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El Partido Comunista Chino hace frente a una nueva polémica en vísperas de su congreso

  • Apartan del poder a un alto dirigente tras la muerte de su hijo 
  • El joven tuvo un accidente con un Ferrari junto a dos mujeres 
  • El caso afecta perjudica al entorno del presidente, Hu Jintao 

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Un nuevo escándalo afecta a la cúpula del partido comunista chino

El Partido Comunista de China tiene que hacer frente a otro escándalo que puede perjudicar su imagen de cara al congreso de octubre. Este nuevo caso ha visto la luz cuando la opinión pública aún no ha olvidado las purgas relacionadas con el caso Bo Xilai y la condena por asesinato a la esposa de este dirigente, acusado de corrupción.

En esta ocasión, el detonante ha sido la muerte en marzo pasado del hijo de un alto dirigente del PCCh mientras conducía un Ferrari junto a dos mujeres. El dirigente en cuestión, Ling Jihua, es un político próximo al presidente del país, Hu Jintao.

Después de meses de especulaciones en internet sobre la identidad de la víctima, que la censura ha intentado ocultar, el caso estallaba este fin de semana con el anuncio oficial del cambio de destino de Ling, hasta ahora jefe de la Dirección General del Comité Central del Partido.

Ling ha pasado a desempeñar el cargo mucho menos importante de jefe del Departamento del Frente Unido del Trabajo, encargado de la relación con las minorías étnicas.

En un Ferrari y ligeros de ropa

Según el diario hongkonés South China Morning Post, que cita fuentes anónimas, Ling Jihua debe su caída en desgracia al fallecimiento de su hijo, Ling Gu, de 20 años, el pasado 18 de marzo.

El Ferrari que conducía el joven se empotró a gran velocidad contra un muro en la periferia de Pekín. Los equipos de emergencia rescataron de entre los restos del vehículo el cuerpo sin vida del joven y a dos chicas gravemente heridas, una desnuda y la otra a medio vestir.  El joven también vestía poca ropa.

Las fotos de los restos calcinados del Ferrari comenzaron a circular por internet, al igual que los rumores persistentes sobre la identidad de la víctima mortal.

Aunque las autoridades no han admitido jamás que el fallecido sea Ling Gu, el caso ha sido considerado como suficientemente sensible para generar una vasta operación de censura, hasta el extremo de bloquear en los motores de búsqueda la expresión "Ferrari negro".

La polémica tiene una importancia especial porque ocurre en un momento sensible, a pocas semanas del 28º Congreso del PCCh, en el que una nueva generación de dirigentes sustituirá a la actual.

El incidente del Ferrari puede convencer a millones de chinos de que la nomenklatura del régimen disfruta de una vida de lujo y privilegio, en un clima de impunidad. Muy al contrario de la imagen de servicio al país que el Partido Comunista quiere proyectar.

El asunto, además, perjudica específicamente al grupo de "reformadores" que provienen de la Liga de la Juventud, como el presidente Hu Jintao, quen han hecho bandera de la lucha contra la corrupción.