de Richard Ford por España, una 'Lonely Planet' del siglo XIX, ahora ilustrada

  • Una exposición ilustra los viajes del hispanista inglés Richard Ford en el s. XIX
  • Podrá visitarse entre los días 25 de noviembre y 1 de febrero
  • Reúne 203 dibujos realizados por Ford en su mayoría inéditos
  • Está instalada en la madrileña Academia de Bellas Artes de San Fernando

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Richard Ford, Acueducto de los Milagros. Mérida (Badajoz). Acuarela sobre papel
Richard Ford, Acueducto de los Milagros. Mérida (Badajoz). Acuarela sobre papel

En 1830 el abogado británico Richard Ford llega a España buscando un clima templado que restableciera la salud de su mujer. Aunque inclinó sus preferencias hacia el sur -el mejor clima para su esposa-, inicia un periplo de viajes que le llevarían durante tres años a conocer el país en la época inmediatamente posterior a la Guerra de la Independencia y justamente anterior al inicio de su débil industrialización.

Los cuadernos de notas en los que Richard Ford recopiló minuciosamente datos e impresiones se convertirían tras su regreso en una de las joyas de la literatura de viajes del siglo XIX, Manual para viajeros por España y lectores en casa (1845). Pero Ford también iba equipado con sus útiles de dibujo. Los lápices y acuarelas del abogado inglés generaron más de 500 láminas que no se publicaron en las ediciones de su libro.

Se trata de un testimonio gráfico excepcional de una España que los románticos idealizarían como destino utópico y que ahora puede contemplarse en la exposición Richard Ford. Viajes por España (1830-1833), ofrecida por la Real Academia de Arte de San Fernando en Madrid. Organizada conjuntamente con la Fundación Mapfre, se ha presentado este lunes y podrá visitarse entre los días 25 de noviembre y 1 de febrero.

Un fotógrafo antes de la fotografía

La muestra reune una colección de 203 trabajos de los que la mayoría son inéditos. Son apuntes tomados del natural con una vocación documental, sin la distorsión de las imposiciones que el propósito de venta pudiera imponer al trabajo de un artista profesional. Ford es "un fotógrafo antes de la fotografía", puntualizan los organizadores, que recoge en sus ilustraciones la España real descrita con palabras en su manual de viajes. Obras que cuentan además con las realizadas por su mujer, Harriet Ford, llenas también de detalles y belleza.

Ford peina literalmente el país, desde Almería hasta Barcelona, la Ruta de la Plata a través de Extremadura y Castilla para llegar a Santiago de Compostela, el centro de la Península para visitar Madrid, Toledo, Salamanca, Segovia o Guadalajara, y sobre todo Andalucía, estableciendo su residencia en Sevilla y Granada. Sus textos están repletos de reflexiones que contextualizan los sucesos históricos para explicar la realidad que tiene enfrente y en la que vive inmerso.

Como una auténtica guía de viajes, aporta detalles, consejos, lugares en los que cobijarse en tal o cual localidad en la ruta entre esta y aquella ciudad, con nombres y apellidos, así como recomendaciones para tratar con los lugareños. Dedica capítulos a la planificación de excursiones perfectamente trasladables a un tomo de la guía Lonely Planet, más propios de una web de consejos a viajeros compulsivos que de un texto casi contemporáneo de Napoleón.

Una visión de España y los españoles

Para Ford, la España de 1830 es "un noble pueblo, que tiene un corazón honrado y miembros fuertes, pero, como en la parábola oriental, necesita una cabeza que dirija y gobierne. España es hoy, como siempre ha sido, un conjunto de cuerpos sostenido por una cuerda de arena".

Haciendo gala de una erudición sorprendente, plantea un análisis ameno y aún vigente de cada idiosincrasia, en comportamiento y peculiariedades del lenguaje local. Explica sus reflexiones con soltura y abundancia de citas del árabe y del latín, y el que escribe es también el que dibuja; lo hace con la misma intención y es lo que los visitantes de la exposición se van a encontrar.

La atracción que este viajero británico siente por los monumentos heredados del pasado convierte sus dibujos en una fuente extraordinaria para la iconografía de estas obras antes de que apareciera los fenómenos de la restauración y el orientalismo, una corriente estética que estará presente en la cultura europea del siglo XIX a partir del triunfo y difusión del Romanticismo.

En palabras del escritor e hispanista, “los viajeros que aspiran a lo romántico, lo poético, lo sentimental, lo artístico, lo antiguo, lo clásico, en una palabra a cualquier tema sublime y bello, encontrarán en el actual y el antiguo estado de España material suficiente si vagan con lápiz y cuaderno en ristre por este curioso país, que oscila entre Europa y África,  entre la civilización y la barbarie”.

Con motivo de la exposición se ha publicado un catálogo con más de 300 ilustraciones en el que han participado el comisario de la exposición Javier Rodríguez Barberán, el hispanista inglés Ian Robertson y el profesor de la Universidad de Sevilla, Antonio Gámiz Gordo.

Según la organización, "El catálogo será una obra de referencia ineludible en el estudio de la obra de Richard Ford y de su fortuna crítica, y un complemento iconográfico que posibilitará nuevas formas de leer e interpretar su famoso Manual para viajeros por España y lectores en casa".