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El juicio al exmayordomo del papa será sin cámaras, a puertas abiertas y con jueces laicos

  • Paolo Gabriele puede no presentarse y enviar a su abogado
  • Está acusado de "robo de documentos reservados con agravante"
  • El papa tiene el poder de conceder la "gracia", el perdón

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El exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, y el informático Claudio Sciarpelletti, serán juzgados por la fuga de documentos vaticanos a partir de este sábado, cuando se celebrará la primera audiencia del proceso, por un tribunal compuesto por tres jueces laicos, en un juicio a puertas abiertas en el que puede no presentarse el acusado si decide enviar en su lugar a su abogado de confianza.

Así lo han indicado el promotor de Justicia del Tribunal de Apelación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el abogado Giovanni  Giacobbe, y el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

Concretamente, han explicado que el juicio tendrá carácter "público"  y podrá asistir un número limitado de personas, entre ellos, algunos  periodistas, pero han subrayado que queda "estrictamente prohibida" la  grabación de la audiencia de forma que solo se harán públicas las  imágenes del inicio de la sesión.

El exmayordomo está acusado de un delito de "robo de documentos reservados con agravante" y el informático Sciarpelleti por el delito de "complicidad".

El tribunal que les juzgará estará formado por tres jueces laicos, ya que se desarrolla en el Estado de la Ciudad del Vaticano y no es competencia de la Iglesia Católica ni se aplica el derecho canónico. No obstante, ha apuntado que no se puede realizar una previsión de la duración aproximada del proceso, ya que puede llegar a ser breve o, si surgen ulteriores variables, prolongarse. 

Además, ha indicado que "el imputado puede no estar presente durante el juicio" y enviar en su lugar a su abogado de confianza y que, si no cuenta con ninguno, el tribunal puede designar uno de oficio. Asimismo, ha precisado que "los testigos sí deben jurar" pero que la ley italiana prevé que el imputado no lleve a cabo ningún juramento. 

Sobre la posible pena en caso de que la sentencia sea condenatoria, podría ser, según el artículo 403 del código penal, de hasta tres años si es la mínima y de cuatro años si es la pena máxima. La pena se cumpliría en una cárcel de Italia, ya que el Estado de la Ciudad del Vaticano no cuenta con prisión.

La 'gracia' del papa

Por otro lado, han recordado que el papa, como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano,  tiene el poder de conceder la "gracia" -el perdón- a los imputados en caso de una posible condena por lo que los efectos de la pena no se llevarían a cabo. 

Paolo Gabriele fue arrestado el pasado mes de mayo por poseer documentos reservados del papa en su domicilio y permaneció en una celda de la gendarmería vaticana durante 60 días. Posteriormente, estuvo en arresto domiciliario en su apartamento dentro de la Ciudad del Vaticano donde vive con su esposa y sus tres hijos. Actualmente tiene libertad condicional. 

El juicio fue reenviado con sentencia del juez instructor el pasado 13 de agosto después de finalizar la fase de interrogatorio formal y la audiencia tendrá lugar en el Aula de las audiencias del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano. 

El pasado 17 de septiembre se emitió el decreto firmado por el presidente del Tribunal de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Dalla Torre, que establece que el próximo 29 de septiembre a las 9.30 horas tendrá lugar la primer audiencia.