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El Discovery 'se resiste' a iniciar su último viaje

  • La NASA retrasa en varias ocasiones el lanzamiento del transbordador
  • Será su última misión tras 26 años en servicio
  • Varios problemas técnicos aplazan el despegue hacia la ISS

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El Discovery durante los trabajos de preparación para su lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida.
El Discovery durante los trabajos de preparación para su lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida.

Será el último viaje del transbordador Discovery. Tras su visita a la Estación Espacial Internacional no volverá a volar al espacio y quedará aparcado en un museo. La NASA había previsto su lanzamiento para el 1 de noviembre, pero la nave 'se resistió' a despegar y hubo que aplazar el lanzamiento por problemas en el sistema de presurización.

Tampoco pudo hacerlo el martes 2, por lo que se retrasó al miércoles. Pero un fallo eléctrico ha vuelto a aplazar el despegue del transbordador.

El último retraso se debe a un problema con un equipo que controla uno de los tres principales  motores de la aeronave que se produjo durante las últimas pruebas, cuando el motor 3 no respondió como se esperaba.  

Los expertos creen que pudo deberse a un fallo en un circuito o en uno de los interruptores.

Un frente nuboso amenaza con volver a retrasar el despegue

El lanzamiento ha sido retrasado al menos otras 24 horas y ahora está previsto que el Discovery salga el jueves 4 de noviembre, a las 15.29 hora local (20.29 hora peninsular).

Esto, si el tiempo lo permite, ya que un frente nuboso que se aproxima a Florida podría causar tormentas eléctricas en la zona del despegue y obligar a aplazar otra vez el vuelo.

La NASA tiene de plazo hasta el domingo o el lunes   debido a las variaciones en el ángulo del Sol. A partir de este día por la incidencia de los rayos el lanzamiento sería inviable y habría que retrasar la misión hasta diciembre.

El fin de los transbordadores

En su último viaje tras 26 años de misiones, la nave espacial transportará piezas de recambio, un trastero y un   prototipo de robot humanoide llamado R2, el primer robonauta que vivirá a bordo de la ISS.

Será el principio del fin de la flota de transbordadores, que terminará en 2011 en favor de nuevas aeronaves que permitan alargar los viajes en el espacio.