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La oposición siria pide que sigan las protestas contra Asad en una reunión histórica en Damasco

  • Unos 150 opositores firman un pacto en apoyo del levantamiento pacífico 
  • Asad permite la reunión y les convoca el próximo 10 de julio
  • Prominentes figuras opositoras deciden no acudir para no justificar al régimen

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Figuras de la oposición siria, en la reunión mantenida en Damasco.
Figuras de la oposición siria, en la reunión mantenida en Damasco.

Los opositores sirios han mantenido su primera reunión pública en décadas en Damasco en la que han pedido que continúe el "levantamiento pacífico" contra el régimen sirio tras tres meses de protestas.

Del encuentro, al que han asistido 150 personas, ha salido un documento que los participantes ha calificado como "pacto" para continuar el apoyo "al movimiento pacífico de nuestro pueblo sirio por la libertad, la democracia y el pluralismo y para fundar un estado democrático civil por la vía pacífica".

Por este motivo, han expresado su rechazo "al recurso a la opción de la fuerza para arreglar la profunda crisis política estructural que sufre Siria" y han condenado "todo discurso o comportamiento orientado a la descriminación de sirios sobre una base confesional o étnica".

Igualmente han rechazado "toda intervención extranjera en los asuntos de Siria" y ha pedido que prevelezca "el interés de la patria y la libertad de los ciudadanos".

Oferta de Asad

En respuesta, el ejecutivo del presidente Bachar el Asad, que ha permitido la reunión, ha anunciado que invitará a figuras opositoras el próximo 10 de julio como paso previo para iniciar el "diálogo nacional" prometido por el líder sirio y que en esa reunión estarán sobre la mesa reformas constitucionales.

La reunión convocada por Asad puede servir  para impulsar el diálogo nacional, ya que como ha detallado la agencia  oficial SANA, "todas los políticos e intelectuales y fuerzas" del país  estarán invitados a la reunión, convocada por un comité dirigido por el  vicepresidente Faryq al-Shara.

"El comité confirma que no hay otra alternativa que una solución  politica y abre ampliamente la puerta a todos los ciudadanos sirios para  participar en la construcción de una sociedad democrática y más  plural", añade la agencia.

Asad se enfrenta a la mayor amenaza de cuatro décadas de gobierno del Partido Baaz y de sus once años de mandato -al que accedió tras suceder a su padre- y ha prometido una serie de reformas políticas que no han convencido a los opositores, que denuncian que mientras tanto envía a sus tropas a disparar a los manifestantes que piden reformas prodemocráticas.

Como resultado de esta represión,  más de 12.000 personas han huido del norte de Siria rumbo a Turquía.Además, los grupos proderechos humanos aseguran que 1.300 civiles han muerto en  manifestaciones y 12.000 han sido detenidos desde el inicio de las  revueltas.

En este contexto, muchos de los mayores críticos al régimen no han intervenido al asegurar que podría ser explotado por las autoridades mientras siguen las matanzas y los arrestos masivos.

Voces discrepantes

Sin embargo, sí han estado otras prominentes figuras críticas con Asad,  que no han ahorrado críticas en sus intervenciones.

"La solución de la crisis pasa por ir a sus causas profundas. Este régimen debe caer y ser sustituido por un sistema democrático", ha resumido el escritor Michel Kilo, que pasó tres años en la cárcel como prisionero político.

Partidarios de Asad estaban también en la reunión, aunque se presentaron como independientes que buscaban una salida a la crisis. Los organizadores han reconocido que la reunión tenía la aprobación de un alto asesor de Asad.

El escritor Luay Huseín, otro antiguo prisionero político, ha asegurado que la represión en las cuatro últimas décadas ha minado a Siria, pero ha subrayado que se tienen que seguir las vías pacíficas en las demandas populares.

Mother Khaddam, un profesor de la ciudad costera de Latakia, ha pedido un diálogo nacional más amplio y que los intelectuales estén "detrás de las demandas de la calle hasta el final".

El economista Aref Dalilia, una importante figura que se esperaba en la reunión, no acudió en el último minuto alegando que no quería participar en una conferencia que podría ser explotada por las autoridades mientras siguen los asesinatos y las detenciones.