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Clegg pide "paciencia y perseverancia" a las bases para completar la transición del partido

  • Lo ha dicho en su discurso durante el congreso anual del Partido Liberal Demócrata
  • Ha urgido a una alianza con los "tories" para sacar a Reino Unido de la crisis

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El líder liberaldemócrata y viceprimer ministro británico, Nick Clegg, ha preparado a sus correligionarios para un trayecto duro y difícil en el Gobierno, que sin embargo ve necesario para adquirir madurez como fuerza política.

En su discurso durante el congreso anual del Partido Liberal Demócrata, que concluye este miércoles en Brighton (sur de Inglaterra), ha pedido a las bases "paciencia" y "perseverancia" para completar la transición de la oposición al poder.

Clegg, cuya popularidad está bajo mínimos por su aparente sumisión a las políticas de sus socios conservadores, ha instado a los militantes a seguir mostrando "disciplina" y "determinación" para aguantar en el Ejecutivo de coalición, a fin de acumular la experiencia necesaria para, un día, gobernar en solitario.

De cara a las elecciones de 2015 -ha dicho-, el partido se presentará finalmente "no como tercera fuerza política" del país sino como "uno de los tres partidos de gobierno", junto con conservadores y laboristas.

Alianza con los "tories" para salir de la crisis

Con ese objetivo en mente, ha urgido a los activistas dudosos de la alianza con los "tories" de David Cameron a apoyarla, como la mejor manera de sacar al Reino Unido de la crisis.

En este sentido, Clegg, que ha acudido a Brighton acompañado de su esposa, la española Miriam González, ha ligado el futuro de su formación al del país, al asegurar que "el éxito de uno depende del éxito del otro".

Así, mientras Gran Bretaña debe recorrer el camino "de los sacrificios de la austeridad hasta la recompensa de la prosperidad compartida", el Partido Liberal Demócrata debe ir "de la comodidad de la oposición a la dura realidad del Gobierno", ha afirmado.

"Con un discurso sobrio y algo catastrofista, Clegg ha buscado dar confianza a las bases de que el camino escogido es el correcto, con el mensaje de que el pacto con los "tories" es el peaje a pagar para sacar al país de la crisis y convencer al electorado de la capacidad de la formación para gobernar.

Aunque algunos militantes, incómodos con el giro a la derecha, siguen cuestionando su liderazgo, hoy ha quedado claro que Nick Clegg tiene aún el timón del barco y, de momento, decide su rumbo.