Enlaces accesibilidad

El Senado de EE.UU. aprueba el acuerdo sobre el presupuesto federal hasta 2015

  • La votación en el Senado envía la medida al presidente Obama para su firma
  • Ahora toca elaborar un proyecto de ley fiscal para implementar el acuerdo
  • El déficit se reduce 23.000 millones de dólares en un horizonte de diez años

Por
El Senado de EE.UU. aprueba el acuerdo sobre el presupuesto de dos años para aliviar los recortes
Los senadores John McCain y Thomas Carper charlando a la salida del Senado tras la votación de los presupuestos.

El Senado de EE.UU.  ha aprobado este miércoles un acuerdo sobre el presupuesto para los dos próximos años y que aleja el temor de otra parálisis administrativa, como la vivida en octubre, aunque no se ha pactado un nuevo techo de deuda, al que se llegará en febrero de 2014. A esta iniciativa, que ya pasó por la Cámara de Representantes, solo le resta la ratificación por parte del presidente Barack Obama.

La votación en el Senado ha aprobado esta medida por mayoría simple. Los presupuestos contaron con los votos a favor de 64 senadores y la oposición de otros 36, lo que permite aprobar una ley que llevaba resistiéndose desde 2009: es el primer presupuesto pactado entre demócratas y republicanos en el Senado, la primera vez que ocurre bajo la administración Obama. 

Obama ratificará el acuerdo

El presidente Obama tiene previsto firmar el presupuesto en cuestión de días para poner fin así a años de desacuerdos sobre política de ahorros y fiscal. El pacto se ha alcanzado al filo de las vacaciones del Congreso, que ya no tenía mucho más tiempo para cumplir los plazos y evitar un cierre administrativo en enero próximo como el que ocurrió en la primera mitad de octubre.

Después de este trámite llega el turno de que los comités correspondientes del Senado y la Cámara de Representantes elaboren un proyecto de ley fiscal para implementar el acuerdo sobre el presupuesto antes de que expire la autoridad de gasto corriente. Esta medida permitirá cerrar las cuentas federales del año fiscal actual, que comenzó en octubre, y el que transcurre hasta finales de septiembre de 2015.

Reducir el déficit y eliminar los recortes automáticos

El plan contempla una reducción del déficit en 23.000 millones de dólares en un horizonte de diez años sin aumentar los impuestos, y elimina 63.000 millones de los 85.000 millones de dólares en recortes automáticos en marcha desde marzo.

La nuevas cuentas reducen significativamente los duros recortes automáticos en Defensa, que no querían los republicanos, y deja casi intactos programas sociales que los demócratas no querían ver afectados.

Además, evita una subida de impuestos, a la que se oponían los republicanos en bloque, con más ingresos por medio de un aumento de tarifas de seguridad aeroportuaria y menores beneficios a funcionarios y veteranos.

El nivel de gasto discrecional anual (el que se puede modificar año a año) se sitúa a medio camino entre lo que pedían los demócratas (1,058 billones) y los republicanos (967.000 millones), con 1,012 billones de dólares en el año fiscal 2014 y 1,014 billones de dólares en el ejercicio de 2015.

El acuerdo preliminar sobre este tema fue presentado a comienzos de mes por el congresista republicano Paul Ryan, presidente del Comité Presupuestario de la cámara baja, y la senadora demócrata Patty Murray.

Acuerdo sobre las cuentas del país

De esta forma se frena la amenaza de un nuevo cierre parcial de la Administración federal. Debido a la forma de estructurar las cuentas públicas del país, la negociación de los presupuestos es independiente a la del tope fijado al endeudamiento, que no se realiza anualmente sino en función de las necesidades, y esto sirve de arma a ambos partidos para alcanzar acuerdos en otros sectores.

Dado que ambas cuestiones son asuntos de política fiscal, en los últimos años, los republicanos han conseguido vincularlas y condicionar su apoyo al aumento del umbral de endeudamiento al retraso de la reforma sanitaria de Obama.

De este modo, el cierre administrativo de hace unos meses puede considerase un simple calentamiento que se ha resuelto este miércoles. Aunque aún queda por ver la letra pequeña de cómo se aplicará.