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La ONU asegura que la situación humanitaria es "absolutamente dramática" en Costa de Marfil

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Las tropas de Outtara podrían haber tomado ya el palacio presidencial

"Hay explosiones continuas por toda la ciudad; los hospitales están  cerrados, no se pueden trasladar enfermos porque si las ambulancias se  atreven a salir son tiroteadas; los servicios públicos no funcionan, por  lo que hay decenas de cadáveres en las calles que nadie recoge".  Es el relato de la portavoz de la Oficina de  Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, tras presenciar la situación de caos que recorre Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil.

Las agencias humanitarias de Naciones Unidas han descrito así la crisis marfileña que ahora mismo deja cadáveres en las calles desde hace días, hospitales cerrados, ambulancias tiroteadas y la población encerrada en sus casas.

 

"El acceso a la población es imposible. Los trabajadores humanitarios también deben quedarse encerrados en sus casas por motivos de seguridad, pedimos a las partes implicadas que por favor protejan a los ciudadanos", ha insistido Elisabeth Byrs, quien asegura que "la situación es absolutamente dramática".

La grave crisis política y de violencia en Costa de Marfil comenzó el  pasado noviembre, cuando el presidente Laurent Gbagbo perdió las  elecciones presidenciales ante Alassane Ouattara pero se negó a entregar  el poder.

Los portavoces han descrito varios casos extremos, como el hacinamiento de 3.000 malienses que, huyendo de los combates, se han refugiado en el recinto de su embajada en Abiyán.

Necesitan desesperadamente comida, agua y refugio

Y las cosas no están mejor en la ciudad de Duékoué, en el oeste del país, donde hasta la fecha la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) asiste a más de 25.000 desplazados internos,  que buscaron refugio en los alrededores de una misión católica, y que necesitan "desesperadamente comida, agua, refugio y asistencia médica".

Contagio de enfermedades

"El acceso al agua es el problema más importante, tanto para beber como para mantener los mínimos estándares de higiene. Ya se han dado los primeros casos de diarreas y tememos que proliferen enfermedades víricas", ha señalado el portavoz de la OIM, Jean-Philippe Chauzy.

Para descongestionar la misión católica y otra protestante, entorno a la cual se ha refugiado otro millar de desplazados internos, la OIM negocia con las autoridades locales para que cedan tierras libres donde poder instalarlos.

"Les damos mensajes simples sobre higiene personal y les facilitamos lo mínimo para sobrevivir, pero la situación es muy precaria", ha puntualizado Chauzy.

La atención a los desplazados se lleva a cabo en coordinación con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PAM), que atiende especialmente a mujeres y niños traumatizados por la matanza la semana pasada en el distrito de Carrefour, en Duékoué.

Centenares de personas asesinadas

El portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, ha señalado que se está investigando la matanza y que las impresiones preliminares hablan de "varias centenas de personas asesinadas".

Consultados sobre qué bando pudo perpetrarlas, Colville ha respondido que "parece que personas de ambos bandos están implicados" pero no ha querido dar más detalles al respecto, dado que toda la información será reunida y analizada por la comisión de investigación establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Rusia: Habrá que investigar la legalidad de los bombardeos

En medio de esta crisis humanitaria, continúan los ataques de las fuerzas de Ouattara y los bombardeos de la ONU y Francia contra bastiones de Gbagbo.

Rusia ha declarado que habrá que investigar la legalidad de esos bombardeos y, por su parte, París ha vuelto a insistir en que la intervención se basa en la resolución de Naciones Unidas y que terminará cuando se logre el objetivo: destruir la artillería pesada que Gbagbo está usando contra los civiles.

La crisis ha provocado más de un millón de desplazados internos y centenas de miles de refugiados, además de centenas de muertos.