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Hollande señala que el mantenimiento de la austeridad "condena a Europa a la explosión"

  • Defiende que el objetivo de reducir el déficit al 3% se retrase un año a 2014
  • En una entrevista en la principal cadena pública, 'France 2'

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El presidente francés François Hollande
El presidente francés, François Hollande, en un momento de la entrevista concedida al canal de televisión público 'France 2'.

El presidente de Francia, François Hollande, ha reconocido que el mantenimiento de políticas de austeridad condena a Europa "a la explosión". Hollande ha vaticinado que "eso condena a Europa a la explosión, no solo a la recesión".

Los países europeos deben ser "rigurosos, Francia en primer lugar, pero no austeros", ha explicado Hollande en una entrevista concedida a la principal cadena pública francesa, France 2.

Se trata de la cuarta comperecencia de este tipo del presidente francés desde que accedió al cargo en mayo pasado, y en un momento en que su popularidad se ha desplomado. Según las últimas encuestas solo un 22% de los ciudadanos le consideran un buen presidente.

El mandatario francés ha admitido que cuando se presentó a las elecciones conocía la situación y no la subestimó, pero ha asegurado que en ese momento no se sabía que la crisis "iba a durar todavía mucho más del tiempo previsto".

"La certeza de tener gobiernos impopulares"

En línea con sus ideas, ha subrayado que no pensaba llevar a cabo "una política que conduzca a Europa a la austeridad", y ha defendido por eso que el objetivo de reducir el déficit al 3% del PIB se cumpla en 2014 y no en 2013.

Para Hollande, que ha dicho mantener con Alemania "una tensión amistosa", prolongar la austeridad a nivel europeo conlleva no solo "el riesgo de no lograr reducir los déficit", sino también "la certeza de tener gobiernos impopulares".

"(La canciller alemana Angela) Merkel no tiene mis mismas ideas, pero los dos tenemos la obligación de que Europa avance", ha añadido el presidente, partidario también de acelerar los procedimientos a nivel europeo.

Hollande, que ha asegurado sentirse cansado de perder el tiempo, ha invitado a "ir más rápido", incluido en la solución de problemas como Chipre, pero ha considerado también que no está solo, sino respaldado en esa misma postura por "muchos gobiernos conservadores".

"A Francia se la mira, se la espera", ha añadido en esta emisión especial, en la que ha asegurado que sigue intentando que en cada Consejo Europeo "sea efectiva" la llamada "reorientación de Europa", y que él sigue teniendo confianza en las posibilidades de su país.

Recuperar la confianza

Hollande ha intentado recuperar la confianza perdida entre los franceses asegurando que tiene claras las líneas de su gestión y que él y su gobierno están en "orden de batalla".

"Soy un jefe de batalla. No soy un comentarista, sino que avanzo, con un rumbo. Ese rumbo es el crecimiento. Y este debe volver. Es un elemento esencial para la cohesión social y la confianza del país en sí mismo", ha asegurado.

Además, ha pedido que se le juzgue al final del quinquenio sobre el hecho de haber cumplido o no el objetivo de hacer avanzar al país, y que no se le critique por el supuesto inmovilismo de su gestión.

"Tengo la sangre fría", ha recalcado en esa emisión especial, que se ha prolongado hora y media, 30 minutos más de los previstos, y en la que ha solicitado que no se espere de él que cambie de rumbo "al primer aviso de tormenta".

En esa línea, y tal y como habían criticado sus opositores, la entrevista no destacó por el anuncio de nuevas medidas, sino que se centró en la necesidad de confiar en que van a surtir efecto las ya aplicadas, como el pacto de competitividad o los contratos destinados a promover el empleo entre los jóvenes.

"Mi prioridad es el empleo"

"He puesto en marcha una política y todas las herramientas están ahí y van a ser utilizadas plenamente para alcanzar el objetivo", insistió, mostrando su confianza en que a partir de finales de año comience a invertirse la curva del paro, que en febrero rozó el récord histórico de 1997, con 3,2 millones de demandantes de empleo.

"Mi prioridad es el empleo, y mi rumbo es el crecimiento", subrayó en su discurso, consciente de que una de las críticas más insistentes es la sensación de que el Ejecutivo se dedica a sobrevivir a la situación sin hacerle frente.

Uno de los pocos anuncios de la noche fue la previsión de que el impuesto del 75% para aquellos que ganen más de un millón de euros al año, lanzada como uno de los estandartes de su campaña electoral, sea asumida por las empresas en las que estos trabajen, y no por los contribuyentes.

Hollande aseguró también que en 2013 no se van a pedir esfuerzos suplementarios a los franceses, avanzó que en 2014 no se subirán más los impuestos, se mostró partidario de alargar los años de cotización, y mantuvo su intención de no llevar a Francia y a Europa por el camino de la austeridad.