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Crece la alerta nuclear en Japón tras el fallo del reactor 2 y una segunda explosión en Fukushima

  • El reactor 3 sufre algo parecido a lo que sucedió el sábado en el 1
  • El núcleo ha resistido y las autoridades no temen una gran fuga
  • El reactor 2 también ha fallado y no se descarta una fusión de combustible
  • Seis trabajadores han resultado heridos y hay siete desaparecidos

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Otra explosión en un reactor de Japón aumenta el temor nuclear

Una explosión en otro reactor de la planta de Fukushima ha elevado aún más el temor a una catástrofe atómica en Japón, donde se acumulan los fallos en las centrales nucleares tras el fortísimo seísmo del viernes. Mientras, prosigue la búsqueda de víctimas, después de que se hayan encontrado otros 2.000 cuerpos sin vida en una playa de Miyagi, y fuentes policiales barajen una cifra de más de 10.000 muertos.

En torno a las 11.00 de la mañana de este lunes (03.00 en la España peninsular), el edificio del reactor 3 ha explotado, probablemente por la combinación de hidrógeno y oxígeno en el recinto, aunque el núcleo ha resistido y la probabilidad de escapes masivos de radiación es baja, según las autoridades japonesas.

Eso es lo mismo que ocurrió el sábado en el reactor 1 y del lugar salía una columna de humo blanco. La explosión ha causado heridas a nueve personas (seis de ellos soldados), y hay siete desaparecidos.

Además, en el reactor 2 también ha fallado el sistema de refrigeración.  La compañía de electricidad de Tokio (TEPCO) no descarta que se pueda producir una fusión de combustible, aunque el portavoz de Gobierno ha indicado que "una gran explosión en poco probable".

Agua de mar para enfriar los reactores

Las barras de combustible  podrían haber registrado una fusión parcial a causa del  sobrecalentamiento en ese reactor, el número 2, por un fallo del sistema  de refrigeración, según la agencia local Kyodo.

TEPCO también ha confirmado que hubo un momento en el que las barras  quedaron totalmente expuestas al bajar el nivel del agua que las  rodeaba, cuando la bomba que inyectaba el líquido al reactor se detuvo  por falta de combustible. En esa situación, se produjo una situación de sobrecalentamiento que  condujo a la posible fusión del núcleo, un proceso que puede provocar la  liberación de una elevada cantidad de radiactividad. Posteriormente, los niveles de agua se recuperaron hasta cubrir los 2 metros, aunque ha vuelto a bajar.  

Sin embargo, como lo hizo para los reactores 1 y 3, la compañía ha inyectado directamente agua de mar en la vasija del reactor para sumergir las barras y así detener el proceso de fusión. 

Este recinto tiene seis reactores y a diez kilómetros hay otro complejo nuclear, Fukushima II, con otros cuatro reactores.

El temor es que si las barras de combustible no se enfrían podrían  derretir el contenedor o incluso explotar y lanzar el material  radioactivo al aire. Hasta ahora la radiación parece que procede de  fugas controladas de gases para rebajar la presión de los reactores.

A primera hora del día, el primer ministro Naoto Kan había admitido que la situación en Fukushima (240 kilómetros al norte de Tokio) seguía siendo "alarmante".

La dirección del viento, determinante

La dirección del viento en los próximos días será fundamental para determinar si hay alguna posibilidad de que transporte radioactividad consigo.

Según fuente smeteorológicas japonesas, se espera que durante todo el día sople hacia el sur y cambie su dirección hacia el este en torno a las 18.00 hora local del martes (10.00 hora peninsular española).

Vientos del este podrían llevar radioactividad hacia el interior de la isla,  aunque la dirección rara vez es constante a tal velocidad.

Los niveles de radiación detectados fuera de la planta son muy bajos y, según los expertos, tendrían que subir cerca de un millar de veces para que haya un temor real de contaminación

Se espera que este martes llueva o incluso nieve en el área afectada por las fugas, pero la Agencia de Seguridad Industrial de Japón ha afirmado que no hay peligro de que la lluvia o la nieve contengan radioactividad.

Fuga de partículas radiactivas

Antes de la explosión, el nivel de radiación en la central seguía superando el límite legal, 751 microsievert (unidad de dosis de radiación) por 500 recomendados, según informó la empresa estatal Tepco.

Esa cifra es menor que el máximo de 1.577 microsievert registrado el domingo, pero alta para el ser humano, que habitualmente se ve expuesto a 1.000 microsievert durante un año entero, informa Efe.

Por la mañana, Tepco informó de que sus técnicos continuaban inyectando agua del mar en los reactores 1 y 3 de la planta para enfriarlos, y de que en las últimas horas no se habían detectado cambios en la presión dentro del contenedor.

No obstante, se cree que el núcleo del reactor 1 ya se haya fundido, al menos parcialmente, y también es posible que eso haya ocurrido en el 3 a pesar de la inyección de agua marina, una medida extrema, según los expertos.

Fallo en otra central

Un total de 180.000 residentes han sido evacuados en un perímetro de 20 kilómetros en torno a la central y al menos 22 personas han sufrido radiaciones elevadas y casi 200 han sido expuestas.

Además, este domingo también se han registrado problemas en el sistema de refrigeración de la planta de Tokai, esta última a solo 120 kilómetros de distancia de la capital.

Una tercera planta en la región, la de Onagawa, también declaró la alerta brevemente este domingo por elevada radiación. Las autoridades dijeron que probablemente se habían detectado partículas procedentes de Fukushima.

Todas los reactores en las zonas afectadas -11 del total de 51 del país- están parados desde el viernes. El Gobierno está preparando la distribución de yodo para proteger a la población de la exposición.

Además, el ministerio de Exteriores de Francia ha recomendado a sus ciudadanos que abandonen el país citando entre las causas la fuga radiactiva.

El accidente nuclear de Fukushima es el peor desde el desastre de Chernóbil en 1986.

Trabajos de rescate y consecuencias económicas

En cuanto a las víctimas del maremoto, la televisión pública NHK, citando a un funcionario policial, ha informado de que más de 10.000 personas podrían haber muerto a causa de la ola gigante provocada por el seísmo de magnitud 8,9, que redujo localidades enteras a escombros.

Esta mañana, la agencia Kyodo ha informado de que en las últimas horas se han encontrado 2.000 cadáveres en la costa de la provincia Miyagi, aunque el balance oficial de fallecidos sigue en 1.600 y más de 1.400 desaparecidos.

Además, casi dos millones de hogares seguían sin electricidad en el norte del país, donde se registran temperaturas bajas.

El país atraviesa “la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial", según reconoció el domingo Kan.

En el plano económico, la Bolsa de Tokio registraba fuertes pérdidas (-6% a mitad de sesión) a pesar de la ingente inyección de dinero del Banco de Japón, la mayor de la historia.