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El Thyssen invita al público a soñar con el surrealismo de Dalí, Magritte, Miró o Breton

  • "El surrealismo y el sueño" podrá verse hasta el 12 de enero de 2014
  • Reúne 163 obras de Dalí, Magritte, Miró, Ernst y Man Ray, entre otros
  • Se analiza por primera vez la transcripción plástica del sueño

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Surrealistas antes del surrealismo

En un año en el que el surrealismo vive un gran protagonismo en el mundo del arte -la exitosa exposición de Dalí en el Reina SofíaMagritte en el MOMA...-, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid invita al espectador desde este martes a sumergirse en la clave del movimiento, su conexión con el sueño, a través de 163 obras de artistas como los propios Dalí y Magritte, además de André Breton, Joan Miró, Max Ernst o Man Ray.

La exposición "El surrealismo y el sueño",  que podrá verse hasta el 12 de enero de 2014, es "una invitación a seguir soñando", indica a RTVE.es su comisario, el filósofo y crítico de arte José Jiménez.

"Vivir es soñar. Y el gran mensaje de los surrealistas en torno al sueño es esa idea: si renunciamos a los sueños, dejamos de vivir.  Me gustaría que este gran impacto artístico que uno siente con la reunión de todas estas obras fuera, al mismo tiempo, un impulso en nuestra vida para seguir soñando, seguir planteando ideales, seguir planteando una libertad en nuestra forma de ver la cosas", sueña en voz alta Jiménez al ser preguntado sobre la huella que pretende dejar en el espectador esta muestra.

Primera muestra centrada en el sueño

Con préstamos de todos los grandes museos mundiales, como el MOMA o el Metropolitan de Nueva York, el Pompidu de París o la Tate Modern de Londres, y, a través de pinturas, dibujos, fotografías, collages, esculturas, objetos y cine, la exposición propone una presentación temática de la aproximación plástica de los artistas surrealistas al universo onírico.

Por sorprendente que parezca, dada la importancia del sueño en el surrealismo, esto no se había hecho "nunca en la historia" hasta ahora, explica el comisario, lo que achaca a su "complejidad".

"Se trata de rastrear las obras en las que aparece la transcripicón plástica del sueño con los planteamientos surrealistas; y no vale cualquier obra suerrealista. Era un gran reto y creo que se ha resuelto muy bien", apunta Jiménez, que añade que las 163 obras están complementadas por siete videoinstalaciones con fragmentos de películas, como no podía ser de otra manera, al tratarse del "primer movimiento multimedia que utiliza todos los soportes, desde la pintura al cine".

Así, junto a las obras de Paul Delvaux, Yves Tanguy o Jean Arp, se podrán ver fragmentos de filmes tan determinantes como Un perro andaluz, de Luis Buñuel y Dalí, La Edad de Oro, también de Buñuel, tres cortometrajes de Joseph Cornell, Emak Bakia, la película con título en euskera de Man Ray (Déjame en paz) o Recuerda, de Alfred Hitchcock, con decorados de Dalí. Todos estos títulos, y otros más, se podrán ver en un ciclo de cine paralelo a la exposición que se desarrollará los fines de semana.

La exposición está presentada en una especie de "montaje en espiral", para que haya "ecos y resonancias", indica el comisario de "El surrealismo y el sueño". "Es una exposición hecha para la gente,  para compartir conocimiento y placer con la experiencia del arte", afirma.

El año del surrealismo

Aunque Jiménez reconoce que ha sido "casual" la coincidencia en el tiempo con la exposición dedicada a Dalí en el Reina Sofía, ya que la del Thyssen lleva tres años y tres meses de recorrido, cree que "esto indica algo" que tiene que ver con el momento de crisis en que vivimos.

"El surrealismo surge en Europa en un momento de crisis muy profunda, política, social, de formas de la cultura y de la comuinicacion. Y lo que estamos viviendo en el mundo de hoy es también igualmente muy profunda, de los sistemas políticos tradicionales, una crisis social y también una transformación importantísima de los canales de la cultura", explica Jiménez, quien subraya ese "cierto paralelismo" con respecto a lo que se vivió en la época surrealista.

A su juicio, ese interés por el surrealismo obedece a ese "paralelismo" porque "hoy, la gente quiere pensar de otro modo, quiere más libertad", al igual que hiceron los surrealistas en su momento.

Hasta el 12 de enero, las puertas del Thyssen están abiertas para invitarnos a soñar.