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Rabat retira la acreditación al corresponsal de ABC por dar "informaciones falsas" sobre el Sáhara

  • Asegura que hay un "comporamiento intencional de falsificación" en la prensa española
  • Achaca a los corresponsales que den voz a "criminales" en sus informaciones
  • Los periodistas retenidos en El Aaiún piden más contundencia al Gobierno

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El gobierno de Marruecos ha decidido retirar este viernes la acreditación al corresponsal del diario español ABC, Luis de Vega, por "la difusión de informaciones falsas" sobre la situación en el Sahara Occidental, según ha informado el Ministerio de Comunicación.

El Ministerio de Comunicación "decidió la retirada de la acreditación de dicho corresponsal" por la "continuación del perjuicio a la imagen del país a través de la difusión de informaciones falsas sobre la situación verdadera en nuestras provincias del Sur" (en alusión al Sahara Occidental).

El gobierno señala que "ha observado que el comportamiento metódico y intencional,  basado en la falsificación de la verdad" de "algunos" corresponsales españoles acreditados en Marruecos "para dañar intencionalmente, en connivencia obvia con los adversarios de nuestro país, ha aumentado durante la cobertura de los sucesos de El Aaiún".

Asimismo, acusa a estos periodistas de haber "ignorado injustificadamente los comunicados oficiales que fueron publicados por las autoridades marroquíes a propósito del desarrollo de aquellos acontecimientos".

Acusaciones a la prensa

Rabat considera que estos periodistas -sin citar a ninguno salvo a De Vega- han utilizado como fuentes a "un puñado de criminales, que tienen antecedentes penales,  y están implicados en actos terroristas", en lugar de atender al "punto de vista de Marruecos, que estaba a su disposición por todos los medios y en todas las circunstancias".

Los excesos de algunos habían llegado a un nivel que ya no se tolerará, advierte Rabat

En la nota, además, se indica que "los excesos de algunos de ellos habían llegado a un nivel que ya no se tolerará, en especial después de informar sobre la existencia de cientos de cadáveres de muertos civiles por las calles de El Aaiún".

El Ministerio considera que esas informaciones se divulgaron pese a que estaban "informados de que Marruecos había perdido a mártires del deber nacional y de que había una sola víctima civil, registrada durante un accidente de trafico en el momento de los disturbios y que fue anunciada oficialmente".

Por último, el Gobierno de Marruecos reitera "su firme voluntad de seguir facilitando la misión de los corresponsales extranjeros que trabajan en nuestro país, y de darles las condiciones adecuadas para su trabajo".

Rabat lleva quejándose amargamente de la cobertura del conflicto desatado en El Aaiún desde hace varias semanas y ha impedido a los periodistas españoles viajar a la capital del Sáhara Occidental anulando los billetes que tenían con la aerolínea de bandera marroquía, Royal Air Maroc.

El Ministerio de Exteriores ha pedido al Gobierno marroquí que permita a los informadores españoles trabajar y ha asegurado que está haciendo gestiones al más alto nivel para que puedan viajar a la zona, pero lo cierto es que solo han podido entrar y sin autorización un grupo de periodistas de la Cadena SER.

Los periodistas de la SER pide más contundencia

Estos informadores han sido retenidos toda la noche en comisaría y serán expulsados por "atentar contra la seguridad nacional del país".

Los tres periodistas de la Cadena Ser continúan retenidos en el  aeropuerto de El Aiún, según ha señalado la periodista Angels  Barceló, que ha echado en falta más "contundencia a la hora de  condenar y exigir explicaciones" por parte del Gobierno español a  Marruecos por el trato dado a la prensa española.

"Creo que España debería haber actuado hace tiempo y sigue sin  hacerlo, remitiéndose siempre a la Comunidad Internacional", ha  señalado Barceló, quien ha contestado a las preguntas de los lectores  en la página web de la Cadena Ser.

Asimismo, ha reconocido que, tras lograr llegar a El Aiún y ser  sorprendidos por la policía, pasaron "un poco de susto" en algunos  momentos. En este sentido, ha señalado que "los policías se pusieron  especialmente violentos" la noche del jueves cuando se negaron a  "firmar la orden de expulsión".

"Fue el único momento en el que  pensamos que podía pasar algo", ha subrayado.