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Condenados a pagar 900 euros los acusados de quemar un retrato del rey en la Diada de 2013

  • El juez considera que fue una acción para "desprestigiar a la Corona"
  • La defensa alega el "descrédito" de la Corona
  • El magistrado les ha impuesto la pena mínima prevista en estos delitos

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Un grupo de independentistas quema banderas de España y la UE y una foto del rey

La Audiencia Nacional ha condenado a pagar una multa de 900 euros a los dos acusados de quemar una fotografía del rey Juan Carlos, en una manifestación independentista con motivo de la Diada en 2013, en Mataró, en Barcelona.

El juez central de lo Penal, José María Vázquez Honrubia, considera que se trató de "una acción premeditada para desprestigiar a la monarquía", símbolo de la unidad del Estado, y que por tanto, es un delito contra la Corona.

El magistrado ha dictado de viva voz la sentencia contra Guifre Peguera y Jordi Nogue. Ambos están acusados de quemar una fotografía que colgaron boca abajo en la fachada del local del colectivo Arran de Mataró, durante una manifestación no autorizada de la Diada.

El tribunal considera "perfectamente probado" que los acusados cometieron una acción que debe considerarse como "injuriosa y premeditada" con el objetivo último de "desprestigiar a la Corona" como símbolo de "la unidad y permanencia del Estado constitucional que protege los derechos de todos".

En aplicación del artículo 491.2 del Código Penal, el juez acordó aplicar a los encausados la pena mínima prevista para este tipo de delitos "en atención a la situación socioeconómica" de los dos jóvenes, de 23 y 24 años, que no tienen antecedentes penales y son estudiantes.

En consecuencia tendrán que pagar sendas multas de 900 euros o cumplir penas de cárcel sustitutoria.

La defensa alega el "descrédito" de la Corona

La defensa de los encausados ha advertido en sus conclusiones que "los tiempos han cambiado" y ha justificado la quema de un retrato del rey en el "descrédito" de la Corona.

Además, ha argumentado que la crítica a las instituciones del Estado está amparada y protegida por la Constitución en el capítulo dedicado a la libertad de expresión.

También ha insistido en que los últimos años han sido "convulsos" para la Monarquía en España, por lo que una protesta "extrema" como esta no se puede interpretar lo mismo que hace "10 o 15 años".

De hecho, ha destacado, "ha habido muchas críticas al Monarca en medios de comunicación, que han sido mucho más injuriosos hacia la persona del Rey y hacia la institución y, sin embargo, se persigue a unas personas que han quemado un símbolo".

La Fiscalía ve intención de "ofender de manera humillante"

En cambio, la Fiscalía ha insitido en que la acción se realizó con la intención de "ofender de manera humillante, gratuita e hiriente" a la monarquía como "símbolo de la unidad y permanencia de la nación española".

La Fiscalía considera que los actos protagonizados por los dos jóvenes suponen un "escarnio y vejación" a la Corona, por el hecho de que el retrato del monarca se colocó boca abajo antes de ser rociado con un líquido inflamable y quemado.

Rechaza así, por tanto, que la protesta pudiera verse amparada por el derecho de manifestación o de libertad de expresión. En cambio, la defensa insistió en que la protesta fue pacífica, no estuvo acompañada de lemas o expresiones ofensivas y se llevó a cabo a cara descubierta.

Por su parte, durante su declaración ante el juez, los acusados han reconocido que "planificaron" la acción y que volverían a hacerlo. Algo que reafirmaron tras salir de la Audiencia Nacional y reunirse con un grupo de una veintena de manifestantes que les habían acompañado al juicio.

Manifestación proindependencia

Los diputados Joan Tardá (ERC) y Jon Iñarritu (Amaiur) acudieron esta mañana a la Audiencia Nacional para respaldar a los dos jóvenes encausados, y asistieron como público a la vista.

Los jóvenes llegaron acompañados de una quincena de personas que portando camisetas reivindicativas pidieron su absolución a las puertas del Tribunal.

La Policía encargada de vigilar la sede judicial identificó a todos los presentes y tras advertirles de que su concentración era una manifestación no autorizada, le notificaron la imposición de una multa de 300 euros a cada uno.

Para acceder como público a la sala de vistas, los acompañantes de los encausados tuvieron que cubrir sus camisetas o darles la vuelta. También tuvieron que hacerlo Peguera y Nogué para que durante en juicio no se puediera leer en ellas el lema "yo también quemo la corona española".

La Fiscalía pedía para los dos jóvenes una multa de 10.800 euros y en caso de no satisfacerse esas cantidades serían encarcelados por cinco meses. Ambos inculpados se acogieron a su derecho a declarar en catalán, lo que motivó escenas casi hilarantes durante el juicio.

Una de ellas se produjo cuando el juez preguntó su edad a Peguera y éste le respondió "23 anys". El traductor se apresuró a trasladar la respuesta en castellano. El juez le espetó entonces que era "absurda" su intervención puesto que el inculpado respondía en castellano, a lo que el joven puntualizó que había hablado "en catalán".