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El premio 'tricorder médico del futuro' ya tiene diez finalistas

  • La investigación se centra en dispositivos de diagnóstico indoloros
  • Para superar la competición deben diagnosticar 16 síntomas y 5 signos vitales
  • El ganador recibirá unos 6 millones de euros de premio

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Web de los premios Tricorder.
Web de los premios Tricorder.

Lo que comenzó hace años como una diversión consistente en trastear con pequeños aparatos para captar señales externas -algo que hoy en día hacemos con nuestros teléfonos móviles- se ha convertido con el paso del tiempo en toda una competición en serio con diez millones de dólares en premios para quienes fabriquen los mejores dispositivos de ese estilo pero aplicados a la medicina.

Inspirados en gran medida por la serie de ciencia-ficción Star Trek (tanto que hasta tuvieron que conseguir una licencia y permisos de la CBS, propietaria de las marcas) los organizadores del Tricorder X Prize plantearon un reto claro y directo: fabricar un tricorder (trigrabador) médico capaz de diagnosticar 16 síntomas y registrar cinco signos vitales.

El reto no era fácil, ni toda la tecnología para desarrollar los aparatos existía todavía, de modo que la competición se planteó a medio plazo, durante tres años y medio que concluirán a principios de 2016. El ganador recibirá la nada despreciable cantidad de 7 millones de dólares (casi 6 millones de euros) con otros dos millones y un millón para el segundo y tercer puesto.

Ahora se han dado a conocer los diez finalistas que optan al premio, entre los que hay equipos de universidades, fabricantes de electrónica para medicina e ingenieros informáticos e industriales que van por libre.

Pruebas a los tricoders

Las pruebas a las que se someterán los tricoders son bastante claras: qué tipo de síntomas han de detectar y qué signos medir.

Durante el año que viene los finalistas tendrán que demostrar que funcionan, aunque probablemente necesitarán algo más que el 'toque magistral' del doctro McCoy cuando gesticulaba pasándolo sobre sus pacientes, fueran humanos o alienígenas.

Los diversos equipos están trabajando con muchas ideas: parches electrónicos que se llevan colocados en la piel, pulseras, cámaras que observan los cambios de color y movimientos del cuerpo... También hay tabletas y ordenadores más parecidos a los equipos convencionales, aunque habrían de miniaturizarse un poco.

Uno de los trabajos presentados parte de la idea de unos nano-parches en versión miniaturizada que los hace casi invisibles.

Hoy en día existen ya multitud de aparatos que realizan las pruebas básicas con los signos vitales: relojes, pulseras y pequeños gadgets que miden la frecuencia cardíaca, el oxígeno en sangre o el nivel de azúcar. Parte del reto, de hecho, es integrarlo 'todo en uno', una tarea que tampoco es precisamente sencilla.

Idealmente, además, las pruebas pueden ser indoloras: en algunos análisis de sangre se pueden realizar las mediciones a través de la piel sin tener que 'pinchar', simplemente utilizando una luz especial.

Otras muestras, como las de saliva u orina, son básicamente indoloras y los aparatos pueden obtener de ellas datos muy valiosos. Uno de los finalistas, por ejemplo, utiliza esa información para conectar con una app del teléfono móvil que indica al sujeto si debe acudir a algún tipo de revisión médica si sus niveles dejan de ser los normales.

Entre los criterios para ganar el concurso está que los aparatos diagnostiquen correctamente todas las 16 pruebas médicas, los cinco signos vitales y lo confortable que resulten para los pacientes. El resultado, en la fecha estelar -perdón, terrestre-, 2016.