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Análisis

¿Podrá Inspiration Mars llevar dos astronautas a Marte en 2018?

  • Sería una misión de sobrevuelo, sin la posibilidad de un aterrizaje
  • Los tripulantes tendrían que ser capaces de soportarse durante 502 días
  • Hay enormes desafíos de todo tipo que ponen muy en duda su viabilidad

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Recreación de la cápsula de Inspiration Mars
Recreación de la cápsula de Inspiration Mars

Aún cuando las agencias espaciales tradicionales son hoy por hoy incapaces de enviar un astronauta más allá de una órbita terrestre baja, el proyecto Inspiration Mars, que busca financiarse totalmente mediante la iniciativa privada -encabezada por el primer turista espacial, el multimillonario Dennis Tito-, quiere enviar a dos astronautas a Marte en 2018 en un viaje de ida y vuelta de 502 días.

La idea es aprovechar una alineación de la Tierra y Marte que permitiría usar una trayectoria muy sencilla que haría pasar a la nave a menos de 200 kilómetros de altura sobre el lado del planeta más lejano a nosotros y, aprovechando la gravedad de este, iniciar el camino de regreso sin la necesidad de utilizar motores.

Sin valor científico

Desde el punto de vista científico, la misión apenas tendría valor alguno, salvo el de poder estudiar las reacciones de los dos astronautas durante todo ese tiempo en el espacio, tanto las reacciones de sus cuerpos como las de sus mentes.

Pero más allá de eso, y teniendo en cuenta que el tipo de trayectoria propuesta, no les permitiría entrar en órbita alrededor de nuestro vecino, poca ciencia iban a hacer. De hecho, todas las sondas que tenemos ahora mismo sobre la superficie de Marte y en órbita alrededor de él hacen un trabajo mucho mejor y a una fracción del coste.

Claro que en cualquier caso el objetivo de Tito y de Inspiration Mars no es la ciencia, sino servir de inspiración a los Estados Unidos para volver a tener la ilusión de ir más allá de lo que se considera posible.

Desafíos técnicos y humanos

Y en este sentido la verdad es que la misión es un desafío tan grande desde el punto de vista técnico que en realidad parece prácticamente imposible que llegue a buen puerto.

Para empezar, aunque la idea es usar un cohete Falcon Heavy para el lanzamiento y una cápsula Dragon tripulada como nave espacial hoy por hoy los dos están en fase de desarrollo y todavía no han hecho tan siquiera una misión de prueba.

Además, la cápsula Dragon tripulada, que está pensada para misiones más cortas, tendría que ser modificada de algún modo para proporcionar más espacio útil, tanto para almacenar los suministros necesarios como para que los dos astronautas, por muy bien avenidos que sean, no acaben odiándose.

De hecho se habla de enviar una pareja, probablemente un matrimonio, para que la parte psicológica de la misión tenga más garantías, aunque habría que ver cómo llevarían lo de estar encerrados durante 502 días en el espacio equivalente a una caravana de camping.

Inspiration Mars estudia enviar a una pareja. Estarán 502 días juntos en el espacio

Para nada sería como la simulación MARS 500, que se llevó a cabo en Rusia o la que está realizando el Foro Austríaco del Espacio (OEWF) en Marruecos, pues en cualquiera de estas los astronautas simulados saben que en el peor de los casos siempre pueden contar con un rescate o que los saquen de allí si las cosas se ponen muy feas.

Es cierto que tanto el Falcon Heavy como una Dragon tripulada cuentan con el respaldo del éxito de varios lanzamientos de su hermano pequeño, el Falcon 9, y de la versión de carga de la Dragon, que ya ha llevado en varias ocasiones suministros a la Estación Espacial Internacional, pero 2018 está a la vuelta de la esquina hablando de desarrollo de naves espaciales.

Otro tanto pasa con los módulos hinchables de Bigelow Aerospace que podrían ser usados como un añadido para dotar de más espacio a la nave: se han hecho algunos lanzamientos de prueba, pero no a la escala necesaria.

Y por si esto fuera poco, habría que desarrollar sistemas de soporte vital capaces de funcionar durante todo ese tiempo sin recibir suministros ni repuestos, algo que tampoco parece fácil, y modificar la Dragon y el módulo de Bigelow para añadirles la suficiente protección contra la radiación a la que de otro modo se verían expuestos los tripulantes.

¿Y el dinero?

Queda, además, el problema del dinero, pues aunque Tito ha dicho que él sufragará los dos primeros años del proyecto, la idea es acudir a la suscripción popular para terminar de recaudar los 1.000 millones de dólares en los que se estima que saldrá.

Así que la verdad es que siendo fríos, parece poco probable -más bien casi imposible- que Inspiration Mars vaya a conseguir salirse con la suya, por mucho que Marte nos atraiga.