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Ropa creada con impresoras 3-D

  • Las impresoras crean tejidos especiales con 'hilos' entrelazados
  • Los diseños puede reproducirse en tallas personalizadas
  • El resultado son diseños innovadores, todavía lejos de ser baratos

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Las impresoras 3-D son capaces de crear objetos tridimensionales a partir de plásticos.
Las impresoras 3-D son capaces de crear objetos tridimensionales a partir de plásticos.

En el mundo de las impresoras hay unos dispositivos poco conocidos para quien no trabaja en áreas especializadas del diseño que son las impresoras 3-D.

Capaces de crear objetos tridimensionales a partir de plásticos, generalmente como moldes para utilizar en la producción de piezas de otros materiales, ahora también se están usando como sistemas de fabricación de tejidos a medida.

Son, en cierto modo, impresoras que fabrican ropa, con las ventajas que esto conlleva.

Diseños a medida

Una primera ventaja de la utilización de la impresión 3-D es que los diseños pueden realizarse completamente a medida. Y no sólo en cuanto a las tallas: también en la concepción del propio tejido las posibilidades son muy variadas.

En el ordenador se pueden crear infinidad de patrones repetitivos que formen tejidos con una flexibilidad especial, variando el diámetro de los 'hilos' y la forma en que se entrelazan.

Tal y como cuentan en Ecouterre, un blog dedicado al diseño de moda futurista de forma sostenible, las impresoras emplean luces ultravioleta para crear capas de material termoplástico que puede adoptar las más diversas formas. Con él se pueden construir tejidos complejos y darles la forma adecuada.

Sin preparación para la fabricación en serie

El material que utilizan las impresoras 3-D se aprovecha casi al cien por cien, por lo que apenas quedan desechos propios del uso de los materiales tradicionales en patrones sobre tela cortada.

Por otro lado, estas máquinas son todavía costosas, al igual que los materiales básicos que utilizan, de modo que no se puede decir que estén preparadas para la fabricación en serie de modelos que puedan comprarse en las tiendas de forma masiva.

Una de las aplicaciones tradicionales de las impresoras 3-D es el prototipado rápido, que se ha utilizado en ocasiones para un tipo de 'moda' muy especial: los trajes de los superhéroes de las películas, como la armadura de Iron Man.

El resultado es un material ligero y flexible que con una capa de pintura adecuada puede hacerse pasar sin problemas por el metal más resistente del mundo.