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Hallan en México una tumba de tiro intacta que fue sellada hace 1.500 años

  • La tumba contiene valiosas ofrendas, como un chamán de cara alargada
  • Es la segunda tumba intacta que halla el arqueólogo del INAH

Las tumbas de tiro eran una tradición funeraria mexicana

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Escultura de un chamán de rostro alargado y arma en mano, junto a vasijas halladas.
Escultura de un chamán de rostro alargado y arma en mano, junto a vasijas halladas.

Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México han encontrado en perfecto estado una tumba de tiro que fue sellada hace 1.500 años en el estado de Colima -en el municipio de Villa de Álvarez-, a unos 660 kilómetros de México D. F.

Se trata de una cámara subterránea anterior a otras halladas, que data de entre los años 0 y 500 d.C., en la que han descubierto una "valiosa ofrenda": una escultura de un chamán de rostro alargado y con una arma en la mano que es el guardián de la tumba de tiro, según ha informado el INAH.

Según ha explicado el arqueólogo Marco Zavaleta, quien ha hallado por segunda vez una tumba de estas características inalterada, es un suerte que haya sido encontrada intacta, pues  las tumbas de tiro son objetivo de saqueadores por la belleza de los materiales depositados dentro de ellas.

Los tesoros de la tumba

El  arqueólogo del Centro INAH Colima ha liberado una serie de enterramientos en cistas de piedras, tanto de adultos como de niños, que al parecer corresponden principalmente a la fase denominada Colima, del 400 al 600 d.C.

Cerca del lugar donde se han recuperado los entierros de adultos en cistas, Zavaleta halló tres piedras sobre las que se molían manualmente granos -llamadas metates- que servían de sello a un pozo vertical de 1,50 m, de forma cuadrangular, que coincide con la entrada a la tumba de tiro.

La antropóloga física Rosa María Flores ha detallado que en ambos lados de la bóveda, de un radio aproximado de 2 metros, se encontraron acumulados los huesos de individuos, creen que de una o dos personas, que podrían haber sido colocados en el interior en un momento previo y que posteriormente fueron retirados para colocar a otro personaje. 

Los personajes estaban acompañados de una valiosa ofrenda compuesta por seis ollas de tamaño variable y una vasija llamada tecomate. Durante su  limpieza en las instalaciones del Centro INAH Colima, corroborarán  si contienen restos de semillas u otro tipo de material orgánico.

El chamán de medio metro

Sin embargo, la pieza más destacada es la figura del chamán que mide  aproximadamente medio metro de alto. El arqueólogo Marco Zavaleta ha comentado que esta figura fue “matada” de manera ritual.

Antes de situarse en  la entrada de la tumba de tiro, fue rota de forma intencionada, de ahí que el  personaje solo lleve el mango de su arma y a su tocado le falten  detalles como un cuerno.

Las imágenes propias de la tradición de tumbas de tiro constituyen un  retrato más humano de los ancestros prehispánicos. Por ejemplo, el  rostro alargado de la escultura del chamán revela, como ya se ha  comprobado mediante estudios antropofísicos, que algunos individuos de  este desarrollo cultural eran sometidos a prácticas de deformación  craneana, tabular erecto y tabular oblicuo, ha explicado Rosa María Flores.

La tradición de las tumbas de tiro

Existe la teoría de que las tumbas de tiro servían como espacios de culto para los ancestros, es decir, que en ellos se depositaban a personajes de un mismo clan familiar.. Eran una tradición funeraria que se extiende en el oeste de México desde el sur de Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Colima y parte de Michoacán.

Por lo regular los espacios funerarios se han asociado a la élite, pues era la que contaba con el poder y los recursos para erigir este tipo de construcciones. En ellas se incluían, además, algunos perros como guías del alma en el inframundo.

La antropóloga Rosa María Flores ha especificado que en el caso de la tumba de Villa de Álvarez, se hallaron en su exterior huesos de niños y cánidos, así como un entierro infantil al bajar el tiro o pozo vertical. Ya en el interior de la cámara, junto a los restos de personas, se identificaron dientes de perros.