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Siria celebrará elecciones presidenciales en junio desangrada por la guerra civil

  • Por primera vez en décadas se podrán presentar varios candidatos
  • La oposición en el exilio no tendrá la oportunidad de concurrir
  • Bachar al Asad reapareció este domingo en un inusual viaje fuera de Damasco

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Siria celebrará elecciones presidenciales en junio desangrada por la guerra civil

Las elecciones presidenciales en Siria se celebrarán el próximo 3 de junio, según ha anunciado el presidente del Parlamento, Mohamed al Laham, en una sesión transmitida este lunes por la televisión oficial, cuando el país árabe ha entrado en su cuarto año de guerra civil.

El registro de candidatos para estos comicios se abrirá este martes y durará hasta el próximo 1 de mayo. Los aspirantes deberán presentar sus candidaturas ante el Alto Tribunal Constitucional. La votación se celebrará en una sola jornada desde las 07.00 hora local (05.00 hora peninsular española) hasta las 19.00 horas (17.00).

Los electores que vivan en el extranjero podrán ejercer su derecho al sufragio el 28 de mayo en las embajadas y consulados sirios, con el mismo horario de votación.

Las elecciones estaban previstas para este año, aunque no se esperaban para antes de otoño, ya que el mandato del presidente Bachar al Asad expira el próximo 17 de julio y, según la Carta Magna, debería haber elecciones entre 60 y 90 días después.

Asad reaparece fuera de Damasco

El pasado 17 de marzo, el Parlamento sirio terminó de aprobar la nueva Ley Electoral, que permite por primera vez en décadas que se presenten varios candidatos a los comicios presidenciales.  Aun así, la norma estipula que los aspirantes deben haber residido en Siria durante diez años consecutivos contando desde la fecha de registro como candidatos y no pueden tener una segunda nacionalidad, con lo que se dificulta que concurran gran parte de los opositores, que están exiliados.

El presidente Bachar al Asad no ha anunciado oficialmente si se presentará a un tercer mandato pero Irán y Rusia, sus principales aliados, dan por seguro que será reelegido, mientras que EE.UU. y las potencias occidentales ven los comicios como una "parodia de la democracia".

La convocatoria de las elecciones ha coincidido con la reaparición de Al Asad y una nueva matanza en Alepo.

El presidente sirio visitó este domingo a localidad de mayoría cristiana de Malula, retomada por las tropas del régimen hace seis días, donde prometió mano dura contra el terrorismo. "Nadie, sea cuál sea el grado de su terrorismo, puede borrar nuestra historia humana y civilizadora. Malula resistirá frente al salvajismo y la oscuridad de aquellos que atacan la patria", destacó el mandatario en el convento de Santa Tecla en un inusual viaje fuera de Damasco.

La oposición asegura que "no las reconocerá"

Por su parte, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, ha rechazado este lunes rotundamente la convocatoria de elecciones en el país árabe y ha señalado que "no las reconocerá en absoluto".

El dirigente de la CNFROS Monzer Akbik ha apuntado a Efe por teléfono que el presidente sirio, Bachar al Asad, "se encuentra en un estado de negación y separación total de la realidad". "Estas elecciones van a ser un teatro", ha señalado Akbik, asistente del presidente de la CNFROS, Ahmed Yarba. Entretanto, ha recordado, el territorio sirio está siendo devastado, están muriendo inocentes y hay millones de refugiados fuera de Siria.

El opositor ha apuntado que en el país no hay comicios democráticos de verdad desde 1953, ya que los posteriores han sido solo "un juego". "Si Al Asad quiere un cambio genuino debe aplicar el Comunicado de Ginebra", ha considerado Akbik.

Al menos 60 muertos en Alepo

Asad dijo hace una semana que la guerra siria se está decantando a favor del gobierno. Este domingo los combates se recrudecieron en Alepo, la segunda ciudad más grande del país, donde al menos 61 personas murieron, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El mayor número de víctimas se registró en el pueblo de Al Firdus, donde al menos 29 civiles, entre ellos siete menores, perdieron la vida por un ataque aéreo del régimen. Otras catorce personas perecieron en un bombardeo de helicópteros militares, que arrojaron barriles de explosivos contra el distrito de Al Baidin, en la localidad de Alepo.

  

 Alepo, la mayor ciudad del norte de Siria, fue blanco de una gran ofensiva de los insurgentes a finales de julio pasado y de otras operaciones importantes en septiembre, lo que les permitió dominar amplias zonas de la localidad, aunque no lograron hacerse con el control total de la urbe.

El conflicto sirio se ha convertido ya en una de las guerras más sangrientas del siglo XXI tras rebasar los 150.000 muertos, un tercio de ellos civiles, desde su inicio hace tres años, según los datos publicados por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La ONU, en su último saldo, ha cifrado las víctimas mortales en cerca de 100.000.