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Mohamed VI presenta una nueva Constitución que recorta sus poderes y crea la figura del presidente

  • La figura del rey deja de ser 'sagrada' y pasa a ser 'inviolable'
  • El primer ministro tiene más poder y se convierte en presidente del Gobierno

La nueva Constitución será votada en reférendum el 1 de julio

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Convocan protestas en Marruecos contra la nueva Constitución

Los cambios clave

- La figura del rey dejará de ser 'sagrada' y pasará a ser 'inviolable'.

- El monarca mantendrá su estatus de "Comandante de los Creyentes", es decir, seguirá siendo la máxima autoridad religiosa de la comunidad musulmana marroquí.

- El primer ministro, que saldrá del partido más votado, gana poder y se convierte en "presidente del Gobierno" y así pasará a ser designado.

- El rey ya no tiene autoridad para disolver unilateralmente el Parlamento, sino que tendrá que consultar al Tribunal Constitucional.

- La comunidad marroquí residente en el extranjero tendrá derecho a voto y a presentarse a las elecciones.

Tras varias semanas de protestas en las calles y promesas de cambio por parte del rey, Mohamed VI ha presentado este viernes en un discurso a la nación retransmitido por radio y televisión la nueva Constitución marroquí, que ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros y cuya reforma principal es que el monarca cede parte de sus competencias al Parlamento. El proyecto tiene como objetivo "fortalecer los pilares de la monarquía constitucional, democrática, parlamentaria y social", según ha asegurado el soberano.

Mohamed VI ha anunciado la creación de la figura del presidente del Gobierno, en lugar del actual primer ministro, que será por ley la cabeza de la lista más votada y que gozará de nuevas prerrogativas como la disolución de la Cámara de Representantes (cámara baja).

De igual forma, el presidente del Gobierno podrá presidir el Consejo de Ministros -algo que hasta ahora sólo podía hacer el monarca- siempre y cuando el rey delegue en él, y también designará a ministros y altos cargos de la administración.

Mohamed VI ha subrayado que el nuevo texto consagra "una monarquía basada en la ciudadanía y un rey ciudadano" y abre un "nuevo capítulo de democracia" en la historia de Marruecos. La propuesta de reforma de la actual Constitución de Marruecos tiene como objetivo "fortalecer los pilares de la monarquía constitucional, democrática, parlamentaria y social", dijo el Rey Mohammed VI en un discurso a la nación la noche del viernes.

El rey ya no podrá disolver de forma unilateral el Parlamento, pero al mismo tiempo la nueva Constitución le permite conservar parte del peso que ostenta, de tal forma que liderará el nuevo Consejo de Seguridad Supremo y seguirá siendo la máxima autoridad religiosa.

Y uno de los cambios más sensibles es que el nuevo texto considera a la persona del rey "inviolable" en lugar de "sagrada", como estaba establecido desde la primera constitución de 1962.

Mohamed VI destacó, de igual forma, la división del artículo 19, sobre la persona del rey, en dos artículos claramente diferenciados: uno que le erige como Comandante de los Creyentes, es decir, el líder de la comunidad musulmana marroquí, y otro que consagra su estatus como "jefe del Estado" y como "árbitro supremo" que vela por la preservación de la democracia.

El texto será sometido a reférendum

Mohamed VI ha anunciado también el referéndum sobre la nueva Constitución se celebrará el próximo 1 de julio y ha llamado a todos los marroquíes a votar para aprobar la carta magna.

Según esta nueva Constitución, el rey da más poder al Parlamento. Mohamed VI ya no podrá disolver este órgano sin consultar antes con el nuevo Tribunal Constitucional, para el cual el monarca podrá nombrar a la mitad de sus magistrados. El primer ministro también será designado por el rey, aunque el texto especifica que siempre saldrá del partido más votado en unas elecciones y se convertirá en "presidente del Gobierno".

El rey delega al primer ministro, con la condición de discusiones previas, competencias en la designación de los gobernadores provinciales o embajadores. El primer ministro, se denominará jefe del Gobierno y tendrá potestad para disolver el Parlamento. Las reformas se producen después de varias protestas de jóvenes en el país.

Respecto al Parlamento, la Cámara de Representantes (cámara baja) conseguirá un mayor poder legislativo, mientras que la Cámara de Consejeros (cámara alta) mantendrá su naturaleza como institución de representación de sindicatos y comunidades territoriales.

El texto agrega que si un diputado de cualquiera de las los dos cámaras cambia su pertenencia política durante el mandato legislativo, perderá su calidad como miembro del Parlamento, en un claro intento de acabar con el transfuguismo dominante en la escena política marroquí.

Nuevas instituciones

El nuevo texto legal reconoce también el tamazigh (bereber) como idioma oficial junto al árabe y destaca la diversidad de la identidad marroquí que incluye también "el componente hebreo". En este aspecto, los islamistas no han conseguido imponer su visión arabizante de la sociedad.

Además, ocho nuevas instituciones han quedado incluidas en la nueva Carta Magna, entre ellas el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Instancia Central marroquí de Prevención de la Corrupción (ICPC) y el Consejo Superior de Ulemas (ASU, altos cargos del Islam) de Marruecos.

Mohamed VI abrió en marzo un periodo de consultas con partidos políticos, sindicatos y sociedad civil para promover una reforma constitucional con la que confía poner fin al creciente malestar social. Marruecos ha sufrido en los últimos meses sus mayores protestas contra el sistema en varias décadas, si bien no han tenido el peso de las registradas en países del entorno como Túnez, Egipto o Libia.