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'Buried (Enterrado)', de Rodrigo Cortés: Hitchcok visita el ataúd

  • El cineasta salmantino presenta un thriller de suspense llamado a triunfar
  • "Es una historia grande porque no depende de los centímetros", ha dicho

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'Enterrado' ('Buried') mete a Ryan Reynolds y al público en un ataúd

De Rodrigo Cortés impresiona la seguridad con la que habla, aunque sin transmitir un asomo de arrogancia, y la exactitud y coherencia con la que expresa su discurso sobre la película que va a ser -ya es- su consagración mundial.

En Buried (Enterrado), que está en San Sebastián para participar en la Sección Zabaltegi-Perlas y comenzar de paso su lanzamiento en España, Cortés construye también un discurso fílmico impecable.

Es hora y media de suspense dentro de un ataúd que provocaría la envidia y la admiración del mismísimo Alfred Hitchcock desde su propio ataúd.

Paul Conroy (Ryan Reynolds), padre de familia y contratista civil en Irak, es secuestrado y despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera, teniendo en su poder únicamente un teléfono móvil, una vela y un cuchillo. El móvil está casi agotado, pero es el único medio para tratar de escapar de su agónica pesadilla. La cobertura precaria y la exhausta batería son sus mortales enemigos en una carrera a vida o muerte contra el tiempo: sólo dispone de 90 minutos para lograr su rescate antes de que se le agote el oxígeno... Aclamado film de suspense presentado en Sundance 2010.

Un buen día, Paul Conroy, camionero civil en Irak, se despierta atado y amordazado dentro de una caja bajo tierra. Junto a él, un teléfono móvil y un mechero zippo. Por delante, la búsqueda de su liberación.

Y mejor no contar más, porque es ésta una película que se disfruta más cuanto menos se sepa de ella.

Hace un año, era un proyecto de locos, contra el que todos lanzaban sus avisos: 'Te vas a estrellar', le decían. "Lo que más me sedujo del proyecto es su carácter totalmente insensato -ha reconocido en "El séptimo vicio" (Radio 3) Cortés-. Todo ha sido hecho contra el sentido común. Hemos seguido las reglas para lograr un éxito y las hemos contravenido todas".

Entrevista a Rodrigo Cortés

"Lo que demuestra que nadie sabe nada", ha apostillado con cierta socarronería.

Una película de acción, suspense...

Fueron 17 días de rodaje en Barcelona con Ryan Reynolds y siete modelos de ataúd. En enero, se proyectó en Sundance y comenzó la batalla entre las grandes majors para hacerse con su distribución. Cortés ha recordado cómo se inició el fenómeno.

Ahora espera a su estreno el 1 de octubre (habrá un preestreno de "El séptimo vicio" en Madrid el 30 de septiembre), un lanzamiento con miles de copias en todo el mundo (más de 2000 en Estados Unidos).

La cinta es un prodigio de acción y suspense, que deja pulverizado al espectador tras un brillante final que redondea el filme.

"La película sirve a su historia y para ello traté de olvidar su localización -ha confesado-, para no atarme las manos. Yo quería que la película volara, de manera que en lugar de cncentrarme en la caja, me concentré en la historia en sí misma y en las emociones que quería que el público sintiera y en segundo lugar en las herramientas cinematográficas adecuadas para lograrlas, al margen de que fueran posibles o no dentro de una caja".

"Si necesitaba un travelling de360 grados o cámara al hombro, no renunciaba a ello, a pesar de que es imposible hacerlo dentro de una caja -ha señalado-. El thriller se planteó como si sucediera Nueva York, en una selva tropical o en un planeta gigantesco, sin atender a restricciones".

...Y crítica social

Siempre vi la historia como una historia grande, porque no depende de los centímetros

Porque él no la considera una película pequeña: "Siempre vi la historia como una historia grande, pues éstas no dependen del tamaño en centímetros cúbicos".

Pero no se dejen engañar, Enterrado no es sólo una película de acción, sino que como el mismo Cortés reconoce, es "una pesadilla kafkiana".

"Estas películas minimalistas suelen tener un alcance alegórico poderoso, que resuena de una forma poco obvia, pero que resuena dentro de nosotros -ha explicado-. Una de las lecturas que más me interesó es que el verdadero enemigo de Paul Conroy es, no la arena o la falta de oxígeno, sino la burocracia, y todo el mundo se sientetan comprometido porque todo el mundo ha tenido esa experiencia [burocrática]!.

"Buried (Enterrado) es una experiencia física, para sentir, no para ver. De hecho uno acaba vapuleado, con dos kilos menos", ha explicado. Y tanto.