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Las comunidades autónomas deberán informar al Gobierno central de su acciones exteriores

  • La futura ley se enmarca en el proceso de reforma de administraciones públicas
  • El Gobierno central ayudará a las comunidades en su acción en otros países
  • Las lenguas cooficiales recibirán especial atención y un protocolo de promoción

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En la reunión del Consejo de Ministros se ha dado luz verde al anteproyecto de ley de acción exterior y servicio exterior del Estado, una normativa que busca unificar bajo una misma "dirección política", con los mismos fines y objetivos, las acciones en el extranjero de las distintas instituciones.

Según la futura ley, las comunidades autónomas estarán obligadas a informar al Gobierno central de las visitas oficiales e iniciativas que vayan a emprender en el extranjero.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha afirmado que la proliferación de sujetos ha sido "bastante desordenada" dando lugar a "una situación caótica".

"Lo importante es saber qué nos interesa, por qué se actúa y cómo se debe actuar", ha añadido por su parte Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno. Ha destacado la importancia de dotar de "coherencia" el trabajo de los distintos actores que trabajan en el exterior a través de la planificación y coordinación de su labor.

Exteriores coordinará las acciones exteriores de las autonomías

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación pondrá a disposición de las autonomías personal diplomático, asesores y contactos para contribuir al éxito de sus acciones exteriores. "No se trata de controlar y centralizar, sino de ofrecer ayuda a las comunidades", ha subrayado Margallo. Además, ha asegurado que se prestará "especial atención" y se elaborará un protocolo para la promoción de las lenguas y culturas cooficiales.

Exteriores también emitirá un informe en el caso de que una comunidad quiera abrir una nueva oficina en el extranjero, y le ofrecerá la alternativa de integrarla en la estatal.

La nueva norma estará enmarcada en el proceso de reforma de las administraciones públicas y en la necesidad de dar respuesta a los retos de un entorno internacional cambiante y complejo". Las comunidades la podrán aceptar o no, y no se les impondrá ninguna restricción aunque no cumplan el objetivo de déficit presupuestario, como figuraba en alguno de los borradores descartados de la ley, según ha reconocido.

García-Margallo ha especificado que "si una comunidad autónoma prefiere cerrar ambulatorios en lugar de oficinas en el exterior, serán sus votantes quienes juzguen la sapiencia de semejante decisión", añadiendo que "un paso más en el reconocimiento del Estado autonómico que no se había hecho hasta ahora"

La política regirá la acción y servicio exteriores

Además, García-Margallo ha distinguido entre política, acción y servicio exterior, puntualizando que la política debe marcar la acción y el servicio, ya que ésta corresponde constitucionalmente al Gobierno central. Por ello, el Consejo de Política Exterior será encargará de "planificar, racionalizar y coordinar" la acción exterior.

Para la planificación, se elaborarán estrategias anuales con un marco referencial a cuatro años, otro plan de cooperación para otros cuatro, la Oficina para la Marca España emitirá informes y se harán evaluaciones periódicas de la eficiencia de la acción exterior.

Se establecerá también una racionalización del los servicios del Estado en el exterior para centralizar servicios y rediseñar el despliegue.

La última ley al respecto fue aprobada en 1955

García-Margallo ha recordado que todos los gobiernos desde UCD han considerado esta ley tan necesaria como "imposible de conseguir", por lo que ha agradecido el esfuerzo común.

El crecimiento del sector y la proliferación de actores externos en el extranjero y ámbitos de actuación conrastan con la falta de una normativa que lo regule, ya que la última ley aprobada al respecto data de 1955.

El ministro ha apuntado que esta ley sigue el mismo principio que sigue el Ministerio cuando cierra embajadas poco productivas y las subsume en las representaciones europeas, añadiendo que pronto lo hará también en las iberoamericanas.