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Francia considera que ETA sigue teniendo capacidad para atentar

  • Según la policía gala dispone de muchas armas y explosivos para atentar
  • Su actividad se basa en robar coches y mantener operativos sus arsenales
  • Sobre un posible desarme de ETA, la policía dice que "son rumores"

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La policía antiterrorista francesa considera que la posibilidad de un eventual desarme de ETA son solo rumores mientras no se materialice, y aunque la actividad clandestina de la banda se resume a robar coches y mantener operativos sus arsenales, dispone de muchas armas y explosivos para cometer atentados.

Teniendo en cuenta las reservas acumuladas de robos que ha realizado,  en particular de polvo de aluminio, ETA "tiene capacidad" para confeccionar y utilizar "artefactos explosivos", ha destacado el comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) Laurent Hury, ante el Tribunal de lo Criminal de París que juzga a diez etarras, entre otros el exjefe militar Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki".

Hury recordó que la banda conserva también la mayoría de las 404 armas que sustrajo en un robo cometido en Vauvert (sureste de Francia) en octubre de 2006, ya que hasta ahora se les han requisado 149 de ese lote.

La última pistola fue la incautada a los dos presuntos etarras detenidos la semana pasada en Moulins, ha precisado el policía, que ha subrayado que "la organización dispone todavía de muchas armas y municiones".

Preguntado por la abogada de los acusados, Amaia Recarte, sobre las informaciones que hablan de negociaciones para un posible desarme, el oficial antiterrorista ha respondido: "eso por ahora no son más que rumores. Nosotros esperamos a que se materialice".

Eso por ahora no son más que rumores

La actividad clandestina persiste en Francia

También ha insistido en que la actividad clandestina de la organización terrorista no ha parado en Francia, donde se siguen constatando robos de coches.

Además, ha hecho hincapié en que en algunas de las detenciones de los dos últimos años, los etarras capturados circulaban con componentes para artefactos explosivos.

A ese respecto, se refirió a la realizada el pasado 28 de octubre en Maçon (este de Francia) de la presunta dirigente Izaskun Lesaka junto a Joseba Iturbide, que llevaban armas y elementos que sirven para confeccionar artefactos.

Hury ha considerado que, teniendo en cuenta que la organización ha declarado un cese el fuego y el abandono definitivo de la actividad armada, el hecho de que sus miembros circulen por el territorio francés en coches robados con armas y componentes de explosivos "me parece por lo menos desestabilizante".

"Nos interrogamos" sobre el sentido de la tregua, ha indicado el comandante, que previamente había recordado que ETA ha aprovechado treguas anteriores como las de 1999 y 2006 "para reestructurarse y, sobre todo, para reaprovisionarse".

ETA aprovecha los periodos de alto el fuego para rearmarse

De esa última, ha explicado que aunque siguieron las negociaciones políticas tras el atentado mortal de Barajas del 30 de diciembre de 2006 y ETA no la dio por finalizada hasta junio de 2007, "el aparato militar había aprovechado ese periodo para prepararse para cometer atentados".

En ese periodo, y hasta su detención en noviembre de 2008, el responsable militar era "Txeroki", que había sucedido en el puesto a Peio Esquisábel, tras su captura en abril de 2005, según el análisis de la SDAT, en particular de los documentos contables incautados a la banda.

En cuanto a la situación actual de ETA desde el fin de los atentados en España en agosto de 2009, con las posteriores declaraciones de cese el fuego y de abandono de la actividad armada, Hury la vinculó con que "la organización se encontró desorganizada por las detenciones y los decomisos" de material.

En resumen, una estructura militar "debilitada" ha dejado que "la política se manifieste", señaló.

El oficial antiterrorista francés puntualizó que "estamos en periodo de tregua, pero la tregua solo cuenta en el territorio español" ya que ETA considera Francia "un territorio de aprovisionamiento".

El proceso en París, que continuará la semana próxima, juzga la presunta responsabilidad de los diez que se sientan en el banquillo en el secuestro de una familia guipuzcoana en el suroeste de Francia, en agosto de 2007, para robarles la furgoneta con la que planeaban cometer un atentado con coche bomba en Oropesa del Mar, finalmente fallido.