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El recuerdo de la I Guerra Mundial divide aún a serbios, croatas y musulmanes bosnios

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La crónica enemistad entre los políticos musulmanes, croatas y serbios en Bosnia hace que el centenario del magnicidio de Sarajevo que originó la I Guerra Mundial tenga dos celebraciones opuestas: la de quienes consideran a su autor un terrorista y la de quienes lo ven como un patriota.

La primera se celebrará en Sarajevo, donde el 28 de junio de 1914 el joven serbobosnio Gavrilo Princip mató a tiros al archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio austro-húngaro, un atentado que sirvió de detonante para el conflicto.

El otro acto tendrá lugar en el ente serbio de Bosnia, donde Princip es visto como un héroe y un luchador por la libertad contra el ocupador austro-húngaro, que se había anexionado a Bosnia en 1908.

En Sarajevo, la conmemoración comienza este sábado con un concierto de la Filarmónica de Viena en el recién reconstruido edificio de la antigua Biblioteca y Ayuntamiento de Sarajevo, el último sitio visitado por el archiduque antes de ser asesinado.

Guerra civil en Bosnia

El miembro serbio de la terna presidencial bosnia, Nebojsa Radmanovic, ha rechazado acudir a la ceremonia de Sarajevo, ya que opina que la autoridades locales "han supeditado" su sentido al contexto de la guerra civil en Bosnia de los años 1990.

Muchos serbios consideran que los musulmanes y los croatas de Bosnia usan el centenario para "demonizar" a los serbios y presentar una visión de la Historia en la que los serbios son los únicos culpables de la Gran Guerra y también del conflicto que vivió el país balcánico en los años 1990.

Sin embargo, Bakir Izetbegovic, miembro musulmán de la presidencia colegiada bosnia, aseguró en declaraciones a Efe que "nadie planea establecer la Historia y acusar a los autores del atentado, y menos aún a todo un pueblo".

No obstante, el presidente de Serbia, Tomislav Nikolic, tampoco acudirá a las celebraciones bosnias con el argumento de que no puede ir adonde alguien acusa a su pueblo.

Como ejemplo alude a una inscripción en el edificio de la Biblioteca que menciona a "agresores serbios" de la guerra de 1992 a 1995, en la que murieron unos 11.000 sarajevitas.

Princip, ¿héroe o terrorista?

La principal polémica que divide a los tres grupos de Bosnia es su visión de la figura de Gavrilo Princip. En Sarajevo y en otras ciudades del ente común de musulmanes y croatas ha sido eliminado cualquier rastro de la existencia de Princip, al que consideran un terrorista.

Han desaparecido sus monumentos, sus huellas en el sitio desde donde disparó a Francisco Fernando y ya no hay calles, plazas ni escuelas que lleven su nombre, concedidos en la época comunista de la Yugoslavia común.

Mientras, para los serbios, Princip es un mártir por la libertad e incluso hay planes, no confirmados, de dedicarle un monumento en Belgrado y otro un distrito serbio de Sarajevo.

"La interpretación de Princip era distinta entre un sistema político y otro. De héroe nacional en los tiempos de Yugoslavia a anarquista e izquierdista durante socialismo, hasta la actual imagen de un serbio valiente", analiza para Efe Dubravka Stojanovic, profesora en la Facultad de Historia en Belgrado.

Una perspectiva que cambia también según el país ya que, como recuerda esta renombrada experta, "para la opinión pública austríaca Princip es un terrorista y asesino". Pero Stojanovic analiza a este joven con otros ojos y lo ve también como una víctima.

Tenía apenas 19 años cuando cometió el atentado, siendo "usado" por grupos de oficiales conspiradores en el Ejército serbio, todo ellos opuestos al poder civil y decididos a unificar a todos los serbios en un único Estado mediante la violencia.

La historiadora se refiere a "Crna ruka", la llamada "Mano Negra", una sociedad secreta que armó y entrenó al "comando" de seis inexpertos jóvenes que debían asesinar al archiduque austríaco. "El atentado de Sarajevo fue en su propio interés, no en interés del Estado serbio", señala Stojanovic.