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Análisis

Gaza, siete años bajo el abrigo de Hamás

  • La franja Gaza ha sido el feudo histórico del movimiento islamista Hamás
  • Con la llegada de Hamás al poder,  Israel cerró los pasos fronterizos
  • La operación 'Margen Protector' de Tel Aviv es la tercera ofensiva en 5 años

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Un grupo de manifestantes palestinos protestan agitando las banderas de Hamás en la ciudad de Ramalá contra la ofensiva militar israelí en Gaza
Un grupo de manifestantes palestinos protestan agitando las banderas de Hamás en la ciudad de Ramalá contra la ofensiva militar israelí en Gaza.

La historia se repite. En 2012, el asesinato en una operación de ataque selectivo por parte de Israel del líder de Hamás, Ahmed Yaabari, desencadenó la, hasta ahora, mayor escalada de tensión desde la operación Plomo Fundido de 2009. Israel movilizó a 75.000 reservistas encaminados a una gran ofensiva sobre de la franja. Era la operación Pilar Defensivo, el último gran conflicto entre Israel y los milicianos de Hamas. Cuatro años después, un nuevo enfrentamiento supera las cifras de entonces. Sólo en los tres primeros días de la 'Operación Margen Protector', la tercera en cinco años, Israel ha lanzado tantas toneladas de explosivos como en toda la ofensiva de 2012.

Entonces, y por primera vez desde la Guerra del Golfo, las sirenas de Tel Aviv y Jerusalén sonaron en ambas ciudades y varios proyectiles impactaron en sus cercanías.  Los analistas apuntaron que esos proyectiles eran Fajr 5, un modelo de fabricación iraní. Un salto cualitativo frente al armamento utilizado habitualmente, los cohetes Qassam o Katiusha, y con un recorrido de 75 kilómetros. Las palabras del líder de Hamas, Khaled Meshal, rescataron el tono beligerante que permanecía narcotizado desde el acuerdo de alto el fuego (violado por ambas partes) alcanzado tras la operación Plomo Fundido.

Dos años después de 'Muro Defensivo', los cohetes de Hamás han llegado a caer más lejos, en los alrededores de Haifa, y vuelve a hablarse de la posibilidad de que la organización hayan utilizado proyectiles más sofisticados y mejorados. El escenario ha cambiado respecto a aquellas operaciones y la correlación de fuerzas también. Hamás ya no cuenta con el apoyo del Gobierno egipcio de los Hermanos Musulmanes pero, la organización ha evolucionado.

Gaza, el feudo histórico de Hamas

Oficialmente, Hamás (acrónimo en árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) se creó en 1987 en Gaza con la publicación de la llamada Carta Fundacional. Con aquel documento surgió, en medio de la primera Intifada, un nuevo grupo islamista, con aspiraciones de gobernar, como alternativa a Al Fatah, con capacidad de respuesta armada y abiertamente contrario a los acuerdos de Oslo.

El artículo 2 de aquella carta establece que el grupo es una “rama de los Hermanos Musulmanes en Palestina”. Para ser más preciso, la rama gazatí y es precisamente allí desde donde la organización islamista ha construido su fortaleza.

Allí surgió durante los años 60 la red asistencial (escuelas, hospitales, organizaciones caritativas) para una población muy castigada por décadas de conflicto, que giraba en torno a las mezquitas de orientación islamista y bajo la mirada condescendiente de Israel. Era llamada Al Muyama al Islamiya, encabezada por el jeque Ahmed Yasim, líder espiritual de Hamás, y que creó las bases para el actual movimiento.

El nivel de popularidad de la organización en Gaza, la población más empobrecida de todos los territorios palestinos, se consolidó tras la segunda Intifada y alcanzó su máximo apogeo tras la muerte de Yasir Arafat y la crisis interna en Al Fatah.

Bicefalia en los territorios palestinos

En 2006 la organización islamista ganó las elecciones parlamentarias palestinas, y un año después lanzó una ofensiva para controlar la franja. En cuestión de días expulsó a las autoridades gazatíes de Al Fatah, creándose una bicefalia en los territorios palestinos: Gaza controlada por Hamás y Cisjordania por Al Fatah.

Parte de ese éxito se lo deben a su brazo armado, las Brigadas de Izzedine Al Qassam. Fundadas en 1984 entre otros por el mismo Ahmed Yaabari, han sido la punta de lanza de los ataques palestinos contra Israel de los últimos años. Sus primeras estrategias optaban por el atentado suicida, aunque con el tiempo ha ido evolucionando a una táctica más guerrillera.

La organización integrista controla, además, a los llamados Comités de Resistencia Popular, una coalición de brigadas armadas palestinas en las que también se incluyen las pertenecientes a otros grupos, como la Yihad Islámica y las Brigadas de las Mártires de Al Aqsa, facción armada de Al Fatah.

Desde que Hamás tomó el control de la franja de Gaza, Israel ha sometido a la zona a un férreo bloqueo económico respaldado por la mayoría de países y que contaba con la colaboración del Egipto de Mubarak, que cerraba la frontera gazatí con Egipto.

El Gobierno de los Hermanos Musulmanes egipcios dio a Hamás un balón de oxígeno, que sin embargo perdió tras el golpe de Estado que desbancó a Morsi. También ha recibido otros gestos de apoyo a la formación. En octubre de 2012 el gobierno de la organización integrista recibía la primera visita oficial de un líder extranjero, el Emir de Catar y veía como el líder de Hamas, Jaled Meshal, pisaba Gaza por primera vez en décadas. Incluso Al Fatah acudía a las celebraciones del 25 aniversario de Hamás.

Hamás y Fatah acuerdan la formación de un gobierno de unidad

El fracaso de las negociaciones de paz entre Israel y Al Fatah patrocinadas por EE.UU. favoreció una reconciliación histórica entre las principales fuerzas palestinas y se consiguió la formación de un Gobierno de Unidad que las incluyera a las dos organizaciones.

Gobierno islamista y bloqueo sobre la Franja

Con la llegada de Hamás al poder en la franja,  Israel cerró los cinco pasos fronterizos que controlaba.  El bloqueo impuesto prohíbe la mayoría de las exportaciones y limita la entrada de productos básicos, si bien la organización islamista ha conseguido sortear el férreo control con la creación de túneles por la porosa frontera con el sinaí egipcio.

Según el Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA), desde que comenzó el bloqueo se ha triplicado el número de refugiados que vive en la más absoluta pobreza, y la ONU asegura que más del 60 % de las familias padecen "inseguridad alimentaria".

La organización integrista ha impuesto algunas reglas estrictas. Tras tomar el control, Hamás ha otorgado a la fuerzas de seguridad prerrogativas propias de una policía religiosa. En junio, el ministro de Interior del Gobierno en la franja de Gaza, Fathi Hammad señaló que en su gobierno se mantendrá la aplicación de la 'sharia' -la ley islámica- y que "no habrá paz con el secularismo".

Israel se enfrenta a Hamás en un contexto delicado. Tel Aviv tiene un frente inestable en el norte (los altos del Golán), otro siempre peligroso (el Líbano y los territorios controlados por Hizbulá), una Siria absolutamente desestructurada por la guerra civil y un Irak al borde de las descomposición. A eso se añade el surgimiento, con fuerza, de grupos yihadistas extremos e impredecibles como el Estado Islámico. Hamás, por su parte,  no está tan aislado como lo estuvo en 2009, aunque más que en 2012.  Ha perdido el poderoso apoyo del Egipto de los Hermanos Musulmanes e Irán y Hizbulá más preocupados por amenaza directa de sus aliados en Siria e Irak.