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El Ejército australiano comienza a ayudar a los 200.000 atrapados por las inundaciones

  • La situación empeora en el estado de Queensland
  • El nivel de las aguas aún no ha alcanzado su pico máximo

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Miembros de las fuerzas de seguridad tratan de ayudar a varios ciudadanos atrapados
Miembros de las fuerzas de seguridad tratan de ayudar a varios ciudadanos atrapados

La Fuerza Aérea de Australia ha asumido la misión de trasladar los  insumos básicos a las cerca de 200.000 personas que continúan  atrapadas por las inundaciones en el estado de Queensland (noreste),  donde se espera que el nivel de las aguas alcance su pico máximo el  próximo miércoles.

Al menos 22 ciudades de este estado continúan cubiertas por las  aguas, una situación que, según ha advertido la gobernadora, Anna Bligh,  podría durar "varias semanas", ya que se esperan nuevas lluvias. En  este contexto, las autoridades han tenido que desalojar a más de  1.000 residentes, la mayoría de la ciudad de Theodore, donde la  evacuación ha sido obligatoria, ya que solo un 2% de su  territorio permanece a salvo de las aguas.

Negativa a abandonar los hogares

No obstante, algunos de los vecinos de la ciudad de Rockhampton se  han negado a abandonar sus viviendas, pese a que los servicios  meteorológicos ya han advertido de que en los próximos días podría  quedar inundada el 40% de su superficie. Así, solo han  podido evacuar a 500 de sus 77.000 habitantes, según recoge la cadena  BBC.

Ante esta negativa, los servicios de emergencia preparan un plan  de rescate que incluye la instalación de un "centro médico  estratégico" para trasladar a los vecinos cuando sea necesario y  prevenir así el contagio de enfermedades, pues la acumulación de  aguas fecales y residuales amenaza con convertirse en un problema  sanitario.

Así, se han instalado decenas de tiendas de campaña en el pequeño  aeródromo del puerto de Gladstone, ubicado unos 100 kilómetros al sur  de Rockhampton. "Vamos a quedarnos aquí", dijo una de las vecinas que  ya se ha trasladado hasta el campamento, al tiempo que explica que si  las aguas superan los 9,4 metros de altura, tendrán que ser evacuados  a otro lugar.

En este contexto, la primera ministra australiana, Julia Gillard,  ha calificado estas inundaciones como "el mayor desastre natural" de  la historia del país, ya que solo en términos económicos ha supuesto  unas pérdidas millonarias, por lo que la recuperación "llevará mucho  tiempo".

Necesidades para seguir adelante

Las lluvias torrenciales han afectado a la producción de cobre, ya  que las principales minas del país, ubicadas en Queensland, han  tenido que cerrar por culpa de las aguas. Además, los cultivos de  azúcar han quedado totalmente anegados, al igual que las granjas,  afectando así al sector agropecuario, básico para la economía  australiana.

Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary  Clinton, ha ofrecido la ayuda de Estados Unidos para paliar los  efectos de estas inundaciones, aludiendo a la relación de amistad que  une a ambos países.

"Nuestra embajada en Canberra está siguiendo de cerca la situación  y está en contacto con las autoridades australianas. Australia es un  importante socio y un muy buen amigo de Estados Unidos, por lo que  estamos listos para proporcionarle ayuda", ha asegurado Clinton.

Asimismo, la jefa de la diplomacia norteamericana lamentó la  situación que vive el país. "En nombre del presidente (Barack) Obama  y del pueblo de Estados Unidos, ofrezco mis condolencias por las  pérdidas de vidas y los daños en Queensland a causa de las recientes  lluvias", ha indicado.