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Obama deniega el permiso para construir el oleoducto entre Canadá y Golfo de México

  • La mayoría republicana del Congreso presionó a Obama para decidir en febrero
  • La administración Obama dice que este plazo es insuficiente
  • El oleoducto plantea grandes costes ambientales pero también empleos

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El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha denegado este miércoles el permiso de construcción de un oleoducto, polémico por sus costes medioambientales, que debía trasladar las arenas bituminosas extraídas de Alberta del Norte (Canadá) -la tercera fuente de crudo más grande tras las de Arabia Saudí y Venezuela- hasta las costas tejanas del Golfo de México.

El Departamento de Estado, instancia en la que Obama delegó en 2008 la evaluación de este proyecto, asegura que el plazo de 60 días aprobado el pasado diciembre por la mayoría republicana en la Cámara baja es insuficiente para diseñar una ruta alternativa que evite los daños medioambientales que podría causar en el acuífero Ogallala, (Nebraska), una fuente importante de agua dulce, informa Reuters.

El petróleo de esa zona de Canadá procede de arenas bituminosas que producen el crudo más sucio del mundo

El 14 de diciembre de 2011, los republicanos ligaron en el Congreso la necesaria prórroga de los recortes de impuestos a la nómina y los subsidios de desempleo a un adelanto en la toma de decisión de este proyecto como táctica de presión. A pesar de que este oleoducto crearía 5.000 puestos de trabajos, la administración Obama había postergado la decisión sobre su construcción hasta 2013 con el objetivo de buscar soluciones alternativas a su trazado, tras las quejas de los mismos grupos ecologistas que apoyaron a Barack Obama en su elección como presidente de EE.UU en 2008.

Por ello, la agencia dirigida por Hillary Clinton ha estimado que, en base a la información de la que dispone hasta ahora, el oleoducto "no responde al interés nacional".

"Este anuncio no es una evaluación sobre los méritos del oleoducto, sino sobre la naturaleza arbitraria de una fecha límite que ha impedido al Departamento de Estado recopilar la información necesaria para aprobar el proyecto y proteger a los estadounidenses", ha comentado el presidente en un comunicado.

El aviso de Canadá

No obstante, la administración Obama ha dejado la puerta abierta a que TransCanada, compañía que ha proyectado este oleoducto, presente una nueva solicitud, que deberá atravesar todo el proceso de revisión desde el principio tal y como ha advertido, la secretaria de Estado adjunta para Océanos y Asuntos Medioambientales, Kerri-Ann Jones.

EE.UU. tendrá que competir con China por su crudo

El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, ha expresado por teléfono a Obama su "profunda decepción" con la negativa a un proyecto valorado en más de 5.000 millones de euros y que habría transportado 830.000 barriles de crudo al día hasta la costa de Texas.

En este sentido, Harper ha avisado de que Canadá "continuará trabajando para diversificar sus exportaciones de energía", en clara alusión a la competencia que EE.UU. tendrá que afrontar con China, que este mes compró uno de los principales proyectos petrolíferos de Canadá y que además se ve presionada en busca de nuevos proveedores de crudo.

El Presidente Obama ha firmado una ley que penaliza al sistema financiero iraní.

Por su parte TransCanada dice seguir "totalmente comprometida con la construcción", agregando que sin Keystone XL, Estados Unidos está obligada a importar petróleo "del Oriente Medio, Venezuela y otros países que no comparten los valores democráticos de Canadá y EE.UU."

Tensión republicana

Ésta es una de las críticas de la oposición estadounidense junto a la pérdida de 5.000 futuros empleos.

"¿Acaso no conviene al interés nacional crear miles de empleos?", ha asegurado a los periodistas el portavoz de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien ha advertido que "la lucha no ha terminado".

¿Acaso no conviene al interés nacional crear miles de empleos? dice el portavoz de los republicanos en el Congreso

El candidato republicano favorito a las elecciones presidenciales de 2012, Mitt Romney, ha asegurado que Obama ha demostrado una "falta de seriedad" en la lucha contra el alto desempleo.

"Parece haber confundido el interés nacional con su propio interés en complacer a los grupos medioambientales", ha comentado Romney en un comunicado.

Al menos dos republicanos han presentado proyectos de ley que otorgarían al Congreso autoridad para aprobar al menos parte de la construcción del oleoducto, y Boehner se ha comprometido a explorar "todas las opciones" para tratar de revertir la decisión.

Celebración ecologista

No obstante, los grupos medioambientales han celebrado una decisión que, según ellos, salva al país de un incremento en la emisión de gases y la desestabilización de los ecosistemas de la costa.

"El petróleo de esa zona de Canadá procede de arenas bituminosas que producen el crudo más sucio del mundo, que envenena el agua potable y ha elevado los niveles de polución en el aire. Debe quedarse donde está", ha comentado a Efe la directora de la acción contra Keystone en la organización Friends of the Earth, Kim Huynh.

El oleoducto coloca al gobierno de Obama entre dos de sus grupos de votantes clave. Los grupos ecologistas, que se oponen al proyecto y algunos sindicatos, que apoyan el proyecto por los puestos de empleo que se podrían generar. Sindicatos como la Unión Internacional de Obreros de Norte América (LIUNA) han condenado esta negativa, que va "en contra de trabajadores de la construcción desesperados, que tratan de alimentar a sus familias".