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Estados Unidos tomará la decisión de intervenir en Siria "guiado por sus intereses"

  • La no participación de Reino Unido no condicionará la decisión de Obama
  • Obama considera que están en juego intereses centrales para Estados Unidos
  • EE.UU. dice que "no hay duda" de que al Asad ha utilizado armas químicas
  • La Administración Obama sigue buscando una coalición internacional

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El presidente estadounidense, Barack Obama, estudia llevar a cabo una acción militar en Siria en solitario  o, al menos, sin la colaboración de su mayor aliado en esta cuestión,  el Reino Unido, después de que el Parlamento británico haya rechazado unirse a una 'respuesta internacional' al supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Asad.

La portavoz de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, ha explicado que "la  decisión del presidente Obama se guiará por los intereses de Estados  Unidos. Él [Obama] cree que hay intereses centrales para Estados Unidos en juego y que los países que violan las normas internacionales utilizando armas químicas tienen que rendir cuentas" por sus acciones.

De esta manera, la Casa Blanca deja claro que la no participación de  Reino Unido -confirmada por su secretario de Defensa, Phillip Hammond-  no influirá en la decisión que tome Washington e indica que seguirá  abierta la comunicación con Downing Street.

"Hemos visto el resultado del voto del Parlamento en Reino Unido. Estados Unidos continuará consultando al Gobierno británico, uno de nuestros mayores aliados y amigos", ha destacado Hayden en una nota.

Además, la Administración Obama ha asegurado que no tienen "ninguna duda" de que se han utilizado armas químicas en Siria y de que ha sido el Gobierno de Bashar Al Asad el que las ha utilizado.

Los principales responsables en seguridad del Gobierno han explicado al Congreso que han "interceptado comunicaciones de funcionarios sirios de alto nivel"  y han observado movimientos en Damasco que indican que "estaba listo  para algo grande como un ataque con armas químicas", según ha indicado  Engel, representante demócrata en el Comité de Asuntos Exteriores del  Congreso. 

'Robusta' comunicación con el Congreso

Mientras tenía lugar la votación en el Parlamento británico, Obama y su equipo de seguridad han explicado este viernes al Congreso los objetivos y la justificación para una eventual intervención militar en Siria.

Varias fuentes del Gobierno estadounidense citadas por la cadena CNN y  el diario "The New York Times" coincidieron en asegurar que Obama  optaría por una intervención en Siria,  a pesar de que sus aliados británicos hayan decidido respetar la voz del Parlamento y no participar en el castigo al régimen de Bachar al Asad.

Del mismo modo, Obama podría seguir adelante y sin el consenso en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, algo que Washington tampoco espera que ocurra debido a la oposición rusa y china.

El presidente Obama ha hablado personalmente con el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, para explicarles la estrategia y las supuestas pruebas que justificarían un potencial ataque contra el régimen sirio.

Por la tarde, la asesora de Seguridad Nacional de Obama, Susan Rice; el secretario de Estado, John Kerry; el jefe del Pentágono, Chuck Hagel; el Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, han hablado por teleconferencia con líderes del Congreso.

En Washington, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest, no ha querido confirmar si Obama pedirá la autorización formal del Congreso antes de un eventual ataque, y se limitó a decir que el Gobierno está manteniendo una "robusta" comunicación con el Legislativo.

Según las Resolución de Poderes de Guerra, el presidente debe notificar con 48 horas de antelación al Congreso el inicio de una acción militar y  necesitaría la aprobación del Legislativo en caso de que la  intervención se alargara más de 60 días, aunque no sería la primera vez  que el Ejecutivo decide acciones militares sin el sello del Legislativo.

'La credibilidad de EE.UU. está en juego'

Pese a asegurar que no hay una decisión tomada,  Obama ya da por hecho que el régimen de Al Asad está detrás del ataque  con armas químicas a gran escala del pasado 21 de agosto y con ese  objetivo la Casa Blanca presentará en breve un resumen de las pruebas  que han recabado los servicios de espionaje estadounidense.

Por el momento, Obama ha conseguido el apoyo público de senadores con gran peso,   como el demócrata Robert Menéndez, presidente del Comité de Exteriores  del Senado, quien consideró que el de Siria es "un caso convincente para  actuar" militarmente, aunque de manera "limitada".

En entrevista con la CNN, el congresista republicano Mike Rogers,  presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, ha opincado que  con la información recibida "es muy claro que el régimen de Asad es el responsable del ataque".

Rogers ha considerado que, debido a que Obama ha marcado  insistentemente durante la guerra civil siria una "línea roja" en el uso  de armas químicas, "sería más peligroso no responder que hacerlo", ya que la credibilidad de EE.UU. está en juego.

Continuará buscando aliados internacionales

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, ha confirmado que Estados Unidos continuará buscando una coalición internacional para actuar en Siria.

"Es el objetivo del presidente Obama y nuestro Gobierno. Cualquier decisión que se tome, que sea una colaboración y esfuerzo internacional", ha dicho Hagel durante su viaje a Filipinas.

En el teatro internacional Obama ha continuado con sus contactos con mandatarios extranjeros y este viernes ha hablado con la canciller alemana Angela Merkel, que se suma a las conversaciones con los jefes de Gobierno de Reino Unido, Francia, Canadá y Australia.

Antes del rechazo del Parlamento británico, la portavoz adjunta del  Departamento de Estado, Marie Harf, ha indicado que los tiempos para  actuar no están determinados por el Consejo de Seguridad, donde  Washington dan por hecho que no habrá consenso, ni por la actividad  parlamentaria de Londres.

"Nosotros tomamos nuestras propias decisiones con nuestros plazos, pero seguiremos en contacto cercano con nuestros aliados, entre ellos el Reino Unido", ha apuntado la portavoz.

Al margen de la política y la diplomacia, Estados Unidos ha seguido  acumulando poder militar en el Mar Mediterráneo durante esta jornada. A  los cuatro destructores estadounidense ya desplegados en el Mediterráneo oriental se les unirá próximamente un quinto,   todos ellos con la capacidad de lanzar decenas de misiles crucero  guiados por satélite a distancias superiores a los 1.600 kilómetros.