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'La vida inesperada', el regalo neoyorquino de Elvira Lindo a Javier Cámara

Por
"La vida inesperada" comedia agridulce con Javier Cámara y Raúl Arévalo

Título original:La vida inesperada

Año: 2014

País:España

Director:Jorge Torregrossa

Guión:Elvira Lindo

Música:Lucio Godoy, Federico Jusid

Fotografía: Kiko de la Rica

Reparto: Javier Cámara, Raul Arévalo, Carmen Ruiz, Tammy Blanchard, Sarah Sokolovic, Gloria Muñoz, Juan Villareal

Un cruce de miradas entre Javier Cámara y Elvira Lindo inició La vida inesperada. “Estábamos en la fiesta del Lincoln Center tras la proyección de Hable con ella, delante de miles de personas. Y me encontré con la mirada de Elivira Lindo. Me sonreía con los ojos,  ella sonríe siempre con los ojos. Nos conocimos allí”, recuerda Javier Cámara.

El actor estaba viviendo su particular lost in translation. Sin conocimientos de inglés, trataba de responder rudimentariamente al revuelo mediático que acompaña a Pedro Almodóvar. Decidió permanecer en Nueva York unos meses para perfeccionar el idioma. Y encontró en la escritora y su marido, Antonio Muñoz Molina, unos aliados. Elvira me dijo: «te voy a dar el teléfono, esta ciudad al principio es maravillosa, pero luego te dará el bajón  y querrás hablar con alguien». Empezó una amistad preciosa y a prueba de combar que guardo en el corazón”.

 “Si hubiera sido una amistad madrileña habría sido más lenta. En el extranjero te necesitas más”, razona Elvira Lindo, que reconoce afinidad instantánea. “Javier es muy espídico y yo soy así también. Éramos un poco Zipi y Zape, algo así como un amigo del colegio, previo a las obligaciones, nos dejábamos llevar por la travesura y el humor”.

Muñoz Molina se inspiró en Cámara en uno de los fragmento de Ventanas de Manhattan, pero Elvira quiso dedicarle todo un guión. “Hablando con Elvira de personas que se quedan en ese limbo que es esa magia que genera NY, esa luz que atrae a todo tipo de animales de la noche, de esa gente que se puede quedar colgado en esa ciudad, me dedicó este personaje maravilloso y me dijo: quiero que lo hagas”, dice Cámara.

La vida inesperada es, por un lado, la historia de Juanito (Javier Cámara): un actor español de cuarenta y tantos que se ha quedado en la ciudad, esperando una oportunidad que no llega pero que parece siempre a la vuelta de la esquina. Comparte el día a día de trabajos temporales y teatro aficionado con una amiga que interpreta Carmen Ruiz. Nueva York como promesa del todo es posible, como espejismo de sueños, como sumidero de vocaciones. Todo vestido con una combinación perfecta de comedia y melancolía. 

“Nueva York  es muy atrayente porque es el centro mundial de la cultura, pero estar peleando en esa liga es bastante complejo”, dice Cámara que reconoció a los “Juanitos” reales en los extras de la película. “Gente que están pelándose por entrar en el sindicato de actores, por tener papeles, para mí son los héroes. Trabajaban con nosotros en figuración, actores españoles haciendo papeles pequeños que te decían que ellos eran Juanito.”

La experiencia neoyorquina de los creadores

Durante la escritura Javier Cámara llamaba machaconamente a Lindo: “¿Has terminado ya?”. Pero una vez terminado, el guion tuvo que reposar años en un cajón mientras se buscaba financiación. Cuando llegó el dinero, Jorge Torregrossa apareció como el director ideal. Además de características habituales (cortos exitosos, experiencia en series de televisión, un debut prometedor como Fin) tenía un largo pasado neoyorquino.

“He vivido casi diez años, aunque mi experiencia no es la misma, es más positiva. Yo fui a hacer una práctica de tres meses, me quedé trabajando en la empresa cuatro años y luego me quedé en un máster en dirección en la Universidad de Nueva York. Creí que mi vida iba ser allí”, dice el director.

La película se inicia con la llegada a Nueva York del primo de Juanillo al que da vida Raúl Arévalo. Aparentemente son unas vacaciones antes de su próxima boda en las que aprovecha para ver al primo que hace tiempo que no ve, pero tras su vida estable esconde una voluntad de huida que no sabe manejar.

RTVE.es te ofrece en exclusiva una escena de 'La vida inesperada'. La nueva película de Jorge Torregrossa, basada en un guión de Elvira Lindo. Javier Cámara. Raúl Arévalo y Carmen Ruiz, protagonizan una historia rodada el año pasado en Nueva York, que cuenta con la participación de TVE, y que llegará a las pantallas el próximo 7 de febrero. Juanito (Javier Cámara) es un actor que fue a Nueva York a triunfar. Los años han pasado, no ha conseguido lo que esperaba y se gana la vida trabajando en lo que puede. Un día llega a visitarle su primo (Raúl Arévalo), aparentemente triunfador y que tiene "todo lo que uno espera tener". Sin embargo la convivencia va descubriendo la realidad que hay detrás de cada uno de ellos. La vida inesperada es una comedia sobre cómo el azar nos abre puertas que jamás habríamos imaginado y cómo nuestro destino final depende de si nos atrevemos o no a traspasarlas.

“Comparto con el personaje una casualidad, tengo un tío viviendo en NY y siempre he querido ahorrar para ver a mi tío. Cuando no trabajaba, no tenía dinero. Y cuando trabajaba y tenía dinero, no tenía tiempo. Al final fui en plan turista, en plan mi personaje: 14 días”, explica Arévalo. De nuevo Almodóvar de por medio: fue Javier Cámara, su compañero azafato de Los amantes pasajeros, quien le avisó del proyecto para que se presentará al casting.

Todos coinciden en su visión de la capital del mundo.  “Es un sitio muy románico y muy duro”, define Torregrosa. “Toda esa gente que está allí intentando conseguir un sueño en una ciudad que, por un lado, parece que te lo va a facilitar todo y, por otro, es muy hostil y muy inhóspita”.

Comedia, laberinto vital, mucho diálogo y Nueva York. Con tantas coincidencias con Woody Allen, Torregrosa decidió tirar por la calle de en medio y homenajear directamente al cine del director en general y Manhattan en particular. “Tiene el copyright sobre esto. Cuando vas a contar una historia de personajes en Nueva York con relaciones y cruces de caminos, es imposible no pensar en Woody Allen. Había algo de eso en el guion de base. Elvira intentó hacer su peli de Nueva York, pero con toque woodyallenesco”.

Rodar en inglés

Rodar en la ciudad más fotografiada de la historia era un aliciente extra para el reparto español. Su temor: rodar en inglés una buena parte de la película. Cámara ya había aprendido un poco; Arévalo se plantó a pecho descubierto sin tener prácticamente ni idea.

“Ni tenía, ni la tengo. Me aprendí mis diálogos y Jorge, que es bilingüe, me corregía. Es una asignatura pendiente, pero no por trabajar sino por viajar porque soy muy paquete y muy vago”, dice Arévalo.

Nada de eso se nota en pantalla. “Javier lo hablaba mejor pero se sentía muy inseguro porque tenía mucho diálogo y es un actor muy fresco que se enfrenta a las escenas cada vez como si fuera nueva", dice Torregrossa. Y con Raúl era más complicado porque el realmente no habla inglés, le preocupaba no solo el diálogo, sino no poder interactuar con su partener americana. Al final no ha tenido ningún problema. Es una máquina y se pone el mundo por montera”.  

Tammy Blanchard y Sarah Sokolovic,  el reparto estadounidense de la película, se acoplaron al doble ambiente del rodaje: el equipo técnico era español y americano.

Elvira Lindo reconoce que uno de sus mayores satisfacciones de escribir guiones son los diálogos.Y para el puro placer de oírlo por boca de actores, se dejaba caer por el rodaje. “Azcona decía que donde mejor está el guionista es en su casa, pero me gusta ver un rodaje escenas emotivas en las que  he puesto mucho”.

¿Resignación o aceptación?

La película y sus personajes se cuestionan si perseguir su sueño o su media naranja puede ser contraproducente. “De repente hay momentos en los que la vida te coloca puertas delante de ti y en ti está la valentía o la cobardía de abrirlas o cerrarlas”, explica Cámara.

¿Es renunciar a tus sueños una derrota o la sabiduría de aceptar quién uno es? “No sé si resignación o aceptación de lo que es uno", refelxiona Arévalo. "El otro día, Miguel Rellán, que es un gran sabio me dijo: «Amigo mío, esta película de la vida termina muy mal, así que mejor que el argumento nos lo curremos para que sea ligero y lo pasemos lo mejor posible durante el desarrollo». Parece que si no eres escritor, ingeniero, o abogado, eres un fracasado, y lo importante en la vida es descubrir lo que te hace feliz. Qué fácil es decirlo y qué difícil encontrarlo”.

Lindo coincide: “El mensaje actual es que el sueño hay que perseguirlo y, si es constante, ese sueño va a llegar. Los americanos tienen ese discurso que han exportado el mundo. La vida no es así.  No hay que culpabilizar a la gente de sus fracasos”.

La escritora, periodista y guionista quiere disfrutar la promoción de la película antes de regresar a Estados Unidos. Su Nueva York, que ha mudado como un forillo a lo largo de los años, parece tener ya los días contados. “Cuando era turista era un sitio muy atractivo, muy familiar por el cine, música y literatura. Llegó el momento de empezar a vivir y fue muy duro porque tenía que familiarizarme. Ya es una ciudad familiar y ahora lo que veo es la dureza. Sé que es una ciudad difícil para vivir, que tienes que poner mucha energía, si me sintiera vulnerable no podría, me volvería. Veo con mucha fuerza los dos aspectos. Y ahora es cuando noto que la fase vital en un sitio está acabando. Creo que estaremos un año más en Nueva York, pero no más.”