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25 años de becas Erasmus: "Te cambia la vida"

  • España es el país que más estudiantes exporta y el que más recibe
  • Casi tres millones han participado en el programa de intercambio desde 1987
  • La mayoría valora más la experiencia vital y personal que la académica
  • ¿Cómo fue tu Eramus? ¿Te ayudó a encontrar trabajo? Cuéntanoslo 

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Repor - Erasmus Paradiso

¿Qué es el Erasmus?

Es un programa que apoya y facilita la movilidad académica de estudiantes y profesores universitarios entre 33 países, los Veintisiete que conforma la UE y Croacia, Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Turquía. Hasta ahora han participado en el proyecto casi tres millones de personas.

Creado en 1987, recibe este nombre por el acrónimo del nombre oficial en inglés European Region Action Scheme for the Mobility of University Students (Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios) y para coincidir con el nombre en latín del filósofo, teólogo y humanista de los siglos XV y XVI Erasmo de Rotterdam.

Los estudiantes deben haber completado al menos un curso de una carrera universitaria y ser ciudadanos de uno de los Estados miembros asociados al programa Sócrates para poder ser seleccionados. El programa concede una beca como ayuda económica por el coste adicional de vivir en el extranjero y oferta clases en el idioma del país al que se viaje.

En 2004 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por ser uno de los programas de intercambio cultural más importantes de la historia de la humanidad.

Desde que el primer estudiante europeo dijo aquello de "mamá, me voy de Erasmushan pasado ya 25 años y alguna que otra crisis económica, aunque ninguna había afectado tanto a los jóvenes como la que comenzó en 2008.

Casi tres millones de estudiantes universitarios de 33 países europeos (los Veintisiete más Croacia, Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Turquía) han participado en el popular programa de becas de estudios que, según Bruselas, es un  un instrumento "clave" para impulsar la movilidad laboral y combatir el alto desempleo juvenil.

España es el país que más estudiantes exporta a Europa,  más de 30.000,  y también es el que  recibe más becados, por delante de Francia, Reino Unido, Alemania e  Italia. Sin embargo, también es el que registra la mayor tasa de paro juvenil de la Unión Europea, un dramático 48,5% frente al 22% de la media europea. Entonces, ¿el programa Erasmus es realmente una garantía para encontrar trabajo?

Y el tercero que más universitarios envía a estudiar fuera, especialmente a Italia y Francia. Desde que la Unión Europea puso en marcha estas becas, hace 23 años, dos millones de jovenes han aprovechado la oportunidad de estudiar fuera de su país.

"No, pero es una experiencia inolvidable que te cambia la vida", responde la mayoría de los que se han beneficiado de una de estas becas. Laura Alvarellos, por ejemplo, se fue en el curso 2008-2009 a acabar la Licenciatura de Periodismo a Siena, pero lleva dos años sin encontrar trabajo.

"De todas las entrevistas que he hecho, solo en una les interesó mi currículum por haber estado de Erasmus", asegura a RTVE.es esta joven madrileña, de 25 años. "Aún así fue uno de los mejores años de mi vida porque aprendí mucho, a hacer amigos, a arreglármelas yo sola, a compartir piso, a tener mayor mayor amplitud de miras y a ser más tolerante...", añade.

Acaba de llegar de California, donde ha trabajado en una revista para hispanos y, dado el panorama laboral en nuestro país, no descarta irse a Latinoamérica a probar suerte.  "Una vez que has perdido el miedo a vivir fuera, te atreves a lo que sea con tal de conseguir trabajo", afirma.

El idioma, el elemento diferenciador

A Rebeca Fernández, de 32 años, le han ido mejor las cosas. Desde Alcalá de Henares, viajó en 2007 a la ciudad sueca de Borås para acabar sus estudios de Documentación. De vuelta a España encontró trabajo, pero reconoce que en su caso lo determinante fue el idioma y no el expediente académico. "Aprender inglés fue fundamental para conseguir mi primer trabajo", señala.

La comisaria europea responsable de Educación y Juventud, Androulla Vassiliou, ha propuesto lanzar "cursos intensivos de idiomas" que animen a los jóvenes a desplazarse y permita corregir los "desajustes" que hay entre la oferta y la demanda del mercado laboral en toda Europa.  Como ejemplo ha puesto el caso de España y Alemania.

Mientras en nuestro país hay muchos ingenieros que no encuentran empleo, el país germano oferta miles de plazas que se quedan vacantes por "la barrera del idioma". Lo mismo ocurre en Noruega, donde hay escasez de profesionales cualificados para trabajar en empresas de gas y petróleo.

El extremeño Francisco Macías lo tuvo en cuenta a la hora de elegir su destino Erasmus. "Podía haberme ido a Portugal o Italia, pero quería irme al país más importante de la UE y aprender alemán porque creo que tiene más salida laboral", explica a RTVE.es desde la ciudad fronteriza de Passau, a dos horas al este de Múnich, donde está terminando la carrera de Empresariales.

"Volveré a España para ver si encuentro algo y si no, me quedaré en Alemania hasta que la situación mejore", señala.

La "fiesta" Erasmus

Gonzalo López estudia Económicas y piensa igual. Llegó a Helsinki en septiembre y espera que el esfuerzo merezca la pena. "Pienso que el Erasmus puede ser una garantía para encontrar trabajo dependiendo del destino. En Finlandia la educación es impresionante, estoy en la mejor universidad de Europa y no está siendo el típico Erasmus de desfase", asegura.

Para muchos universitarios europeos el programa Erasmus les ofrece la ocasión de vivir por primera vez en un país extranjero y es más una experiencia vital que académica. Más allá del aprendizaje, la beca de intercambio es un fenómeno social que fomenta el entendimiento entre culturas y asienta los cimientos de la identidad europea más que ningún otro proyecto.

"No todo lo que hay que saber está en los libros", aseguran muchos de estos estudiantes y es que en ese intercambio cultural y multilingüe también tienen cabida los viajes y la diversión, lo que ha llevado a que el Erasmus se asocie muchas veces con fiestas nocturnas y desenfreno.

España, el primer destino Erasmus por la "fiesta"

España, con más de 35.000 becados, ha arrebatado a Francia el primer puesto como destino favorito para los estudiantes Erasmus. El tópico "España, la fiesta y la siesta" ejerce un poder de atracción sin igual.  Al menos, así ha sido en el caso de Giacomo Mannari.

"España es el sitio donde van más italianos por la fiesta, porque tiene costumbres muy parecidas a las nuestras. No me costó adaptarme", afirma a RTVE.es este italiano de 29 años y amante de nuestro país. Recaló en Granada hace tres años y volvió el año pasado a Sevilla con una beca Leonardo da Vinci, otro programa europeo enfocado a mejorar la movilidad del mercado de trabajo a través de prácticas en empresas.

"Trabajé en un hotel haciendo investigación de mercados pero no me contrataron", relata. Ahora tiene un trabajo de comercial en Italia que no le gusta y, a pesar de la difícil situación económica que atraviesa España, no desiste y volverá a Andalucía a tratar de encontrar empleo porque, confiesa, no solo le ha enomorado nuestro país sino también una gaditana.

En internet, hay portales que ponen en contacto a empresas y estudiantes de Erasmus u otros programas internacionales. BBVA, Gas Natural, Inditex o Ikea son algunas de las compañías asociadas a la web Recluiting Erasmus. Laura Alvarellos cree que, además de valorar el currículum, cuando buscan a un estudiante de intercambio es porque implica que son "personas abiertas, atrevidas, dispuesta a viajar, con conocimientos de idiomas y capacidad de adaptación".

Erasmus con billete de ida

Cada año, más de 250.000 estudiantes univesitarios cursan estudios de entre tres meses y un año en otro país europeo, pero la crisis también amenaza a las becas universitarias.  El programa Erasmus contó con un presupuesto de más de 3.000 millones de euros para el período de 2007-2013, pero a partir de 2014 puede tener serios problemas de financiación. El Ejecutivo comunitario ha pedido que se amplíen los recursos para abarcar un mayor número de países y estudiantes e impulsar así el proyecto "Erasmus para todos", que consiste en aunar los distintos programas de becas que existen en la actualidad para hacer las ayudas más efectivas.

Pablo Peña espera que las subvenciones continúen. Confía en que después de terminar sus estudios de Biología en la Universidad de Lund en Suecia este año pueda quedarse investigando. Su supervisor de las prácticas ya le ha ofrecido hacer el doctorado allí.

Los Erasmus españoles tienen billete de ida pero no de vuelta

"Aquí me he sentido respetado, valoran mi trabajo y me dan responsabilidad. En España hubiera tenido que pedir hacer las prácticas de rodillas", explica.  "Cuánto más tiempo esté fuera en estos momentos, mejor", afirma y, a la vez, sentencia con esta frase una de las grandes amenazas de la economía española derivada de la crisis: la fuga de cerebros.

En los últimos tres años, más de 300.000 españoles han abandonado su tierra en busca de nuevos horizontes laborales y muchos de nuestros Erasmus no piensan volver. En estos momentos, echar raíces en países más prósperos es una oportunidad que no pueden desperdiciar hasta que vislumbren los primeros brotes de la recuperación económica. "Hay que ir donde hay trabajo", aconseja desde la experiencia Rebeca, la documentalista. Y, hoy por hoy, parece que los Erasmus españoles han comprado el billete de ida, pero no de vuelta.