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Concluye tras dos horas y media la reunión de Zapatero y Mas en Moncloa

  • Zapatero exigirá compromisos para autorizar nuevas emisiones de deuda
  • Mas quiere que se completen las transferencias pendientes
  • Ambos buscan recomponer una relación deteriorada

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Cita en la Moncloa del Presidente del Gobierno y el de la Generalitat

La reunión entre el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, ha concluido después dos horas y media de debate sobre la situación financiera de la comunidad autónoma.

Está previsto que Mas, que ha saludado con un semblante serio a un sonriente Zapatero al inicio del encuentro, comparezca ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa tras la que ha sido su primera entrevista como presidente catalán con el jefe del Ejecutivo.

El tema central de la reunión ha sido el plan diseñado por la Generalitat para reducir el gasto en este ejercicio y rebajar el elevado déficit público en la comunidad y su petición de una autorización para emitir deuda a largo plazo.

Esta es la primera entrevista entre ambos desde que Mas accedió a la presidencia de la Generalitat, y llega después de un contacto entre Zapatero y el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleidapara intentar limar algunos obstáculos.

El encuentro llega una semana después de que Mas fuera recibido en audiencia por el Rey en el Palacio de la Zarzuela, una reunión en la que expuso su propuesta de pacto fiscal para Cataluña y su preocupación por la utilización del catalán como arma electoral.

Ha señalado en una sentencia que el castellano debe ser igual que el catalán, una lengua vehicular en la enseñañza.

Una relación personal deteriorada

La relación personal entre Zapatero y Mas deja que desear después de que éste se sintiera traicionado tras la cena que ambos compartieron en Moncloa el 21 de enero de 2006, en la que llegaron a un acuerdo global sobre el proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña.

Mas consideró que Zapatero no respetó el acuerdo no escrito al que habían llegado en ella consistente en que gobernaría Cataluña la fuerza política más votada, ya que en los comicios de 2006 José Montilla volvió a encabezar un tripartito catalán pese a que CiU se situó a la cabeza de las preferencias de los catalanes.

Así las cosas, fuentes del Gobierno han asegurado que Zapatero pretende "recomponer" la relación si es que por parte de Mas se considera que "ha estado o está descompuesta". El objetivo común de hacer frente a la crisis puede facilitar esa "reconciliación".

El propio Mas ha reconocido que su relación personal con Zapatero "no es la mejor del mundo", pero ha comentado que las relaciones institucionales están por encima de estas consideraciones.

El eje de la conversación será el plan del Gobierno de Artur Mas para reducir el déficit de Cataluña y sobre el que se ha estado negociando esta semana para facilitar un acuerdo.

Mas ha vaticinado que mantendrá una reunión "complicada" con el presidente del Gobierno. Según el presidente de la Generalitat, Cataluña necesita "energía" en estos momentos para afrontar los problemas económicos. 

Sin embargo, ha añadido que no se instalará en la queja sino que intentará encontrar soluciones a los problemas "con imaginación y con la complicidad de todos".

Zapatero no se opondrá a una "financiación razonable" de la Generalitat

Zapatero ya avanzó el viernes la "predisposición favorable" del Ejecutivo para que la Generalitat pueda tener "una financiación razonable", pero exigió a cambio compromisos "concretos, estrictos y temporales" de reducción del déficit.

Advirtió de que la decisión de autorizar a Cataluña a emitir más deuda no es de carácter político y se basará en fundamentos económicos y financieros y en los compromisos de reducción de déficit que asuma el Gobierno de Mas, que dijo que debe mostrar "una corresponsabilidad clara y nítida".

En la Generalitat confían que el Gobierno dé luz verde a su plan de viabilidad y autorice a emitir más deuda este año ante un déficit del que Mas ha culpado al Ejecutivo de Zapatero y al tripartito catalán.

E incluso llegó a amenazar con que las relaciones con el Gobierno central podrían llegar a "un punto de no retorno" si éste no se aviene a buscar una solución.

Mas pedirá que se cumpla el traspaso de competencias

Mas acudirá a Moncloa con la idea de poner sobre la mesa los veintinueve traspasos que el tripartito dejó pendientes de cerrar,  además de otras seis transferencias que, a juicio de CiU, quedaron incompletas, como las Cercanías de Renfe.

La Generalitat intenta asimismo la transferencia de los edificios hospitalarios de la Seguridad Social -como el Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona, el Hospital de Bellvitge o el Hospital de Can Ruti de Badalona, que ya gestiona desde hace años- para lograr recursos que reduzcan el déficit.

Mas también piensa reclamar, según fuentes de la Generalitat, el "cumplimiento estricto" de la disposición adicional tercera del Estatut, referida al porcentaje mínimo de inversiones estatales en infraestructuras en Cataluña.

A cambio de comprometerse a reducir un 10 por ciento el gasto real, espera que el Gobierno le aporte los mismos recursos que en 2010,  en concreto unos 16.646 millones de euros, vinculados al nuevo modelo de financiación, además de otros 1.000 millones que le corresponderían a Cataluña del Fondo de Competitividad.

La situación de las cajas de ahorro, la reforma de las pensiones y otros aspectos del acuerdo económico y social firmado por el Gobierno con los agentes sociales serán también analizados en la reunión de Moncloa.

Que todas las comunidades sean iguales

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se ha referido a este encuentro y ha asegurado que el Partido Popular pedirá que "todas las comunidades autónomas sean tratadas por igual".

A la espera de "ver lo que se plantea" en la reunión entre Zapatero y Mas, Cospedal ha señalado que su formación "va a defender el cumplimiento de lo acordado en Consejo de Política Fiscal y Financiera para todas las comunidades autónomas y que todas sean tratadas por igual".

Por otro lado, el secretario general de ICV, Joan Herrera, teme que en este encuentro se selle un "pacto de recortes sociales". En este sentido, a través de un comunicado, el partido ha lamentado que Mas acuda a Madrid para pedir "el apoyo" de Zapatero para la emisión de deuda pública que "avale los recortes", del mismo modo que CiU "apoyó los recortes del gobierno español", en referencia a la reforma laboral o la reforma de las pensiones.

Mientras, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, pide a Artur Mas que "se plante" ante el Gobierno si el déficit fiscal catalán no se reduce.

"En toda negociación entre Cataluña y España, ERC se situará al lado del Govern. No iremos en contra de la negación para debilitar las expectativas políticas del partido que gobierna", ha recalcado el líder republicano.