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Conservadores y socialdemócratas negociarán la coalición exigida por el presidente de Portugal

  • Passos Coelho hace suyo el plan de Cavaco y el PS lo valora con críticas
  • La crisis de Gobierno que se abrió hace 10 días pone al país contra las cuerdas

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La crisis política protagoniza el debate del Estado de la Nación en Portugal

Los tres grandes partidos de Portugal están dispuestos a negociar la amplia coalición exigida por el jefe del Estado para superar la crisis política en medio de grandes tensiones derivados del rescate de la troika y los recortes exigidos, según ha informado el propio presidente del país.

El plan solicitado el miércoles por Aníbal Cavaco Silva lo ha hecho suyo este viernes en el Parlamento el primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, durante el debate del Estado de la Nación. El líder del PS, António José Seguro, ha respondido que está dispuesto a dialogar “en los términos fijados por el presidente, no por el Gobierno”, y ha insistido en la necesidad de celebrar elecciones en 2014, informa el Diario de Noticias.

No obstante, según Efe, el PS ha sido muy crítico con el Ejecutivo, le ha pedido la dimisión y se ha mostrado partidario de un diálogo con todos los partidos, no solo los tres grandes a los que han apelado el jefe del Estado y el propio Passos Coelho: el Social Demócrata (PSD) del primer ministro y el CDS-PP (democristiano), que forman la coalición gubernamental de centroderecha desde 2011; y el PS (socialdemócrata propiamente dicho).

Además, Cavaco no quiere que haya elecciones antes de junio de 2014, cuando concluye el programa del rescate financiero de Portugal cuyo cumplimiento quiere convertir en el objetivo central de su pretendido Gobierno de concentración.

Tras el debate parlamentario, el jefe del Estado ha confirmado que los tres partidos se han mostrado "disponibles" para negociar ese "compromiso de salvación nacional", y les ha reclamado rapidez para cerrar este proceso.

El octavo tramo del rescate

Esta última crisis se inició el pasado día 2 cuando dimitió el ministro de Exteriores, Paulo Portas, del CDS-PP, por desavenencias con Passos Coelho. Ambos políticos solucionaron sus diferencias y presentaron el viernes un pacto para concluir la legislatura gracias a su mayoría absoluta conjunta al que Cavaco no ha dado su aceptación.

Esta es la mayor crisis desde que Passos llegó al poder en junio de 2011, un mes después de que el anterior Gobierno del PS acordase el rescate para evitar la bancarrota del Estado con la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que forman la troika de prestamistas internacionales.

Esta crisis ha llevado a retrasar la próxima evaluación del rescate, que debía empezar el lunes. Según Lisboa, estos organismos han aceptado la petición de retrasar mes y medio la octava evaluación del programa, que se sumará a la novena a finales de agosto.

El préstamo, de 78.000 millones, se concede por tramos en función de la aplicación de los recortes de gasto público y otras reformas, que generan un profundo rechazo entre la población que sufre la grave crisis económica agravada hasta ahora por estas políticas.

Intereses disparados

En este contexto, el interés que exigen los inversores por la deuda soberana de Portugal ha vuelto a incrementarse y se ha situado de nuevo por encima del 7% en el bono de referencia (a diez años), nivel considerado insostenible.

Con respecto a la víspera, ha subido una décima. Durante los días pasados llegó a superar el 8%, cifra que contrasta con el 5,5 % que pagaban a principios de mayo; y todo ello a pesar de contar con la asistencia financiera internacional.