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Varios diputados de CiU declaran que fueron intimidados e insultados en el asedio al Parlament

  • Una diputada declara que sufrió un ataque de ansiedad
  • Un parlamentario invidente: "Intentaron quitarme el perro guía"
  • "Recibí patadas, insultos y escupitajos", ha asegurado otro

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Varios diputados declaran que fueron insultados e intimidados en el juicio por el asedio al Parlament

Varios diputados y exdiputados de CiU han declarado por videoconferencia en el juicio contra 19 acusados de asediar el Parlament, que fueron intimidados e insultados cuando intentaban acceder a la Cámara catalana.

Los acusados se enfrentan a una pena de cinco años y seis meses de prisión, exigida por la fiscalía, que les achaca un delito contra las altas instituciones del Estado y otro de atentado a la autorida.

Los hechos se remontan al 15 de junio de 2011, cuando una concentración convocada por el movimiento 15M ante el Parlament, en Barcelona, derivó en situaciones de asedio a más de una decena de parlamentarios, entre ellos el presidente Artur Mas, al que se le impidió el paso cuando viajaba en su vehículo oficial, que fue golpeado y zarandeado.

Este miércoles, durante la tercera jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional, la exconsejera de Justicia de la Generalitat de Cataluña Montserrat Tura ha querido dejar claro que "en ningún momento" ha reclamado una compensación económica por la cruz que los indignados pintaron en su gabardina durante el asedio pero sí ha manifestado que aunque no pasó miedo sí vio alterada su libertad y su derecho a ejercer sus funciones como diputada.

"Me he visto inmersa en muchas alteraciones del órden público", ha indicado, antes de afirmar que el orden del día del Pleno se vio alterado y no pudo comenzar con el turno de preguntas al Gobierno puesto que muchos miembros del Ejecutivo catalán y otros tantos diputados no pudieron llegar a tiempo al hemiciclo.

"Me encontraba en situación de colapso"

Anteriormente, la diputada de CiU Ana Isabel Marcos ha recordado por videoconferencia la crisis de ansiedad que sufrió el día de los hechos. Marcos ha señalado que sufrió "mucho miedo" cuando una multitud se dirigió hacia ella con una "actitud bastante agresiva" y uno de los exaltados le agarró del brazo mientras otro le filmaba contra su voluntad.

La diputada ha asegurado que identificó en comisaría a la persona que le sujetó del brazo derecho mientras le dijo "ahora toca sesión fotográfica. Sonríe".

En un principio, confundió a ese hombre con un reportero ya que portaba un brazalete naranja similar al utilizado por la prensa, le pidió "auxilio" y le dijo que se sentía "muy intimidada", pero este hizo caso omiso y siguió filmándole.

La defensa ha cuestionado que no recordara detalles del agresor el día siguiente del ataque pero sí días después. "Es muy fácil, cuando hice la declaración un día después estaba en situación de colapso", ha respondido Marcos, para añadir que le reconoció entre las "muchas fotografías" que le mostraron los Mossos.

La testigo ha rememorado que aquel 15 de junio de 2011 se dirigía junto a otras dos parlamentarias hacia la Cámara autonómica. Las compañeras de su grupo salieron corriendo y encontró a "muchísima gente" que se dirigía hacia ella entre "insultos, amenazas y lanzando bolsas de basura, botellas y un líquido".

"Hijos de puta, la crisis es por culpa de los políticos, no entrareis en el Parlament, los compañeros tuyos ya han entrado, pero vosotros no entrareis", gritaban.

"Gritaron: convergentes os vamos a matar"

El diputado invidente de CiU Josep Maria Llop ha relatado que escuchó a una multitud de indignados gritar "convergentes os vamos a matar", mientras intentaban arrebatarle el perro guía e impedir que accediera al Parlament. "Fue como una pesadilla, un mal sueño", ha dicho.

Llop ha recordado que aquel día se dirigía a pie acompañado por el parlamentario de CiU Jordi Turull hacia el Parlament cuando un "tumulto" comenzó a empujarles hasta acorralarles en un portal mientras les llamaba "hijos de puta" y gritaba: "os vamos a matar, os vamos a matar". "Una chica no muy alta y un poco regordeta decía 'sois convergentes y os vamos a matar'", ha agregado.

"Uno dijo, soy empresario y la culpa es vuestra por los recortes que estáis haciendo", ha señalado el diputado catalán, para añadir que empujó a un manifestante cuando intentó arrebatarle el perro guía y entonces cometió la "imprudencia" de soltar el brazo a Turull. "Sufrí empujones, escupitajos y asedio para impedir que pudiéramos ejercer nuestra misión como representantes del país catalán", ha agregado.

"Patadas, gritos y escupitajos"

Por su parte, el exparlamentario de CiU Gerard Figueras ha afirmado en la Audiencia Nacional que durante el asedio recibió "patadas, golpes, escupitajos, restos de líquidos o comidas" y los indignados perturbaron el desarrollo normal de la sesión plenaria al ir "más allá" del derecho a "manifestar su malestar social".

En la vista oral, Figueras ha señalado que ese 15 de junio de 2011 siguió las indicaciones recibidas ante las manifestaciones convocadas, pero fue "acorralado" cuando estaba acompañado del parlamentario Alfons López Tena por un grupo de personas que pasaron de los "abucheos" a "acciones de carácter físico". "Sentí miedo, me sentí coaccionado, sufrí agresiones verbales y físicas y pesar por no comprender lo que estaba sucediendo", ha remachado.

La Fiscalía pide cinco años de prisión

La Fiscalía pide cinco años y medio de prisión para cada uno de los acusados y reclama que se les imponga, además, una multa de 7.500 euros. La acusación popular ejercida por Manos Limpias reclama 9 años de prisión ya que imputa a los manifestantes, además, un delito de atentado contra la autoridad y otro de asociación ilícita.

El Ministerio Público considera que "provocaron un fundado temor en la seguridad" de los parlamentarios y les atribuye delitos contra las Instituciones del Estado y atentado contra la autoridad.

Los manifestantes "increparon y acorralaron mediante amenazas e insultos" el vehículo de Artur Mas y el diputado invidente de CiU Josep Maria Llop, y golpearon "repetidas veces con los brazos en alto" a Alfons López Tena, y también sufrieron acoso los diputados Joan Boada, Gerard Figueras, Ernest Maragall, Ana Isabel Marcos, Salvador Milà y Santi Vila, según las conclusiones provisionales de los fiscales Teresa Sandoval y José Perals

Los incidentes se produjeron en el contexto de una manifestación convocada bajo el lema 'Paremos el Parlament. No dejaremos que aprueben recortes' y después de que durante la noche desconocidos pusieran materiales de obra, como vallas, hormigón, cuerdas y maderas, en las puertas de acceso al recinto parlamentario para evitar el acceso de los diputados.